Sede de la Fiscalía de Vilna
Introducción
Mientras que en las ciudades lituanas han comenzado a construirse hitos arquitectónicos financiados por capitales privados, en el sector público esta actividad es mucho menos activa. La ciudad tiene la intención de desarrollar los espacios y las infraestructuras públicas obligando a los inversores privados a incluir dichas “funciones públicas” en sus planes.
Situación
El barrio donde se construyó la Sede de la Fiscalía corresponde al formado por los típicos edificios del período soviético en el centro de Vilna, Lituania, a 1km del centro histórico de la ciudad. La parcela se ubica sobre la continuación del largo eje del nuevo centro administrativo, cercano al río Neris, en Rinktines gatve 5ª. Debido a su ubicación fue necesario tener en cuenta que el nuevo edificio se adaptara armoniosamente al entorno ya existente, preservando el carácter de sus alrededores.
Concepto
El cubo como concepto arquitectónico e idea plástica otorga la sensación de orden, estabilidad, fuerza y rigor. Es la forma que mejor refleja las funciones específicas del objeto y crea una imagen excepcionalmente sugerente de la institución que representa, concentrada en el orden público.
Uno de los elementos claves en la formación de la imagen es la utilización del color negro, un granito pulido que reviste el exterior del edificio, cubriéndolo con el necesario nivel de solidez que requiere una de las instituciones clave en el sistema de aplicación de la ley en el país. El concepto del color adquiere en la obra arquitectónica de Kęstutis Lupeikis un papel destacado, ya que es conocido no sólo por su arquitectura sino también por sus trabajos artísticos como pintor. Conceptualmente la aplicación del color negro en la Sede de la Fiscalía de Vilnius, contribuye a la resolución general del edificio, cualquier otro color sería, en este caso, una estetización formal, simple, una búsqueda de la “belleza” incompatible con las características específicas del objeto.
La utilización del negro en el cubo que forma el edificio está conceptualmente complementada con un ritmo de ventanas oblicuas que otorgan unidad y dinamismo al carácter estático del edificio, le otorgan una impresión visual de movimiento, un cambio y una cuarta dimensión, agregando unas cualidades atípicas a la forma estática, la activan convirtiéndola en una “hiper superficie”. En este caso “hiper” se refiere a un nuevo concepto que describe una condición compleja de superficies arquitectónicas.
Objetivo
El objetivo era buscar un resultado conceptual con alta calidad artística que no se rindiera al medio ambiente y se disolviera en el fondo. El «Cubo Negro» parece expresar el deseo de ser visto, y no se mezclan con los edificios grises que lo rodean, sino para “fijar” un nuevo tono, una melodía para el territorio a la vez que pausa, un punto negro que encarna la búsqueda del silencio en medio del ruido de la ciudad.
Espacios
El desarrollo del proyecto se vio influenciado por la finalidad prevista para el edificio y su función en el contexto socio político del país. Debía expresar el carácter específico de la Fiscalía como institución, pero también la pureza de la idea arquitectónica, su forma, claridad, perfección en las proporciones y capacidad de respuesta.
Sus 18.800m2 se distribuyen en 13 plantas, 10 sobre el nivel del suelo y 3 subterráneas.
Plantas subterráneas
Las instalaciones técnicas, archivos y aparcamiento para 134 vehículos se encuentran en las plantas subterráneas.
Planta baja
La entrada principal tiene una aparente baja altura, aunque proporcionada, de tal manera que subconscientemente crea la sensación de tener que inclinarse para entrar, haciendo que los visitantes experimenten una sensación de respeto. Esta sensación se ve reforzada por la aplicación de elementos de impacto psicológico como es la estructura en si misma, un cubo negro masivo “apoyado” en una base transparente de vidrio.
Todas las entradas del edificio, el vestíbulo, la recepción, la entrada de seguridad del personal, las salas de profesores, y la cafetería se encuentran en la planta baja.
Plantas superiores
Las oficinas de la fiscalía ocupan las plantas superiores.
Por encima del hall de la planta baja, se abre un espacio interno que conecta todas las plantas, un atrio del que “cuelgan” las salas de conferencias y de reuniones. Este espacio es el “corazón” y “cerebro” del edificio. Las salas tienen una forma geométrica primaria transformada con cúpulas de doble curvatura en la parte superior e inferior.
Materiales
Se utilizaron medios mínimos para lograr la máxima sugestionabilidad y expresividad, tal vez emulando el “Menos es más” de Mies. Hay una mezcla de rigor, sencillez y moderación en este trabajo.
En su construcción se utilizaron elementos comunes, hormigón armado, piedra, madera, vidrio y metal. El interior sigue la tónica, recurriendo para los acabados internos a materiales simples y de fácil utilización que aseguraran un buen nivel estético.