Nuevo Museo de Arte Contemporaneo en New York
Introducción
El Nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York se reabre en un original edificio de cubos rectangulares diseñado por los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, del estudio SANAA, en la parte baja de Manhattan.
El museo, que es el único de Nueva York dedicado exclusivamente a exhibir arte contemporáneo, fue fundado en West Village en 1977 por la comisaría Marcia Tucker con la misión de promover el nuevo arte y las nuevas ideas.
Tres décadas después, vuelve a abrir sus puertas en la zona, en el barrio de Bowery, con el objetivo de seguir siendo un lugar de experimentación continua, en el que se cuestione qué es el arte y cuál es el papel de los museos en el siglo XXI.
Como una superposición de cajas de zapatos, el nuevo museo se integra a un sector de la ciudad de New York que parece querer florecer nuevamente. El Bowery quedó en los últimos tiempos un tanto aislado del crecimiento y la modernización, pero la inauguración del nuevo museo ha concentrado las miradas.
Situación
El Nuevo Museo reabre sus puertas en el 235 Bowery entre Stanton y Rivington, bajo Manhattan, New York, Estados Unidos.
Por mucho tiempo descuidado, el vecindario Bowery ha pasado por una reciente remodelación pero permanece áspero. El equipo del museo decidió mover las obras de arte desde un espacio temporal en SOHO hacia el lugar de un viejo parking en este vecindario, ya que la llegada del museo puede ayudar a reactivar la economía en el área. Además, el nuevo museo ahora tiene el doble de espacio que antes.
Concepto
La arquitecta Sejima relata que su estudio ha querido lograr establecer una relación entre el edificio, el museo, la calle Bowery y la ciudad de Nueva York.
La idea es que se convierta tanto en un espacio que albergue arte de hoy, como que también sirva de incubadora para nuevas ideas para los artistas que se proyectan hacia el futuro.
SANAA diseñó el interior para ser llamativo pero discreto, para que la arquitectura no abrumara sino que completara el arte. Además, los arquitectos escogieron exponer las entrañas del edificio para que encajaran con los negocios de trabajo diario en Bowery.
Diseño
La decisión del diseño sirve en parte como una respuesta al ajustado desarrollo de la zona.
El lugar mide 21.64 metros de ancho por 34,33 de largo y por la colocación de las cajas al norte, este, sur y oeste del eje central del edificio, SANAA pudo llenar mas espacio sin extender la estructura del perímetro. El desplazamiento también permite entrada de luz solar en cada nivel. Paneles delicados y ajustables previenen que la luz solar dañe las obras o cree destellos. Estas entradas de luz crean una atmósfera diferente de los demás ambientes monolíticos, oscuros y sin aire de muchos museos.
Descripción
El edificio del Nuevo Museo es «elegante y urbano», con 54 metros de altura, de gran simplicidad de formas, busca integrarse en el barrio tratando de reflejar el carácter comercial de la calle Bowery, según los arquitectos Sejima y Nishizawa.
A la hora de construir este edificio de siete pisos, formado por siete cubos rectangulares desencajados, los arquitectos han querido jugar con la luz del día, de forma que la estructura, que parece monolítica desde el exterior, se convierte en el interior en dinámica.
El edificio se asemeja a una pila de siete cajas unas sobre otras, inestablemente equilibradas. La decisión del diseño sirve como una respuesta al ajustado desarrollo de la zona, ya que de esta forma el edificio diseñando por SANAA pudo ocupar más espacio sin extender la estructura del perímetro.
Los arquitectos Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, han diseñado los siete niveles de este edificio como un arreglo de cajas desplazadas, cada una movida fuera del centro desde el nivel inmediato del suelo. Las cajas no se mueven hacia atrás en un arreglo consistente, como el del edificio Empire State, sino que lo hace mas como una escultura irregular.
Ventanas
Presenta ventanas de suelo a techo en el este y sur, como también terrazas de cubierta que envuelven estos dos lados, y ofrecen también vistas panorámicas de la ciudad.
Las ventanas del quinto piso emiten una poderosa banda de luz, particularmente de noche, llevando la vista a la arquitectura. Aun si no estuviese esta banda, el ojo podría gravitar hacia este edificio, el cual se destaca entre su entorno, particularmente debido a los edificios de pequeño y mediano tamaño que le rodean.
Espacios
Los visitantes acceden al Museo por un vestíbulo a nivel de la calle, de 5 metros de alto, completamente acristalado. Esta membrana de vidrio permite ver la totalidad de las funciones del lobby del Museo, creando un espacio virtual de transición entre la calle y las galerías.
El vidrio encierra parcialmente una escalera interior que lleva desde el vestíbulo hasta el nivel del sótano. Una pantalla serpentina de metal separa el almacén del museo del vestíbulo.
El museo contiene 4 galerías públicas, un total de 1096 m2, un teatro de 182 asientos, una tienda, un café, un salón de clases y un centro educacional. El edificio también contiene un espacio para diferentes eventos en el último piso (186 m²).
Por medio de escaleras o ascensores, se desciende al teatro ubicado en el subterráneo.
Lobby
Se quiso expresar la idea de apertura mediante un lobby enteramente abierto visualmente, manteniendo siempre un grado de elegancia y belleza dentro de lo brusco y tosco del entorno, que se expresa en el edificio al dejar a la vista los conductos y la estructura.
Desde este lobby los visitantes pueden escoger varias formas de acceder al resto del museo. Subiendo desde el lobby, ya sea por escaleras o ascensores, se llega a las galerías ubicadas del segundo al cuarto nivel, todas ellas en planta libre.
En este nivel se encuentran los baños públicos y las bodegas del café y la tienda que está un nivel más arriba, en el lobby.
Esta planta incluye el acceso público y las correspondientes puertas de carga y descarga, a la vista de los transeúntes. Desde este vestíbulo los visitantes pueden acceder al resto del museo por medio de escaleras o ascensores.
En el nivel de la recepción, los trabajos del el museo son particularmente aparentes. Desde afuera, se puede ver el nivel completo a través de un plano de cristal que se levanta casi 4,50 metros de alto y se extiende a lo ancho del lugar. Esta pared de cristal proporciona incluso vistas del área de carga.
Galerías
- Segundo, tercer y cuarto piso
Sobre los tres niveles principales de galerías (el segundo, tercero y cuarto), espacios libres de columnas crean fluidez y están dedicados por completo a espacios expositivos.
Variadas alturas de techos en cada galería dan mayor interés visual. Las huellas de las galerías van desde íntimas hasta grandes, pero gracias a las diferentes alturas, todas las galerías ocupan el mismo volumen.
En el segundo piso están las galerías Eugenio López. En el tercero las de la fundación Maja Hoffman/Luma y en el cuarto las galería Dakis y Lietta Joannou.
- Quinto piso
El quinto piso alberga el Centro de Educación Paulina y Constantino Karpidas, que consta de aulas de clases, salas audiovisuales y deja un espacio para el Centro de Recursos Artísticos.
- Sexto piso
El sexto piso tiene las oficinas administrativas, la cafetería y cocina para empleados y salas de reunión.
- Séptimo piso
El séptimo piso está pensado para albergar el Toby Devan Lewis Sky Room, un espacio multipropósito destinado a eventos y programas especiales de arte, desde el cual se puede observar la ciudad desde lo alto mediante una terraza que recorre ininterrumpidamente el perímetro del edificio.
Sótano
De las 8 cajas que se elevan a 54 metros sobre la acera, 7 constituyen los pisos que el público puede usar, y el 8, es una pequeña habitación para el mantenimiento eléctrico.
El sótano contiene no sólo un teatro y restaurantes, sino que también un salón de eventos, que funciona como galería para proyectos especiales.
El más inusual espacio en el museo mide 1,52 m por 2.44 m, con una altura de 10.66 metros. Este “pozo” contiene una escalera entre los pisos 3 y 4.
Estructura
Para crear un edificio que cumpliera con las normativas impuestas y que no pareciera un cajón monolítico, oscuro y sin aireación, SANAA asignó elementos claves del programa a cada una de las siete cajas que componen el edificio, luego las agrupó verticalmente según un patrón de circulaciones y necesidades de usos. Esto permitió crear un corazón estructural interno vertical, que une todos los pisos y los articula entre sí. Luego produjeron desplazamientos y retranqueos entre cada caja para crear espacios abiertos que se conectan entre sí, todos en planta libre.
Sejima y Nishizawa han querido jugar con la luz del día, de forma que la estructura que parece monolítica desde el exterior, se convierte en dinámica en el interior.
Materiales
La fachada está recubierta por una malla de aluminio con forma de panal de abeja diseñada por los arquitectos para destacar los volúmenes de las cajas y al mismo tiempo, vestir el edificio. Estos paneles de aluminio plateado anodizado se rasgan y abren en las zonas de ventanas o claraboyas, permitiendo su apertura al entorno y la acentuación de los volúmenes de las “cajas”. Los visitantes pueden ver hacia afuera del edificio a través de esta red de aluminio con forma de panal de abejas, el cual nunca había sido usado para revestir la fachada de un gran edificio.
Las ventanas apenas se ven detrás de esta malla, lo que hace que el conjunto tenga una apariencia única, que va cambiando con la luz del día.
El llamativo exterior difiere marcadamente del interior neutral. Con la excepción de un elevador verde eléctrico interior y brillantes mosaicos color cereza en las habitaciones del nivel bajo, el museo presenta pisos pulidos de hormigón gris y paredes blancas, como también miembros estructurales diagonales expuestos.
Una pantalla flotante suaviza las funciones largamente visibles del techo, filtrando luz desde un enrejado de tubos fluorescentes
Conductos, rociadores, y material a prueba de fuego, también son visibles.
En las galerías ha quedado a la vista el acero estructural del edificio.
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