Casa Alice Millard
Introducción
La Casa Alice Millard, también conocida como La Miniatura, es una obra del arquitecto Frank Lloyd Wright (1867-1959) llevada a cabo en 1923-1924 para la mujer de George Madison Millard. Forma parte del conjunto de casas que el arquitecto hizo en los años veinte en California y que se caracterizan por el uso de los bloques de hormigón, que Wright llamaba bloques textiles. Este proyecto fue reconocido por el propio Wright como su primera “Casa Usonia”, y también fue en ella donde el arquitecto utilizó por primera vez su sistema constructivo de bloques de hormigón.
La Casa Alice Millard nace de la unión de tres factores: Frank Lloyd Wright, Alice Millard y el emplazamiento. El arquitecto ya había trabajado previamente con los Millard. En 1906 construyó una casa para George Madison Millard, coleccionista de libros y amigo de William Morris, y su mujer en Highland Park, Illinois. Tras la muerte de su marido, Alice se mudó en 1918 a California y empezó a dedicarse a la venta de libros raros y de calidad, especialmente los de Kelmscott Press.
Wright, que ya había experimentado con los bloques de hormigón en la casa Hollyhock, no estaba satisfecho con el uso meramente decorativo de éstos. Tras su viaje a Japón volvió con renovada motivación para mejorar el sistema de los bloques de hormigón. Su objetivo era unir la arquitectura a su material y método de construcción.
Así, Wright y Alice Millard se reencontraron. El arquitecto respetaba y apreciaba a la señora Millard por su sentido artístico y porque además estaba abierta a oír propuestas del arquitecto y al uso de nuevas ideas como los bloques textiles. Wright también recordaría años más tarde lo orgulloso que estaba de sí mismo por tener un cliente que, tras encargarle una obra y vivir en ella, volvía a recurrir a él para construirse una segunda casa.
La señora Millard había comprado una parcela para la construcción de la casa, sin embargo, Wright la convenció de que la parcela vecina, donde había un barranco, era mejor. Los trabajos comenzaron en 1923. El proyecto era para una casa/estudio que cubrieran las necesidades del negocio de Alice Millard, la venta de libros. Además el arquitecto tenía que ajustarse a un presupuesto bajo.
El sistema de construcción de los bloques resultó estar a la altura de las expectativas de Wright y éste lo usó en las casas que realizó los siguientes años: la Casa Ennis, la Casa Storer y la Casa Freeman; todas ellas en la zona de Los Ángeles. Alice Millard también quedó muy satisfecha con el resultado. Wright describiría la obra como “una expresión distinguida y genuina de California en términos de industria moderna y vida americana”. Alice Millard la llamaría simplemente “La Miniatura”.
El negocio de la señora Millard fue prosperando y para dar respuesta al crecimiento de éste y a las visitas de estudiantes que querían aprender de ella, mandó construir un estudio en la parte trasera de la casa. Wright pasó este encargo a su hijo Lloyd, quien lo terminó en 1926 siguiendo el estilo del proyecto de su padre. El conjunto se adentró así más en la parcela acercándose al estanque.
Alice Millard murió en 1938 siendo respetada por su labor y contribución en el crecimiento cultural del sur de California. El hecho de que estuviera dispuesta a abrir su casa a estudiantes y amigos ayudó a formar una red de conocimiento entre amantes de los libros, gente con ideas similares y el entorno de Frank Lloyd Wright. La coincidencia del arquitecto y la señora Millard en el tiempo y la elección del solar adecuado, hicieron posible la creación de una de las obras más conocidas por los estudiantes de arquitectura moderna.
Un hecho que demuestra la importancia de esta obra en el conjunto de la carrera profesional de Wright, es que el arquitecto visitaba la construcción cada día, inspeccionando la mezcla de del hormigón por sí mismo. También contó con trabajadores no especializados, otra novedad. Debido a su supervisión constante, Wright se dio cuenta de una cualidad estética más de los bloques textiles. La mezcla del hormigón hacía que éstos adquiriesen tonalidades distintas según les incidiera la luz del sol. Una muestra más de que esta obra tiene un puesto relevante en la carrera del arquitecto es que a parte de la cantidad de tiempo que éste dedicó a la construcción del proyecto, también invirtió una cantidad considerable de dinero para verla completada. Además, en su autobiografía dedicó muchas páginas a la explicación de todos los detalles del proceso de diseño y construcción de la obra con la que consiguió unir construcción y arquitectura.
Los segundos dueños de la casa, Donald y Genevieve Daniels, la mantuvieron muy bien durante los 35 años que la tuvieron. En 1993 la casa y los jardines fueron rehabilitados por la nieta de los señores Daniels, Nicole, quien llamó a Offenhauser/Mekeel Architects para la obra. En esos momentos solo se habían hecho dos alteraciones a la casa original: la adición de detrás del estudio hecha en 1926, siguiendo el estilo de Wright; y el garaje de 1931, también diseñado para adecuarse a la imagen del conjunto.
Wright deseaba conseguir un uso más creativo de los materiales industriales. Con este proyecto consiguió emplear el material de construcción más barato de una manera arquitectónica. La forma de La Miniatura nació de la tecnología tal como dijo el arquitecto “un sistema de construcción de edificios como base para la arquitectura”.
Las casas que Wright construyó con sus bloques textiles no tuvieron una buena aceptación por parte del gran público de la época. Muchos se preguntaron cómo una persona con medios económicos podía querer una casa hecha con el más burdo de los materiales de construcción. Especialmente críticos con éste sistema fueron los arquitectos que se habían formado en el contexto de las escuelas Beaux-Arts. Sin embargo, Wright estaba muy orgullosos de su obra e incluso llegó a decir que “preferiría haber construido esta pequeña casa que San Pedro en Roma”. El aprecio por esta casa de Wright llegó años más tarde y hoy en día es considerada una de sus mejores obras. En 1965 el columnista de arte Seidenbaum escribió en Los Angeles Times: “Ambientalmente, el lugar es fascinante porque todavía parece moderno en un vecindario que es bonito pero que se está haciendo viejo. O, quizás mejor, la Casa Millard no tiene tiempo y está en su propio lugar”.
En 1969 se incluyó La Miniatura en el grupo de los doce sitios emblemáticos de la zona de Los Ángeles. El 30 de agosto de 1976 la Casa Alice Millard fue incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos con el nombre de “La Miniatura” o “The Millard House”. En 1980 el New York Times apuntó que la casa ya era reconocida mundialmente y que por lo tanto era uno de los pocos edificios en Los Ángeles que se había convertido en un clásico de la arquitectura del siglo XX. Tras varios años de restauración, la casa es ahora propiedad de David Zander, presidente y cofundador de Morton Jankel Zander, Inc.
Situación
La casa se sitúa en el número 645 de Prospect Crescent en Pasadena, California, Estados Unidos. La parcela, de forma irregular, limita con dos parcelas más, con la Avenida Rosemont y con el Bulevar Prospect. El barrio residencial en el que se ubica la casa se sitúa entre un nudo de autopistas y el estadio Rose Bowl, en el límite de la ciudad y junto al Parque Arroyo Seco.
Concepto
El proyecto de Wright aborda temas como la arquitectura de calidad, la construcción, el emplazamiento, los costes de la obra y la innovación en el diseño.
“¿Cómo entonces, podrías preguntar, puede la gente con medios todavía más limitados experimental la liberación, el sentido de libertad, que viene con la verdadera arquitectura? Este problema probablemente siempre existirá en un sentido o en otro. Pero hemos llegado lejos en solucionar este problema genérico con la casa natural de bloques de hormigón que llamamos “Usoniana automática”. Esta casa Usoniana incorpora innovaciones que reducen muchos de los costes más grandes de la construcción, en particular la mano de obra. Las versiones más tempranas de estas casas de bloques de hormigón construidas en Los Ángeles alrededor de 1921-1924 pueden también ser vistas en las cabañas de Arizona-Biltmore. La Casa Millard fue primero” – Frank Lloyd Wright.
La Casa Millard aúna construcción y arquitectura mediante el sistema de los bloques textiles de hormigón. El sistema constructivo sirve para dar forma a los espacios de la casa, para la construcción de los elementos y además para aportar el acabado tanto del interior como del exterior. La casa también se integra muy bien en el lugar, adaptándose a la topografía, completando el paisaje y acentuando sus cualidades.
Espacios
Ubicada en el Prospect Historic Distric de Pasadena, California, la casa, de unos 220 metros cuadrados, se sitúa en medio de 4.000 metros cuadrados de jardines.
La casa junto con el estudio cuentan con:
- 4 dormitorios
- 4 cuartos de baño
- 2 cocinas
- 1 sala de estar
- 1 comedor
- 2 garajes adosados
La casa y el estudio están unidas a través de un camino cubierto. Ambas estructuras se colocan sobre la base de un barranco en una ladera muy paisajística. Los caminos van bajando de nivel en dirección a la Avenida Rosemont. Fuera de la casa hay un estanque que refleja el acabado geométrico de la fachada. Ésta, configurada por los bloques de hormigón, se integra en el entorno del bosque. La casa, por lo tanto, no está pensada para tomar una posición predominante en el lugar, sino para adaptarse a él, cerrando la panorámica y dirigiendo la mirada hacia la el límite inferior del estanque o hacia el límite superior de las copas de los árboles.
La fachada que da a Prospect Crescent tiene un aspecto de líneas verticales en sombra que recuerdan a los libros del señor Millard, marido de la clienta del proyecto. La entrada está algo retrasada y se configura a base de líneas de inspiración maya. Cuando uno se acerca a la casa parece casi como si acabara de descubrir un edificio maya en medio del bosque. Desde la entrada se ve la puerta de la casa a la que se llega a través de un camino. Respecto a la calle más baja, la que tiene más tráfico, la casa queda camuflada detrás de los grandes eucaliptus.
La Miniatura se organiza en tres plantas unidas por una gran chimenea central. En el interior los espacios son intrincados. Estrechos pasillos se abren a estancias que parecen cavernas iluminadas por la luz natural. Los bloques textiles se abren de vez en cuando en su centro en forma de cruz, donde se inserta un cristal, para dejar pasar la luz del sol. De esta manera Wright consigue filtrar la luz y dejar que ésta entre sutilmente a los espacios interiores. Donde la luz directa no puede llegar, el arquitecto coloca ventanales de techo a suelo. Se consigue así una atmósfera que tiene algo de teatral y que es acentuada por las vistas del exterior que se consiguen a través de plataformas elevadas, balcones, huecos inesperados, puntos de observación escondidos y espacios generosamente abiertos. Robert Twombly llamaba a los espacios de la Casa Alice Millard “patios de recreo para la imaginación”.
La entrada se sitúa en la planta intermedia de la casa, que es la principal. En ésta se encuentra la habitación de invitados y el salón, a doble altura, que incorpora la chimenea central y un gran balcón. Junto a la casa hay el garaje. En la planta superior se encuentra la habitación principal, una terraza, y un balcón que da al doble espacio del salón y que permite ver la terraza exterior. En la planta inferior, bajo el salón, se sitúa el comedor, abierto a la terraza que hay junto al estanque, la cocina y la habitación del servicio, además de espacios de almacenamiento. Las aberturas de la planta superior son mínimas para que el intenso calor de California no sobrecaliente el interior. Las plantas inferiores, al estar más protegidas por la vegetación del solar cuentan con aberturas más generosas.
Estructura
En su autobiografía, Wright hablaba de su deseo de conseguir un sistema de construcción nuevo, los bloques textiles, como base para la arquitectura:
“La forma vendría con el tiempo si un sistema de construcción adecuado y viable viniera primero. ¿Los bloques de hormigón? La cosa más barata (y fea) en el mundo de la construcción. Ha vivido principalmente en la alcantarilla arquitectónica como imitación de “la cara” de la piedra. ¿Por qué no ver lo que podría hacerse con esa rata de alcantarilla? Acero unido a este molde en las juntas interiores y el bloque mismo se convierte en algo mucho más amplio, en un esquema práctico del tratamiento general. Entonces, ¿porque no serviría para una fase de arquitectura moderna? Podría ser permanente, noble, bello. Sería barato… el acero entraría en la masa inerte como un fuerte tensor. El hormigón sería la masa inerte y asumiría la compresión. El hormigón es un material plástico –susceptible a la impresión de la imaginación. Vi una especie de tejido saliendo de él. ¿Por qué no tejer una especie de edificio?… Había usado el bloque de alguna manera como textura en las paredes superiores de Midway Gardens. Si pudiera eliminar la junta de mortero haría del conjunto la estructura mecánica. Podría deshacerme del trabajo cualificado. Creí que podía y empecé “La Miniatura” – Frank Lloyd Wright.
Las paredes de la casa están hechas a base de bloques textiles. Éstas son paredes de carga que funcionan como losas. La estabilidad del conjunto se consigue al unir estos bloques con armaduras de hierro en dirección vertical y horizontal entre cada pieza. Este sistema, además de ser barato, trata el tema del acondicionamiento interior y de la protección contra incendios. Al crear una cámara de aire entre las dos paredes de bloques textiles se aísla mejor el espacio interior, la temperatura es más constante y se consiguen unas mejores condiciones de confort. Además, al ser de hormigón, los acabados interiores son muy resistentes al fuego, a diferencia de los típicos interiores de madera de la época.
Los bloques textiles son cuadrados y tienen unas dimensiones de unos 15 cm de lado y unos 7.5 cm de grosor. A lo largo de los cantos de cada pieza hay hendiduras donde se colocan las armaduras y el mortero para construir los muros. Las piezas se forman con unos moldes. Cada diseño tiene variantes para configurar paredes opacas o paredes que filtren la luz.
“Cogeríamos los bloques de hormigón, los coseríamos juntos con acero en las juntas, y por consiguiente construiríamos unas juntas que estarían llenas de hormigón después de ser colocadas. Las paredes entonces se convertirían en finas pero sólidas losas reforzadas. Haríamos las paredes dobles, una dando la cara al interior y la otra al exterior –espacios huecos continuos entre medio, con lo que todo estaría fresco en verano, templado en invierno y siempre seco. Además, los bloques interiores serían un buen fondo para cuadros antiguos y buenos libros y tapices. En vez de tener una trampa de fuego, mi cliente tendría una casa a prueba de incendios” – Frank Lloyd Wright.
Materiales
La casa cuenta con un diseño de bloque textil liso y uno en relieve. Éste último tiene dos variantes, la maciza y la perforada, muy similar al concepto del bloque prototipo del proyecto de Midway Gardens. Ambos tienen una composición con forma de cruz en el centro y cuadrados superpuestos en las esquinas creando un diseño en relieve que se repite en la pared con la adición de bloques consecutivos. La textura tridimensional de los bloques rompe la monotonía de las paredes planas y añade un juego de luces y sombras a los cerramientos exteriores y a las paredes interiores. El bloque en esquina diseñado para la Casa Alice Millard tenía en origen bordes sobresalientes y bien definidos que se han ido perdiendo a causa del desgaste producido por la exposición a la intemperie. El color y textura del hormigón se asemejan al paisaje rocoso del barranco donde se asienta la casa. Con la elección de este material Wright quiere fundir el edificio con su entorno. Cada bloque textil se crea vertiendo hormigón en un molde de madera, que aporta el dibujo en relieve de la cara vista por un lado y una apariencia lisa por el lado interior de la pared.