Año de Construcción
2005
Ubicación
León, España

Introducción

Diseñado por Luis M. Mansilla y Emilio Tuñón y ubicado en la ciudad de León (España) a la entrada del Barrio de Eras de Renueva, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León fue inaugurado por los Príncipes de Asturias el 1 de abril de 2005, con un firme propósito: ser un Museo de Presente y convertirse en pieza fundamental en el desarrollo del Arte Contemporáneo, a nivel internacional.

Este museo nace con un amplio sentido experimental a la hora de concebir y desarrollar proyectos y exposiciones a todos los niveles

Sobre un gran plano urbano, el MUSAC dibuja el escenario del arte con la misma actitud optimista con la que los agrimensores romanos trazaban las ciudades sobre el paisaje.

Frente a otro tipo de espacios cuya cualidad museística se centra en la exposición de colecciones históricas cerradas, el MUSAC es un espacio vivo que abre las puertas a una gran diversidad de manifestaciones artísticas contemporáneas; un centro de arte que construye un conjunto de tableros de juego donde las acciones son las protagonistas del propio espacio; una estructura que se desarrolla a partir de un sistema abierto, formado por un tejido de cuadrados y rombos, que permite construir una geografía secreta de la memoria.

Situación

El MUSAC está situado en la ciudad de León en la comunidad autónoma de Castilla y León, concretamente en la Avenida de los Reyes Leoneses, 24.

El museo de diseño vanguardista ha sido construido en la zona más moderna de la ciudad con la intención de potenciar su crecimiento hacia un barrio cultural y vanguardista dentro del mundo del arte no sólo español sino también europeo.

Concepto

Se trata de un edificio con una peculiar planta, heredada de la geometría de algunos mosaicos romanos, cuya originalidad radica en que mediante dos polígonos —un cuadrado y un rombo— permite desplegar una superficie continua sobre el plano.

Una de las señas de identidad de este peculiar edificio es la fachada compuesta por más de 3.000 vidrios coloreados, inspirados en la vidriera de ‘El Halconero’, una de las más antiguas de la Catedral de León, del siglo XIII y cuya imagen ha sido pixelada para dar color a cada uno de los vidrios que recubren la fachada.

En el interior, el hormigón blanco es el protagonista de un lugar en el que los espacios fluyen entre si.

Espacios

La superficie de las cinco salas de exposiciones del museo es de 3.400 metros cuadrados. A ellas hay que sumar los 180 metros cuadrados de la sala de proyecciones y los 450 del vestíbulo de entrada, iluminado por dos grandes lucernarios.

Un conjunto de salas de exposiciones autónomas y encadenadas permite realizar exposiciones de diferentes tamaños y características; cada sala, de forma quebrada, construye un espacio continuo, pero diferenciado espacialmente, que se abre a las otras salas y patios, propiciando visiones longitudinales, transversales y diagonales. Quinientas vigas prefabricadas cierran unos espacios caracterizados por la repetición sistemática y la expresividad formal.

Al exterior, el espacio público adquiere una forma cóncava para acoger las actividades y encuentros, recogido por grandes vidrios de colores, siendo el lugar donde se rinde homenaje a la cuidad como espacio de relación entre las personas.

En su interior, una gran superficie de espacios continuos pero distintos, salpicados de patios y grandes lucernarios, da forma a un sistema expresivo que nos habla del interés que comparten la arquitectura y el arte: la manifestación contemporánea de lo variable y lo perenne, de lo igual y lo distinto, de lo universal y lo transitorio, como un eco de nuestra propia diversidad e igualdad como personas.

En su extensión, como un edificio de una sola planta construido con muros de hormigón blanco y grandes vidrios de colores al exterior, el MUSAC quiere ser un espacio donde el arte se sienta cómodo y que ayude a borrar las fronteras entre lo privado y lo público, entre el ocio y el trabajo y, en definitiva, entre el arte y la vida.

Materiales

Los materiales predominantes son sin lugar a dudas 3: el hormigón, el hierro y el vidrio.

El hormigón constituye toda la estructura portante del edificio a la vez que define las paredes de los espacios exteriores en tonos blancos.

El hierro crea con una estructura de más de quinientas vigas la base para soportar la espectacular fachada del edificio.

El vidrio es la imágen del edificio ya que en 42 tonalidades diferentes recubre todo el edificio recordando a los vitrales de la catedral leonesa.

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