Pista de salto de esquí Bergisel
Introducción
En diciembre de 1999 el estudio de arquitectos Zaha Hadid gana la competencia internacional para construir una nueva pista de salto de esquí en la montaña Bersigel.
La pista es parte de un gran proyecto de renovación de las instalaciones olímpicas y reemplaza la vieja pista de salto de 1927, la cual ya no cumplía con los estándares internacionales.
Zaha Hadid combinó las necesidades de un deporte especializado como el esquí, con los requerimientos de un espacio de atractivo turístico y logró una forma única, que extiende hacia el cielo la topografía de la montaña.
La obra se erige en el horizonte como un objeto escultórico y como un nuevo símbolo de la ciudad. Es visible desde todas las direcciones y ofrece una lectura de objeto tridimensional, que gradualmente revela todos los aspectos de su diseño.
Concepto
La arquitecta define su proyecto como un “híbrido orgánico, mezcla de puente y de torre”.
Como una serpiente, la rampa se desenrolla como una cinta de 90 metros cuesta abajo.
La cabeza de la serpiente aloja los servicios destinados a los turistas.
Así, la pista combina la rampa que necesitan los esquiadores con las comodidades para los visitantes, que pueden subir hasta lo más alto de la construcción para encontrar una cafetería y un mirador.
La combinación resultó de manera natural, con las partes del edificio fusionadas y articuladas en la unidad orgánica.
La cafetería-mirador cuenta con un vidriado panorámico con una vista de 360 grados hacia el paisaje.
Espacios
Cuenta con dos ascensores: uno para los visitantes y otro para los esquiadores. La instalación tiene una capacidad de 28.000 espectadores.
En el nivel 1 se encuentra la zona de inicio con las plataformas de salto. En el nivel 2, el Restaurante panorámico «Café im Turm», elevado 40 metros sobre la cota de la montaña. En el tercero, se accede a la terraza panorámica. En los niveles inferiores -1 y -2 se encuentran las salas técnicas, el almacén, las oficinas del personal y una zona de preparación para los saltadores.
Estructura
Está dividido en una torre vertical de hormigón armado y una estructura metálica tridimensional que integra la rampa con el restaurante.
La Torre
La estructura de hormigón armado es monolítica y el material fue vertido in situ empleando una estructura escaladora; dicho material fue empleado sin matices de ingeniería, para llevar a cabo la composición volumétrica requerida. Con un refuerzo de acero distribuido en el interior del cemento, la matriz agregada resultante permite que este hormigón de calidad resista las adversas condiciones climáticas del entorno.
Desgastado como si se tratase de una piedra artificial, el material se ajusta con el tiempo a la escarcha.
Conseguir que el agua no afecte a la superficie del edificio se ha convertido en una preocupación crítica.
El agua es canalizada por los tímpanos y se han añadido sistemas de «goteo» para evitar que se filtre por debajo de los sofitos.
La Rampa
La rampa de lanzamiento tiene una longitud de 98 metros y una inclinación de 35 grados.
La rampa, barrida de nieve, está expuesta a la más ligera de las cargas, el peso del propio competidor, y su forma catenaria recuerda a una tira colgante, suspendida entre componentes estructurales sólidos con el fin de conformar una banda muy fina que apenas contrasta con el cielo.
La trayectoria casi recta que sigue el saltador no forma precisamente la curva estructural ideal de manera que se ha añadido a la viga catenaria principal unas pequeñas formas triangulares, para manipular la forma y añadir resistencia tanto en sentido vertical como horizontal, en la cubierta metálica.
Unos parapetos protectores a cada lado de la pista absorben la carga del viento, y las riostras de debajo de la cubierta la vuelven más pesada.
La estructura ha sido construida de forma relativamente flexible, ya que los límites de deflexión y de vibración son menos excesivos que en otro tipo de construcciones. En resumen, nadie se quedará fuera de la carrera por un viento fuerte.
Los márgenes del final de la rampa son unos enormes contrafuertes o estribos de hormigón armado, y existe una disonancia entre la torre principal y el estribo de menores dimensiones. Los ángulos del bloque que forma la base sobresalen hacia fuera para formar el borde de la pista, y de forma simultánea, oponen resistencia a las cargas laterales del añadido de la rampa; una forma estructural perfecta. La terminación superior se extiende formando una especie de envoltorio, fundiéndose con el espacio destinado al público, en voladizo junto al eje de la torre.
En conjunto, la forma representa los movimientos de los deportistas transmitiendo una lógica estructural.