Termas de Caracalla
Introducción
Este complejo fue iniciado por el emperador Séptimo Severo en 206 D.C y completado por Caracalla entre 212-217 DC.
El emperador Caracalla sentía la necesidad de perpetuarse a través del tiempo igual que sus antecesores habían logrado con el Foro Trajano, el Coliseo de Roma o el Phanteon entre otros. Para conseguirlo puso todo su empeño y una gran cantidad de dinero en la construcción del mayor centro de baños jamás conocido hasta entonces, las termas de Caracalla.
Posteriormente, otros emperadores como Elagábalo y Alessandro Severo complementaron la obra o la refaccionaron. El edificio fue destruido por un terremoto en 847, aunque ya desde 537 no podía ser usado ya que los canales de agua fueron destruidos.
El complejo podía acoger cómodamente a casi 2.000 personas a la vez.
Las Termas de Caracalla permanecieron un funcionamiento hasta el 537 d.C. cuando el catolicismo prevaleció y prohibió el uso de los baños como entretenimiento.
Varias de las gigantescas bañeras de mármol, esculpidas en un solo bloque, se trasladaron al centro de Roma para ser usadas como fuentes. Su escultura más famosa, el grupo llamado «Toro Farnesio», se conserva en el Museo Arqueológico de Nápoles.
Actualmente, las extensas ruinas de estas termas son una atracción turística importante. Aunque fueron despojadas de sus esculturas y demás riquezas desde fecha temprana, se conservan aún grandes fragmentos de mosaicos, algunos de ellos correspondientes a la planta superior del edificio, que se desplomó.
Situación
En el siglo III a. C., en la zona en que serían edificadas las termas, había un amplio estanque conocido como Piscina Pública. Cuando en el siglo III d. C., los baños fueron terminados e inaugurados, se encargaron de reemplazar a la antigua piscina.
El conjunto ocupa una extensión de 13 hectáreas y se ubica al inicio de la Vía Apia, Roma, Italia. El edificio principal tenía 228 m de largo por 166 de ancho y 38.5 de alto
Actualmente, los restos del complejo se encuentran entre la Viale Aventino (avenida Aventino), y la Viale delle Terme di Caracalla (avenida de las Termas de Caracalla).
Abastecimiento de Agua
El agua era traída de los manantiales de Subiaco, a 100 km de Roma, a través del acueducto Aqua Marcia y de allí se abastecía un ramo especial llamado Aqua Antoniniana.
El agua llegaba a una enorme cisterna dividida en 18 compartimientos y una capacidad de 80,000 m3. Desde allí bajaba por gravedad a unos tubos y atravesaba los jardines rumbo al edificio.
Existían tres redes de túneles, hechos para facilitar la inspección y mantenimiento de las instalaciones: para agua, desagüe y almacenamiento de madera, que era usada en cerca de 50 hornos para calentar el agua.
Los Hornos
El problema del abastecimiento fue fácilmente resuelto, pero calentar el agua fue un problema más complejo.
La solución consistió en un horno interior y otro exterior, en el cual se encontrarían los esclavos avivando las llamas. En función de la habitación a la que estuviera destinada, las aguas se calentaban a una temperatura o a otra. Para mejorar la difusión del calor, se construyó el sistema del hipocausto, bastante práctico y eficaz.
Concepto
Las termas de Caracalla nacen del deseo de un emperador de perpetuarse a través de la historia como alguien importante y poderoso.
Existiendo ya excelentes templos como el Phanteon o complejos para el espectáculo como el Coliseo de Roma Caracalla optó por levantar el mayor complejo de baños conocido hasta entonces.
El complejo adoptó prácticamente todas las técnicas constructivas romanas y hacia alarde de todas ellas.
La velocidad con la que se ejecutó el proyecto junto con la ostentosa decoración era a su vez un símbolo del poderío del emperador.
La Decoración
Tan importante como el diseño fue la decoración.
Además de los ricos y vívidos mosaicos del suelo, los baños fueron decorados con valiosas obras de arte, como por ejemplo el Hércules descansando o el Toro Farnesio.
Los mosaicos no tenían siempre el mismo diseño, en algunas áreas representaban escenas, y en otras motivos geométricos.
Espacios
En el área norte había un pórtico, precedido por una serie de habitaciones en dos niveles, en los cuales, probablemente, se ubicaban varias tiendas.
Aquel pórtico y aquellas habitaciones servían como soporte estructural de la colina celia.
En el lado sur se encontraba el medio estadio, equipado con gradas para los espectadores, y que servían para ocultar las grandes cisternas que había detrás de ellas. En estas cisternas se podía contener un total de 80.000 metros cúbicos de agua. Situadas simétricamente, había dos grandes estancias más que seguramente sirvieron como bibliotecas.
En los lados este y oeste se construyeron dos grandes exedras laterales y simétricas.
En el espacio central había un ábside precedido por una columnata, con pequeñas habitaciones a cada lado, una de las cuales fue edificada con forma octogonal y cubierta por una cúpula.
Las habitaciones de las termas se diseñaron simétricamente en torno al eje central de los baños, siguiendo el modelo habitual de la Roma imperial. A ambos lados había dos entradas que llevaban a los vestuarios o apodyteria, que tenían un corredor central que conducía a dos habitaciones a cada lado con bòvedas de cañón.
El Gimansio
Desde los vestuarios se podía acceder a la palestra (gimnasio), para practicar ejercicios físicos, a cubierto o al aire libre. Los usuarios hacían ejercicios gimnásticos o practicaban la lucha cuerpo a cuerpo, y mano a mano. La zona era un amplio patio sin cubierta, rodeado en tres lados por pórticos, con techo abovedado y suelos de mosaico de espiga.
En el otro lado había un amplio semicírculo. Al finalizar los ejercicios físicos, los romanos podían dirigirse a las termas, usadas conjuntamente por ambos sexos.
El Caldarium
El caldarium tenía una enorme sala circular cubierta por una cúpula, de la que se conservan varios pilares de sujeción. En él se podían tomar baños calientes. La habitación fue diseñada y situada dentro del complejo para recibir la luz del sol a lo largo del día mediante unas grandes ventanas.
El Templarium
Desde el caldarium se pasaba al tepidarium, en donde originalmente se encontraban dos grandes bañeras a ambos lados y donde se podían tomar baños templados. En el centro del edificio estaba ubicada la basílica, cubierta por tres grandes bóvedas de crucería, soportadas por unos imponentes pilares.
El Fridarium
El frigidarium era la última estancia a la que se podía acceder. En ella se podían tomar baños frios. Se trataba de una gran piscina descubierta, hoy sería considerada como una piscina olímpica, que tenía uno de sus muros frente al de la fachada exterior, decorada de nichos con estatuas.
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