Constructora
Dante Bernasconi
Año de Construcción
1957-1958
Pisos
8
Ubicación
Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina

Introducción

A mediados del siglo XX Mar del Plata era una ciudad con muy poco desarrollo urbanístico. El frente costero se caracterizaba por las villas de estilos francés, italiano, inglés y normando, con una notable influencia pintoresquista.

El arquitecto catalán Antonio Bonet, que en aquellos años trabajaba en la urbanización de la ciudad de Buenos Aires, toma como punto de partida el nuevo movimiento latinoamericano, dentro de un contexto internacional de profunda crisis, donde la arquitectura va en busca de respuestas funcionales. Los tiempos de posguerra, los cambios políticos, el flamante y arraigado capitalismo y los problemas de vivienda demandaban una nueva estructura de edificación junto con un incremento en los bienes de consumo. En esos años había una urgencia de entender a la arquitectura como herramienta de transformación social.

Es así que se crea una nueva visión del exterior de los edificios, donde prevalecen nuevos valores de los espacios, por encima de la perspectiva o el orden de las fachadas. El Terraza Palace se relaciona con uno de los modelos de «unidad de habitación» propuestos para el Plan del Bajo Belgrano (Buenos Aires, 1949) y con los proyectos argelinos de Le Corbusier (L’Oued-Ouchoia, 1933).

El Terraza Palace, actualmente declarado Monumento Histórico Nacional, es una de las pocas obras marplatenses del siglo XX que fueron pensadas en armonía con el entorno, siendo aún hoy, ejemplo sobre cómo respetar el paisaje marítimo de la ciudad.

La actitud de Bonet es heroica si se tienen en cuenta las presiones inmobiliarias que recaen sobre esta zona. Las mismas que arrastran decisiones equivocadas, tanto en términos económicos como ecológicos de los propietarios de los inmuebles más bajos que se emplazan detrás de los grandes monstruos, que llegan a tener 40 pisos de altura a metros del mar. Bonet diseña el Terraza Palace con el propósito de generar un prototipo para edificios en altura frente a la línea costera. Lamentablemente, su ejemplo no fue seguido.

La propuesta de Bonet da como resultado un modelo de vivienda colectiva inédita en la producción local de aquellos años. En términos históricos, es el primer exponente de la modernidad que rompe con la tradición de las villas cercanas a la costa. Una delicia contemporánea, proyectada por un genio más preocupado en la elegancia y la armonía que en los réditos de la especulación.

Como dato anecdótico, en Mar del Plata el edificio es conocido popularmente como «la máquina de escribir», un bautismo que cobró mayor difusión que el del verdadero nombre. Esa denominación se originó cuando guías de turismo en recorridos hacia al puerto pasaban por ahí. Con la zona despoblada de otros edificios, la obra llamaba la atención. Ante la falta de información al respecto decían (erróneamente) que tenía la forma de máquina de escribir porque era propiedad de la empresa Olivetti.

La construcción se llevó a cabo entre 1957 y 1958 y el constructor fue Dante Bernasconi. Su slogan de venta en los ’60 fue “aproveche los jardines flotantes frente al mar…”

Situación

El edificio se emplaza sobre el Boulevard Marítimo Patricio Peralta Ramos 5649, con vistas al jardín escalonado de la barranca frente al mar, Mar del Plata, Argentina.

El solar se encuentra en situación de esquina. Si bien en la actualidad Playa Grande es una de las zonas más caras de la ciudad y de gran explotación inmobiliaria, con altas torres, en 1957 era una zona con muy poco desarrollo urbanístico, ocupada sólo por algunas viviendas bajas.

Concepto

El planteo acompaña la topografía del paisaje, con una fuerte pendiente hacia el mar en forma de jardín escalonado.

El recurso de ir escalonando los niveles permite a todos los departamentos tener una excelente iluminación y que su cono de sombra sobre las playas disminuya considerablemente.

Se distingue un riguroso orden compositivo y una colección de elementos modulados como brisoleis, columnas y losas de hormigón.

Se apoya en una de las medianeras, dejando exentos las otras tres caras.

El proyecto se define en ocho niveles, desarrollado en forma de terrazas que se retraen desde la línea municipal de edificación a medida que ascendemos de nivel. El escalonado comienza en la tercera planta de viviendas.

Espacios

El edificio se compone de ocho niveles que contienen las 40 unidades habitacionales, ubicadas perpendicularmente a la fachada principal.
La planta baja contiene un gran hall vidriado y varias zonas verdes. Apoyándose sobre la medianera paralela al mar, está ocupada por una franja de viviendas.

Departamentos

Las plantas de viviendas se organizan a partir de tres núcleos verticales que resuelven el acceso a dos departamentos cada uno.

El escalonado sobre el frente marítimo provee una excelente iluminación de los departamentos. La iluminación de las plantas posteriores está resuelta con patios de doble altura.

Cada departamento tiene su expansión hacia la costa, enmarcada por el brisolei o parasol del frente. Originalmente, las terrazas estaban pensadas como jardines, pero fueron reemplazados por pisos convencionales ya que el clima marítimo no es el indicado para mantener en condiciones la vegetación, especialmente por las lluvias que, además de constantes, no alcanzaban a drenar en su totalidad.

En el acceso del edificio se encuentran dos famosos sillones BFK, diseñados por los arquitectos Antonio Bonet, Jorge Ferrari-Hardoy y Juan Kurchan. El prototipo fue desarrollado en 1939, y pronto se transformó en un ícono moderno para los espacios interiores. Desde 1950, el sillón integra la colección del Museo de Arte de Nueva York y está incluido dentro de los 100 mejores diseños industriales de los tiempos modernos, según el Institute of Design del Illinois Institute of Technology.

Estructura

Se utilizó una estructura independiente de hormigón armado.

Video

 

Planos

Fotos

Fotos WikiArquitectura (Septiembre 2017)

Otras fotos