Museo de Historia Alemana
Introducción
El Museo de Historia Alemana funciona en el Zeughaus (Arsenal de armas), el edificio más importante del estilo barroco en Berlín. Fue construido entre 1695 y 1730 por orden del emperador Federico I y utilizado durante más de 100 años por el ejército prusiano
En 1998 comenzó la ampliación del museo, que el primer ministro alemán encargó al arquitecto chino-norteamericano Ieoh M. Pei, que ya había trabajado en las pirámides del Louvre en París. El nuevo museo se abrió al público en 2006 y hasta la fecha es el único proyecto del arquitecto en Alemania.
Situación
Está ubicado junto al Zeughaus en la Avenida Unter den Linden nº2, en la isla de los museos de Berlín, Alemania, siendo con sus más de 300 años de existencia, el edificio más antiguo de la avenida. Forma parte de la malla de edificación histórica formada por Zeughaus, otros museos de la Neue Wache y el complejo de museos de la Museuminse.
Concepto
Como anexo al edificio existente, Pei pensó en simbolizar la unificación de las dos Alemanias con una construcción transparente, de líneas puras siguiendo el estilo internacional. Para esto utilizó dos volúmenes, uno opaco y otro transparente con un apéndice de forma elíptica que marca el ingreso, procurando mantener los volúmenes bien diferenciados y de materiales puros.
La ampliación también incluyó el techado del patio del edificio existente con filigrana de vidrio.
Espacios
Además del Zeghaus, el museo se ve completado con un edificio nuevo en el que se ubican las exposiciones temporales, una espaciosa estructura, 2.700 m² con cuatro plantas, un hall construido en cristal y acero y nueve salas expositivas. El Zeghaus dispone de 7,500 m² para exposición permanente. Los dos edificios del museo se comunican a través de un paso subterráneo y de un patio con techo acristalado.
La forma trapezoidal de la parcela, la poca luz y el poco espacio disponible ha obligado a la construcción de cuatro niveles superpuestos en el proyecto de Pei.
Descripción
El nuevo edificio constituye la ampliación trasera del histórico palacio barroco Zeughaus, sede del Museo de Historia Alemán. Al igual que otros museos realizados por el arquitecto, el volumen se caracteriza por su volumetría precisa y nítida, con grandes superficies acristaladas.
Hall
Aproximadamente la mitad de la superficie de trabajo está ocupada por el hall, una fractura vertical que adosa al museo una torre transparente.
La matriz de este gran espacio es un triángulo excavado y articulado hasta convertirse en un espacio complejo, que el arquitecto llama “teatro urbano”, pues desde el se puede ver y ser visto.
Escalera
Desde el exterior se puede ver la escalera caracol que conduce a los pisos superiores, el elemento visual más distintivo de la obra. El autor pretende de esta manera «abrir» el edificio y dar importancia al movimiento para inducir a la gente a subir. Este elemento contrasta fuertemente con los volúmenes que están a su alrededor, dominados por el marco horizontal.
Plantas
Los cuatro niveles que albergan los espacios expositivos ofrecen volúmenes abiertos y formas diversas, para que los visitantes nunca tengan la sensación de entrar dos veces en el mismo lugar.
Construcción
Pei pidió colaboración a especialistas europeos para la construcción de su proyecto. Un equipo irlandés construyó un marco especial de apoyo y partes de la compleja escalera fueron hechas en los Países Bajos.
En una entrevista con el periódico alemán Die Zeit, Pei puso su creación en el contexto: «La arquitectura debe seducir a la gente para que se mueva por todo el edificio llena de curiosidad y placer. Incluso tentarlos a subir al piso más alto, cada vez más pasos, nuevas vistas”
Materiales
Hormigón, cristal finlandés, piedra caliza francesa y granito de América del Norte.
Dos son los materiales del hall, el vidrio que permite que éste se llene de luz natural y la piedra en los suelos, granito, y en las paredes, piedra caliza, combinando con el hormigón de las plantas, todo en el mismo tono. Utilizando la piedra, Pei incorpora los materiales utilizados por los prestigiosos edificios que le rodean y con el vidrio compone un gran espacio cristalino que deja pasar la luz y reafirma la voluntad de que sea un espacio público.
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