Casa Sonneveld
Introducción
La Casa Sonneveld, diseñada por los arquitectos Leendert van der Vlugt y Johannes Andreas Brinkman, para Albertus Sonneveld, directivo de la Fábrica Van Nelle, es un claro ejemplo de los principios de la Casa Máquina teorizada por Le Corbusier y representada en los países bajos por el Nieuwe Bouwen, la rama holandesa del funcionalismo. Se trata de una casa cómoda como una máquina, diseñada pensando en sus habitantes, eficiente e higiénica, que gracias a los nuevos materiales puede suministrar luz, aire y el espacio necesario para vivir en el más completo bienestar psicofísico, respondiendo de este modo a los cinco principios que Le Corbusier estipuló en su libro «Hacia una nueva arquitectura», en 1921.
Rehabilitación
La amplia documentación escrita, fotográfica y filmada que se ha conservada del edificio ha permitido que en 1999 la fundación para el cuidado de los monumentos históricos, V.H.N., de Rotterdam, conjuntamente con el Netherlands Architecture Institute iniciara las obras de restauración. Gracias a que la casa nunca fue modificada estructuralmente y a la documentación aportada, la Casa Sonneveld ha recuperado su aspecto original y se ha convertido en una casa museo, monumento de la arquitectura funcionalista holandesa.
Situación
La Casa Sonneveld está situada en Jongkindstraat 6, barrio de viviendas unifamiliares en Rotterdam, Holanda. El barrio está situado al oeste del canal Westersingel que corre perpendicular a la directriz del puerto, llegando casi hasta la estación central de la ciudad, siendo por lo tanto, importante en la organización del centro. Tanto el barrio como el canal están bajo el nivel del mar.
La parcela, completamente plana, limita al norte con la Rochussenstraat, una arteria principal de la ciudad, a la cual Van der Vlugt pegará la casa, y al oeste con una calle secundaria que le servirá de acceso. A este y a sur limita con otras parcelas que recibirán más vivienda unifamiliar de lujo.
Concepto
La Casa Sonneveld ilustra cómo la influencia de las nuevas tendencias en la arquitectura fueron recibidos por la clase media alta.
Descripción
Los principios de la Nieuwe Bouwen, la nueva rama arquitectónica del funcionalismo en los Países Bajos, están claramente puestos de manifiesto en la Casa Sonneveld.
Amplias bandas de ventanas cruzan las fachadas del frente y posterior permitiendo la entrada de luz natural en todos los ambientes de la casa. Numerosas puertas se abren directamente al jardín o a los balcones facilitando el uso intensivo del espacio circundante, cumpliendo de este modo los principios de la Nieuwe Bouwen de abrir la casa al mundo exterior, otorgándole la capacidad de disfrute en sintonía con las exigencias “higiénicas” del estilo de vida moderno. Desde el jardín una escalera caracol exterior metálica comunica primer piso.
Antes de realizar el diseño, los arquitectos estudiaron detalladamente la vida de todos los miembros de la familia, para de ese modo acabar las diferentes habitaciones según el miembro que la iba a ocupar. Las habitaciones del personal de servicio estaban estrictamente separadas.
Espacios
La casa está distribuida en tres plantas pegadas a la Rochussenstraat. La vivienda se abre a tres vientos y es casi ciega a norte, tanto por el clima como por la propia Rochussenstraat y su intensidad de tráfico.
Planta baja
En la planta baja se encuentra el garaje, el recibidor, la zona de servicio y un estudio. Esta planta está en contacto directo con el jardín.
Planta primera
En el primer piso, en un espacio abierto que se puede dividir con puertas correderas, se hallan el salón, la biblioteca y el comedor comunicado directamente con la cocina, otros comedores, un espacho abierto, baños y un office.
Una ventana corrida a sur-oeste los organiza casi todos. A sur-este una escalera de caracol conecta este sistema con el jardín de la planta baja. La cocina se dispone a norte, en el ala paralela a la Rochussenstraat.
Planta segunda
En el segundo piso están los dormitorios de los cuatro componentes de la familia, dos cuartos de baño de lujo, la habitación de invitados con su cuarto de baño privado y dos terrazas. Brinkman y Van der Vlugt no solo se ocuparon del proyecto del edificio sino también de los detalles de interior, de la distribución de las habitaciones a la disposición de los muebles, incluso colaboraron en la elección de los colores, realizaron todo conforme con las exigencias de los habitantes.
Más arriba, una terraza-jardín.
Estructura
Se trata de una planta libre de muros de carga, con paredes exteriores sin función estructural.
La Casa Sonneveld cuenta con una estructura portante de metal con forjados de hormigón armado: esta técnica de construcción, moderna para aquella época, hace que los muros portantes sean superfluos y otorga una mayor libertad en la distribución de los espacios interiores y de las aperturas hacia el exterior.
Las paredes interiores se limitan a actuar como tabiques de separación entre habitaciones. Siguiendo el concepto de Le Corbusier que abogaba por una “vida elevada”, haciendo referencia a levantar la casa del suelo, la Casa Sonneveld ubica las áreas de vida en el primer y segundo piso, destinando la planta baja a un garaje, el servicio y poco más.
Materiales
Leendert van der Vlugt y Johannes Andreas Brinkman también se encargaron del diseño interior y los diferentes completos. Para el mobiliario, seleccionaron principalmente muebles del diseñador/fabricante Gispen y tejidos de la empresa de Metz & Co. La casa estaba equipada además con la tecnología más actualizada para el hogar.
En principio, la casa disponía de una serie de comodidades muy tecnológicas para aquella época: el sistema de hilo musical que permitía escuchar la radio en todas las habitaciones, el montacargas que subía la leña para la chimenea desde el trastero a los pisos superiores, un timbre eléctrico colocado en la mesa para llamar al servicio durante las comidas e, incluso, una ducha de diez chorros para darse un masaje corporal.
Los pavimentos de las plantas superiores sería de moqueta de diferentes colores en los dormitorios. En los baños y la cocina el suelo fue cubierto con baldosas de diferentes tonalidades. La paredes fueron pintadas con diversos colores según a que miembro de la familia estuviese destinada, van desde el blanco roto hasta una paleta de colores poco armónica. En el dormitorio principal, la cabecera de la cama está pintada en color oro.
En la sala que el propietario pidió para que las mujeres pudiesen bailar, el pavimento es de parquet, sólo en esta sala se utilizó madera para el suelo.