Museo de la Prehistoria en Jeongok
Introducción
Buscando armonizar con el paisaje se proyectó un edificio con formas suaves, redondeadas, biológicas, casi animales. Su piel exterior de acero inoxidable sigue un patrón microperforado, crea una superficie moderna inspirada en pieles de serpientes y dragones coreanos. Por la noche estas perforaciones se encienden, cobran vida, su luz se mueve a lo largo de la superficie.
El diseño del Museo de Prehistoria presenta al visitante algunos temas visuales para complementar el material arqueológico de su interior. Además de la forma orgánica del edificio, la reflexión es un elemento integral, si no deslumbrante, del diseño. El brillante exterior de acero inoxidable refleja el terreno local y sus cambios a medida que pasa el día, haciendo su aporte al paisaje natural e histórico. Integrando el Museo dentro del lugar histórico, los arquitectos quisieron ofrecer a los visitantes la sensación de que forman parte de una historia única y no son solamente observadores pasivos del pasado.
Situación
Entre las curvas y meandros de los cerros de Jeongok, en la región de Gyeonggi-do, Corea del Sur, se levanta el volumen de este museo, en medio de dos colinas y serpenteando el Río Hantar. El largo y delgado museo fluye alrededor de la topografía natural del lugar.
El sitio escogido corresponde al mayor yacimiento Peleolítico de Corea, motivo por el que los arquitectos quisieron transmitir con los detalles y formas de la estructura en sí misma, una toma de conciencia del importante papel de la región de Jeongok en la evolución humana. En este yacimiento es donde se encontró el primer “acheulian”, hacha de mano, en el este de Asia.
Concepto
“Queríamos honrar el paisaje del río que vio el nacimiento de los primeros habitantes de Corea, y reconocer la belleza de las dos colinas curvilíneas que se forman en el meandro del río. ¿Cómo se enfatizan estas formas prexistentes y el sima geológico que existen en su interior?
El proyecto aparece como un puente incrustado entre dos acantilados que pueden verse desde la distancia de la autopista.
Creamos caminos, muchos caminos alrededor de las curvas del proyecto y de las colinas, porque los caminos construidos por los animales que iban a beber al río, pertenecen al “primer” paisaje. Deseamos que los visitantes vivan una experiencia, que experimenten la humanidad primitiva y que se introduzcan en un mundo diferente al cotidiano, más cerca del paisaje que del edificio.
Dentro, el proyecto parece que está realizado del mismo material, un material arcaico y primitivo, como si se hubiera esculpido de la colina misma. Desde la autopista, el museo parece como un volumen extraño e inmaterial, que brilla suavemente. Los espacios de aparcamiento desaparecen bajo los árboles en la parte este del lugar. Con los nuevos árboles, el lugar recupera su primitivo ecosistema” (X-TU Arquitectos).
Descripción
El edificio tubular de acero inoxidable se entierra en el suelo mientras que un patrón de perforaciones exteriores imita la textura de la piel de las serpientes. El exterior brillante está diseñado para que refleje los alrededores, con sus colores y cambios. Por la noche la luz interior brilla por dichas perforaciones. En el exterior, el paisaje ha sido restaurado a su estado original como un parque natural junto al río.
En el interior, futurista en sus formas, colores y texturas, el museo cuenta con un bucle continuo de exposiciones, así como con espacios para la educación y diversas actividades, concebidos como espacios abiertos para recrear las escenas de los primeros hombres.
Sus diseñadores han expresado:….”el tiempo, así como los conceptos metafóricos que nos gusta asignar, también jugaron un papel clave en el diseño del edificio, tanto interior como exteriormente….”
La característica principal en el interior del museo es la «Gran Caminata de la evolución”. Los visitantes siguen una línea de tiempo impresa a lo largo del suelo que les guía a través de la evolución del hombre en la región de Jeongok. Luces en movimiento y proyecciones están integradas en el recorrido para evocar una sensación de participar en el transcurrir del tiempo. Por otra parte, la entrada del museo y la salida están en extremos opuestos del edificio para promover una experiencia cronológica y fluida. Externamente, el flujo del tiempo se insinúa en el movimiento de las luces a través de la pared exterior del edificio, incluso el edificio en sí parece fluir hacia el exterior como metal líquido.
Espacios
La zona de preparación y exposición se sitúan en el mismo nivel, entre ellas el acceso en la mitad del recorrido. Mediante una escalera se accede a la recepción, al área de exposiciones, la cafetería, salón de conferencias, aulas de actividades pedagógicas y laboratorio multimedia.
En la planta sótano el Museo de Prehistoria de Jeongok alberga un auditorio de usos múltiples con 200 plazas, y una sala de exposición especial, que servirá para proporcionar un espacio general para la cultura. Estas instalaciones servirán para crear un nuevo punto de acceso cultural en la región norte de Gyeonggi, falta de equipamientos culturales.
Recubierto interiormente por una pared periférica que va cambiando sus formas, engrosándose, disminuyendo, según la función que se desarrolla en esa zona de la estructura, instalaciones de fontanería, ventilación, electricidad, audio y sonido, almacenamiento, ocultando o abriendo los espacios, a semejanza de las cuevas de una época remota, a la que rinden homenaje.
Exposición
El Museo de la Preshistoria evita la museografía tradicional, los espacios fueron diseñados para que el visitante interactúe y explore las exposiciones esparcidas por todo el espacio interior, ya sea en las islas o pozos planteados en el suelo o en los nichos de las paredes.
Con esta disposición, los usuarios crear su propio camino a través del museo y se encuentran con las exposiciones de una manera menos estructurada que si lo hacen a través de vitrinas ubicadas unas detrás de las otras. Esta disposición flotante de exposiciones busca acentuar aún más la impresión de constante movimiento a través del pasado de Jeongok.
Materiales
Para conseguir que la estructura ofrezca la apariencia de un reptil, su piel exterior está realizada con delgadas secciones verticales de acero inoxidable con perforaciones que permiten el paso de luz natural durante el día, y durante la noche reafirman la presencia de la forma a través de la luz que se mueve por sus paredes exteriores manteniendo el pulso del museo como si de una criatura viva se tratase.
El muro metálico perforado incluye dobles paredes acristaladas diseñadas con protecciones solares para preservar el interior y sus obras del calor. Estos ventanales pueden ser controlados según las necesidades de las diferentes exposiciones.
En el interior el sistema de doble pared mantiene una constante y eficiente temperatura.