Planta Embotelladora de Bacardí
Introducción
En 1960 Félix Candela Outeriño estaba al frente de su empresa familiar Cubiertas ALA y ya disfrutaba de un reconocido éxito profesional, comenzando a ganar fama como calculista y ejecutor de estructuras laminares de hormigón armado, también llamados “cascarones” o “shells”
Una de las mayores, y más espectaculares, bóvedas de aristas con bordes libres construidas por Cubiertas Ala fueron las de la planta embotelladora de Bacardí, realizada junto a la única obra de Mies van der Rohe en este país, las Oficinas Bacardi en Ciudad de México.
Inicialmente sólo se construyeron tres bóvedas, añadiéndose en 1971, en una segunda fase, otras tres del mismo tamaño y tipología, cuya supervisión estuvo a cargo de los hermanos del arquitecto. El plan original preveía una expansión de hasta nueve bóvedas y Candela construyó las bases para tal diseño
En la misma fábrica, el arquitecto ejecutó otras edificaciones auxiliares que quedaron ensombrecidas por la espectacularidad de la planta embotelladora pero que igualmente llevan el sello de las características estructuras industriales de su autor.
Situación
La planta embotelladora fue construida junto al edificio administrativo de la marca, obra de Mies, en una zona industrial del área Metropolitana de la Ciudad de México, Cuautitlán.
Concepto
Lo que llevó a Félix Candela a diseñar de esta manera la fábrica Bacardí fue la Terminal del Aeropuerto Lambert-St. Louis, realizada en 1956 por Minoru Yamasaki y Anton Tedesko. Dicha Terminal se componía de tres bóvedas de arista cilíndrica con arcos de refuerzo a lo largo de las aristas y costillas de refuerzo en los bordes. Candela encontró la forma general de la Terminal del Aeropuerto de San Luis atractivo, pero pensaba que las costillas a lo largo de las aristas eran demasiado pesadas. Decidido a utilizar la próxima oportunidad que tuviera «para demostrar que la terminal del aeropuerto se podría hacer en una forma simple, más elegante». Encontró la oportunidad con la Fábrica de Ron Bacardí en Cuautitlán, México, que Candela completó en 1960.
Espacios
Los seis grandes “hypars” salvan una luz de 30 metros formando dos grandes crujías que cubren más de 5000 metros cuadrados de superficie.
La planta embotelladora está formada por seis cúpulas esféricas de pañuelo colocadas por pares y formando tres filas de forma cuadrada. Cada una de ellas está delimitada por cuatro arcos que forman parábolas que se anclan al suelo de forma diagonal. Los arcos perimetrales de un cascarón no tienen rigidez en dirección normal a su plano y su línea de presión no coincide con la curva de contorno, por lo que necesita arcos de borde que puedan absorber y transmitir las cargas por medio de fuerzas tangenciales. Candela planteaba que “si queremos tener bordes libres, debemos tener algunos bordes interiores o aristas que lleguen al suelo por líneas inclinadas (en una estructura simétrica), o bien, todos los otros bordes rígidamente fijos a elementos estructurales capaces de resistir fuerzas en cualquier dirección”
Las gruesas uniones que forman los encuentros de estas cúpulas están cubiertas con marquetería y cristal, permitiendo el paso de la luz, al igual que los grandes arcos que delimitan la planta cuadrada.
Descripción
La embotelladora es el edificio eje de toda la planta y en su proyecto Candela demostró ser un digno continuador del funcionalismo de Mies van der Rohe, siempre a través de la reinterpretación creativa y el ingenio matemático.
Todos los espacios están dotados de ventilación y luz natural sin afectar los procesos de producción, pues el sol no penetra directamente a ninguna hora del día gracias a la cuidada orientación de la estructura. Los techos suben y bajan, precipitándose en milagrosa suspensión, lo que provoca una atmósfera casi religiosa: 12 m de altura, grandes ventanales y curvas sinuosas. No se sabe si es casualidad, pero el techo de la embotelladora evoca un batir de alas, tan grandes y concretas que podrían ser precisamente las de un murciélago, el emblema de la firma.
Estructura
Bóvedas
La cubierta original de la embotelladora estaba compuesta por tres bóvedas hypars, (paraboloides hiperbólicos), adyacentes con aristas de 4 cm de espesor y techos volados de 2,50 metros por los lados. Cuatro claraboyas llenan los vacíos entre los depósitos adyacentes y terminan de cuadrar la estructura pero no aportan suficiente soporte para el cascarón de las cubiertas.
Las cáscaras de Bacardí no están en contacto directo con los cimientos, cada una de las cuatro esquinas se apoya en una pierna que transfiere las cargas de las bóvedas a los cimientos, los cuales a su vez descargan verticalmente el peso en el terreno. Lazos de acero conectan los cimientos para que aguanten las fuerzas horizontales, estos refuerzos están completamente ocultos a la vista, tanto en el interior como en el exterior.
Se trata de vigas-V, que Candela utiliza en todas sus bóvedas de arista. Adicionalmente se colocan refuerzos en los bordes lo que permite que la delgadez del cascaron se exprese plenamente.
Los arcos están situados directamente sobre las paredes de cristal para asegurar que en el caso de cargas de viento inesperado la concha sea lo suficientemente rígida como para no permitir el movimiento de los cristales. Del mismo modo, los marcos de las costillas de refuerzo de las claraboyas están fijados a las bóvedas que los rodean.
Construcción