Casa Doble en la Weissenhofsiedlung
Introducción
En Stuttgart, Alemania, las ideas de Le Corbusier se enfrentan a las de sus homólogos europeos durante la exposición organizada en 1927 por el Deutscher Werkbund, que tiene una enorme repercusión. Esta asociación dedicada al encuentro del arte y la industria edifica para la exposición «Die Wohnung» (1927),una «Siedlung» (urbanización) experimental en la ladera del Weissenhof.
Mies van der Rohe diseña el plano general y se invita a los más destacados arquitectos modernos alemanes, desde Walter Gropius hasta los hermanos Taut y Hans Scharoun, sin olvidar a Peter Behrens. El vienes Josef Frank, los holandeses Mart Stam y J.J.P. Oud, así como el belga Victor Bourgeois toman parte en una operación muy denostada por la crítica conservadora, que verá en ella una especie de «ciudad árabe» contraria a las auténticas tradiciones alemanas.
La estructura de las conocidas como Casas 14 y 15, diseñadas en el International Style es el trabajo de Le Corbusier en Stuttgart y sirve como un prototipo crítico en el desarrollo y la realización de la identidad arquitectónica del arquitecto suizo, que revolucionaría la arquitectura del siglo XX.
El éxito de la exposición de Stuttgart, tras el fracaso de Le Corbusier en la licitación de la Sociedad de Naciones en Ginebra, lleva directamente a la creación de los Congresos internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM), que se inician en el verano de 1928 en el castillo de La Sarraz, cerca de Lausana. Le Corbusier será la fuerza impulsora del primer congreso y sus ideas lograrán una gran repercusión en los CIAM de Francfort (1929), Bruselas (1930), Atenas (1933) y París (1937), que marcan la reflexión colectiva – y contradictoria – acerca de la vivienda mínima y la ciudad funcional.
En el año 2002, la Fundación Wüstenrot asumió la restauración de la Casa Doble construida en 1927 por Le Corbusier y Pierre Jeanneret en el marco de un convenio de cooperación con el municipio de Stuttgart. Como resultado de un concurso el estudio profesional Architektur 109 obtuvo el encargo para la correspondiente obra. En 2016 las casas se han agregado a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Concepto
Después de la Primera Guerra Mundial era necesario construir viviendas que se ajustaran a la nueva situación económica, utilizar una arquitectura realista que se alejara de las extravagancias arquitectónicas. Como respuesta, la asociación alemana Deutscher Werkbund formada por artistas, diseñadores y arquitectos encargó a reconocidos profesionales como Walter Gropius, Peter Behrens y Le Corbusier que exhibieran una nueva y moderna arquitectura doméstica de acuerdo con los nuevos tiempos.
Entre los edificios más conocidos de la exposición se encuentra la Casa Doble de Le Corbusier, con sus terrazas en el techo y sus habitaciones amplias y luminosas que encarnan la teoría de la proporción del arquitecto. Demuestran la máxima funcional de una «Nueva Arquitectura», según la cual las casas no son objetos de representación sino utilitarios, las llamadas «máquinas para vivir”.
Espacios
Para presentar las casas de Stuttgart, muy apreciadas por numerosos visitantes como el pintor ruso Kasimir Malevich, Le Corbusier escribe uno de sus manifiestos más contundentes donde formula «los cinco puntos de una nueva arquitectura». Estos cinco puntos proceden del uso de una estructura de hormigón armado, que permite una saludable «liberación». La planta «paralizada» de las casas de piedra y sus fachadas macizas y constreñidas se «liberan», las superficies útiles se multiplican gracias a los pilotis y las «terrazas jardín». Por fin, la ventana rasgada inunda los interiores con una luz que favorece la salud. Por tanto, en un plazo de diez años, Le Corbusier ha conseguido transformar, con sus consignas y edificios, el concepto mismo de casa, que ya había cuestionado Adolf Loos en Viena antes de 1914.
Sin embargo, la «máquina para vivir», que él anuncia, adopta distintos rostros, dependiendo de la configuración del terreno, ajustándose a los usos y, en todo caso, privilegiando siempre el movimiento de sus habitantes y visitantes e inundándoles de una intensa claridad.
Muchos de los cinco puntos de arquitectura del arquitecto se pueden observar en este proyecto. Los ejemplos más visibles se aprecian en su fachada principal desnuda y monocromática, con una ventana horizontal que se extiende a lo largo del edificio, o los pilotis de acero que sostienen la parte superior de la residencia que sobresale hacia la calle. El techo plano tiene capacidad para una terraza que está parcialmente protegida por un dosel de hormigón.
La casa doble combina dos estancias distintas y simétricas unificadas por una fila de pilotes y una ventana rasgada del ancho del edificio. En las antípodas de la generosidad de los espacios de la Casa Citrohan, representa un dispositivo experimental que pone en escena la modificación de los usos entre el día y la noche.
Las salas de estar se convierten por la noche en dormitorios y la economía espartana de la versión nocturna, cuyas habitaciones apenas superan en tamaño a las cabinas de los coches cama, le valen numerosos comentarios sarcásticos.
En el interior, un corredor estrecho, que Le Corbusier subrayó que tenía las mismas dimensiones que las de los vagones de ferrocarril, actuaba como una conexión-distancia, mientras que los muebles completos con camas plegables permitieron liberar el espacio habitable durante el día. En el último piso, los espacios de estudio-biblioteca se abrieron al jardín de la azotea que se convirtió en una característica esencial de la percepción del estilo de vida moderno.
Materiales
Para su construcción Le Corbusier utilizó un marco estructural de acero con muros de hormigón y ventanas con marcos de madera. Los pilotis son metálicos.