Arquitecto reforma
Pierre Barbe, Michel Goutal
Año de Construcción
1929 – 1932
Reformado en
1950, 2015
Longitud
60m
Pisos
2
Área construida
3.800m2
Ubicación
Croix, Lille, Francia

Introducción

Este manifiesto arquitectónico es una obra maestra del Movimiento Moderno. Obra del arquitecto Robert Mallet-Stevens, fue realizada para el industrial textil Paul Cavrois y su familia ente 1929-32, quienes la habitaron hasta 1987.

Sus formas geométricas poco convencionales y su revestimiento de ladrillo de color arena la convirtieron en una villa única y moderna, aunque impopular entre sus vecinos más conservadores.

Fue habitada por la familia hasta 1939 pues al avanzar el ejército alemán se vieron obligados a abandonar el Norte de Francia. La villa fue utilizada como cuartel por los ocupantes alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

La familia Cavrois regresó en 1947. A petición de Pablo Cavrois, el arquitecto Pierre Barbe reformó la casa durante la década de 1950 con el fin de alojar a la familia de sus dos hijos Paul y Francis. Paul Cavrois murió en 1965 seguido por su esposa en 1985. El mobiliario fue vendido rápidamente y la villa comprada por una empresa inmobiliaria que planeaba demolerla y parcelar su gran jardín para construir bloques que finalmente no se realizaron. Durante años el lugar permaneció abandonado y deteriorado

Durante casi tres décadas, uno de los mejores ejemplos franceses de la arquitectura residencial modernista estuvo abandonado y en peligro de demolición. Tras un acto de rescate de 23 millones de euros, Villa Cavrois reabre sus puertas. Declarado monumento histórico en 1990 gracias a la movilización ciudadana, fue adquirido por el Estado en 2001. En 2003 fue sometido a una gran restauración a cargo de la DRAC Nord-Pas-de-Calais y retomado, entre 2008-15, por el Centro de Monumentos Nacionales, bajo la dirección del arquitecto Michel Goutal.

Ubicación

La villa está situada en Croix, 60 rue John Fitzgeral Kennedy, cantón de Roubaix Oeste, en el norte de Francia, Lille, en la región de Norte -Paso de Calais, cerca del parque Barbieux, en la llanura de Beaumont.

Concepto

Visión simetrica Villa Cavrois

Según Paul-Hervé Parsy, administrador de la propiedad, “…la villa está influenciada por la modernidad del Adolf Loos y Josef Hoffman…“, aunque la organización espacial también se basa en la concepción del siglo XVIII. Esta contradicción entre modernidad y clasicismo hacen de este castillo único y moderno un excepcional ejemplo de “obra maestra”.

Las formas geométricas del edificio y los revestimientos de ladrillo de color arena dieron como resultado un carácter moderno intransigente que era impopular en ese momento entre sus vecinos conservadores. Las habitaciones fueron arregladas según su función y equipadas con las últimas tecnologías, incluyendo teléfonos, relojes eléctricos, calefacción central y ascensores, lo que la convierte en el epítome de la vida moderna de lujo.

En un principio Paul Cavrois había encargado a un arquitecto local, Jacques Greber, la construcción de su casa siguiendo el estilo de la región. Pero en 1925 conoció las propuestas Cubista que Robert Mallet-Stevens, amigo de Le Corbusier, Pierre Chareau y otros enamorados del Estilo Internacional y del movimiento holandés De Stijl, que presentó en la Exposición de Arte Decorativo de París y en 1929 decidió encargarle a él el proyecto. Previamente Cavrois viajó con Mallet-Stevens a Bruselas donde descubrió el Palacio Stoclet diseñado por Joseph Hoffman y a Hilversum en Holanda para examinar el Ayuntamiento, diseñado por Wilem Marinus Dudok, sirviendo este viaje como importante fuente de inspiración para la futura villa.

Diseño arquitectónico

Planta baja

El diseño de la villa fue pensado como reflejo de la visión que Paul Cavrois tenía de cómo se organizaría la vida familiar, cómo se podría caracterizar a las personas que vivían en ella, cómo se moverían alrededor del edificio y cómo todo ello podría reflejarse en  una decoración para su vida cotidiana. Cavrois quería una clara distinción entre las áreas separadas de la casa, especialmente entre las zonas de los padres y la de los niños.

Organizado en torno al gran vestíbulo de entrada el ala este está el dominio de los padres, el ala oeste de los niños y el personal de la casa. También da acceso a las salas principales donde se reúne toda la familia, el salón, el comedor principal y un comedor más pequeño para los hijos, relacionado con el jardín por una escalera exterior. La elección de los materiales y el mobiliario se hizo eco de esta jerarquía de espacio. La simplicidad y la funcionalidad prevalecieron en los muebles de toda la casa, con el lujo que sólo se expresa en la riqueza de los materiales utilizados. Dentro del movimiento moderno, es un singular ejemplo de la relación entre la arquitectura y la decoración.

La modernidad de Villa Cavrois se expresó a través de la simplicidad de volúmenes, el amarillo azafrán del revestimiento de ladrillo, el metal fino de los marcos de las aberturas, las masas arquitectónicas organizadas para articular los planos verticales y horizontales, el juego de terrazas escalonadas y la presencia de ventanas en la esquina.

Espacios

Al diseñar la villa, Mallet-Stevens no se limitó a la disposición de los volúmenes arquitectónicos, también diseñó todo el mobiliario interior hasta el más pequeño mueble. En esto, llevó al límite el concepto de «obra completa» que defendió en la Unión de los Artistas Modernos. Esta obra completa también debe mucho a su experiencia como diseñador para el cine.

En los espacios ceremoniales, Mallet-Stevens opta por materiales de lujo, implementados con cuidado, refinamiento y simplicidad, mármol y maderas nobles, aunque sin ostentación. En las áreas de servicio, tales como cocinar, el lavadero y los baños Mallet-Stevens hace hincapié en la higiene y funcionalidad, dotándolas también con amplias ventanas, algo nuevo en esos momentos.

Interiores

Los interiores de la Villa Cavrois tienen similitudes con los que diseñó unos años antes para las películas de Marcel L’Herbier. Según el arquitecto, la decoración del hogar y un entorno de vida, debe reflejar la psicología de quienes la habitan, en este caso una familia burguesa.

Villa Cavrois es una forma horizontal que se corta en el centro tanto con un pivote vertical semi cilíndrico, como con su triple ventanal, y como sistema subyacente el diseño de varios espacios. Sus proporciones son imponentes y dispuestas según los principios de los castillos del siglo XVII, simétricamente a lo largo de ejes. La Construcción tiene aproximadamente 60m de largo y 3,800m² de suelos, 1,800m² para espacios de vivienda y 830m² de terrazas.

La estética de la villa diseñada por Mallet-Stevens es moderna, sin embargo, su plano pertenece a la tradición del castillo francés. La distribución entre las dos alas simétricas ubica las estancias de los padres por un lado y las de los niños y domésticas por otro. El comedor de los padres comunica con el hall-salón por una puerta corredera y disfruta de un gran ventanal con vistas al parque.

Las salas de recepción en el corazón del edificio principal, se extienden por los caminos del parque y el espejo de agua. La villa y sus terrenos están firmemente arraigados en una organización espacial muy controlada, que resulta de un importante trabajo sobre las proporciones, y que dio lugar a la definición de una «trama reguladora».

Si bien todas las habitaciones de la villa se benefician de tecnologías avanzadas, teléfonos inalámbricos, ascensor o calefacción central, esta modernidad culmina en la cocina, que tiene un refrigerador, una cocina de gas, un “dumbwaiter” eléctrico (montaplatos) y tres entradas de agua: una para agua fría, una para el agua caliente y una tercera para el agua descalcificada. La desproporcionada campana extractora ilustra la importancia del equipamiento doméstico en una mansión moderna diseñada por Mallet-Stevens. El espacio está pensado para optimizar cada movimiento. El mobiliario diseñado por Mallet-Stevens cumple con este requisito. En la despensa, los armarios curvos siguen la forma de la pared.

Exterior

Fachada

La villa Cavrois tiene dos fachadas de dimensiones imponentes. La fachada norte, más austera, evoca la silueta de un barco. Al sur, la fachada que da al jardín funciona como una cortina de teatro, levantándose a lo largo de la terraza.  

Fachada este y oeste

Los detalles tanto de la villa como de los jardines se desarrollan con un diseño meticulosamente controlado en cuanto a proporciones, con una definida “forma reguladora”. El tamaño de una placa externa de ladrillo color amarillo fue tomada como unidad de referencia para las dimensiones de la villa, anchura, altura y profundidad.

En los espacios ceremoniales, Mallet-Stevens opta por materiales de lujo, implementados con cuidado, refinamiento y simplicidad, mármol y maderas nobles, aunque sin ostentación.

En las áreas de servicio, tales como cocinar, el lavadero y los baños Mallet-Stevens hace hincapié en la higiene y funcionalidad, dotándolas también con amplias ventanas, algo nuevo en esos momentos.

Terrazas

Las escalonadas terrazas acentúan las fachadas y destacan las líneas horizontales de los volúmenes. Con sus barandas blancas evocan las cubiertas de un barco y crean miradores hacia el parque y sus alrededores. En la planta superior, la pérgola sirve más como elemento decorativo que para la protección solar. En los días soleados, su sombra proyectada sobre las paredes hace hincapié en los grandes volúmenes de la villa.

Belvedere

La torre central alberga la sala de fumadores, la Escalera de Honor y en la planta superior, un belvedere que ofrece una vista dominante de los alrededores. Este mirador con evocación medieval y una alusión a las torres de control del aeropuerto, es una señal en el paisaje plano. La silueta de la torre proporciona un contrapunto vertical a los volúmenes horizontales de la arquitectura. Este elemento se hace eco del belvedere de la Villa Poiret y de la torre del reloj en pabellón turístico que Mallet-Stevens diseñó para la exposición de 1925.

Parque

El parque que rodea la villa también fue diseñado por Mallet-Stevens. Heredero de los jardines formales del siglo XVII, el parque ofrece, con sus callejuelas y su espejo de agua, una extensión de las líneas y dimensiones de la villa.

Originalmente se extendía más de 5 hectáreas, pero a consecuencia de la subdivisión que se realizó en 1990 se ha reducido a un poco menos de la mitad. Con la restauración se ha recuperado el espacio central y el espejo de agua, verdadero punto de equilibrio del parque. Este estanque con 72m de largo es una extensión de la gran sala y la entrada circular al norte. Esta entrada circular fue diseñada para facilitar la circulación de los vehículos de motor cuando acudían a dejar a los huéspedes en la villa. Los visitantes salen del coche bajo el porche y el conductor continúa en la calzada circular para girar.

Piscina

La piscina con 27 metros de longitud, marca la modernidad de la propiedad. Responde a una preocupación por la higiene, la salud y el deporte que caracteriza el programa de la villa. La proximidad de la caldera, adyacente al estanque, mantiene el agua a una temperatura agradable.

Materiales

Ladrillo amarillo

En 1930, Mallet-Stevens y Paul Cavrois visitaron el Ayuntamiento de Hilversum, en los Países Bajos, cuyo revestimiento de ladrillo amarillo les resultó moderno para ese momento. Mallet-Stevens hizo 26 moldes diferentes, a partir de una muestra traída de este viaje, para obtener ladrillos que se adaptasen a todas las situaciones, esquinas y curvas. Mientras que los ladrillos eran todavía un material tradicional en la región, su puesta en práctica en la Villa Cavrois es audaz, el revestimiento asegura volúmenes uniformes y acentúa la apariencia espectacular del edificio. El revestimiento sigue un riguroso protocolo en el cual la línea horizontal son ahuecadas y pintadas de negro y el señalador vertical fue ejecutado de tal manera que pareciera invisible.

Las líneas horizontales son dominantes en la silueta de la villa: se destacan por las muchas terrazas y cómo se ha manejado el revestimiento de ladrillo. Este acercamiento radical del revestimiento da unidad al edificio como un todo.

Ventanas

En línea con el programa del cliente, que requería aire y luz, Mallet-Stevens realizó grandes aberturas en las fachadas con grandes ventanas. La modernidad de Mallet-Stevens se expresa por el tamaño de los ventanales, así como por la elección de ventanas de guillotina de inspiración norteamericana. La ventana de la esquina de la escalera de honor, al igual que las otras aberturas, ofrece una vista particular del parque.

Decoración

Mallet-Stevens prestó gran atención a la decoración y uso de materiales en los interiores. En cumplimiento con las teorías de la UAM (Union des Artistes Modernes), abogó por la simplicidad de la forma y la decoración, y el uso de técnicas y materiales industriales tales como el vidrio, el metal y el acero. El metal se encuentra en todas partes, por ejemplo en los accesorios de iluminación y pantallas del radiador. Como materiales nobles se usan varios tipos de madera y mármol provenientes de varios países, particularmente de Italia, Bélgica y Suecia. La forma exacta en que se utilizan varía de una habitación a otra. Muebles realizados con mármol verde procedente de Suecia y chapa de madera de peral barnizada en el comedor de los familiares, mientras que en la gran sala se utiliza el mármol de Sienna con muebles de nogal, y así sucesivamente.

La villa reunió las más avanzadas tecnologías convirtiéndose en un “choque estético” entre el trabajo de arquitectura residencial tradicional y la arquitectura modernista. El artista Richard Klein la describió como un “modernismo sintético” para el período.

Su estructura está realizada en hormigón armado, con amplias ventanas, iluminación indirecta, ventilación, teléfono inalámbrico en cada habitación, calefacción central y un ascensor desde el sótano. Los trabajos fueron realizados por especialistas cualificados y Mallet-Stevens supervisó la instalación de los electrodomésticos, en particular los de la cocina y lavadero que incorporaban la última tecnología.

La higiene era la principal preocupación de Mallet Stevens en el diseño de la cocina. El arquitecto optó por superficies blancas y fácilmente lavables. El piso de tablero blanco y negro es su discreta firma. Mallet-Stevens equipó la cocina con sillas que él diseñó en 1930 en colaboración con la compañía de Tubor que posee la patente. Compuestas por tubos metálicos, las sillas Tubor son simples y prácticas además se apilan fácilmente. Reproducibles en serie y accesibles al mayor número de personas, ilustran perfectamente los objetivos de la UAM para la unión del arte y la industria. Mallet-Stevens las usa repetidamente en sus diseños, con varias variantes. Las patas de metal cromado de las mesas de la cocina fueron producidas en los talleres de Jean Prouvé.

Iluminación

Para los aparatos de iluminación, Mallet-Stevens llamó a André Salomon, ingeniero de iluminación, con quien colaboró mientras trabajaba en el diseño de tiendas. Juntos, explotaron las posibilidades de iluminación indirecta incorporada, que era completamente innovadora en la arquitectura doméstica. Para el comedor, se diseñó un reflector en yeso decorativo, bajo el que se fijó un largo carril redondeado en aluminio pulido. Los volúmenes de la carcasa crean ritmo para que la propia luz se convierta en un material por derecho propio. 

Planos

Fotos

Fotos archivo

Otras fotos

Situación
Sótano
Planta baja
Planta primera
Plantas y alzado
Sección
Distribución
Fachada este y oeste
Visión simetría Villa Cavrois
1939
Villa Cavrois
Chimenea salón
Chimenea despacho