Casa Melnikov
Introducción
Concebida como un modelo experimental repetible, la casa que Konstantin Melnikov construyó para él y su familia fue considerada durante mucho tiempo, por el ambiente arquitectónico, como una “excéntrica aberración”, llegando a convertirse con el transcurrir de los años en un icono de la arquitectura rusa de principios del siglo XX. El arquitecto y su familia se trasladaron a la nueva vivienda experimental, pensada como modelo para las nuevas casas obreras, desde un piso comunal que ocupaban y en ella pasó Melnikov los últimos 45 años de su vida.
La construcción de esta vivienda marcó el declive profesional del arquitecto, remarcando el carácter “maldito” al que se referían algunos biógrafos y críticos cuando hablaban de la casa, aunque el motivo del alejamiento de Melnikov está más relacionado con la prohibición de Stalin de realizar en la Unión Soviética cualquier construcción relacionada con la arquitectura moderna, prohibición que no sólo apartó a Melnikov de la enseñanza y la práctica profesional, sino que lo condenó a vivir bajo arresto en su nueva vivienda hasta la fecha de su muerte en 1974. Después de terminar su casa, el arquitecto se ganó la vida con la pintura artística.
La Casa Experimental Melnikov, es una de sus obras mejor conservadas y se ha convertido en el Melnikov House Museum, iniciativa que ha conllevado la tarea de restauración tratando de mantener la mayor fidelidad posible con la construcción original.
Situación
La casa fue construida en Arbat, barrio residencial de Moscú, Rusia, en un terreno abierto sobre el nº10 de Krivoarbatsky Lane, con una estética que difiere mucho de la tradicional arquitectura residencial soviética de los alrededores.
Concepto
El razonamiento de la forma cilíndrica se basó en la creencia de que con esta forma de construcción se economizaba en la utilización de materiales, escasos y controlados por el estado, a la vez que se lograba una estructura resistente.
Melnikov observó las paredes de ladrillo de una torre del siglo XVI que estaba siendo restaurada en ese momento y decidió utilizar el mismo método para la construcción de su casa, tanto en los materiales como en las aberturas de los muros. Las aberturas que más tarde le parecieran innecesarias podrían ser rellenadas sin alterar llamativamente el exterior, de este modo un edificio rígidamente formal desde el exterior se convertía en altamente flexible y adaptable en su interior, superando cualquier funcionalidad estricta e inmediata.
Acercamiento al expresionismo
Aunque los aspectos utilitarios y económicos fueron tenidos en cuenta en el momento de realizar la obra, las formas cilíndricas, de marcada pureza geométrica, no son nuevas en los diseños del arquitecto, que defendía como elementos esenciales en el arte del arquitecto las formas del cubo, la esfera, la pirámide o el cilindro. Estas propuestas muy presentes en el Expresionismo de aquel momento. Si bien Melnikov no se consideraba realmente un expresionista, sí sintonizaba con algunas de sus tendencias que favorecían el tratamiento simbólico de las formas geométricas, representadas básicamente por Scheerbar, aunque también supo apreciar y aplicar las formas más orgánicas de Mendelsohn.
Y fue justamente en su propia casa donde realizó la mayor aproximación a las formas plásticas preferidas por Mendelsohn, no en su estructura perimetral de forma cilíndrica pura y diáfana, pero sí en el dormitorio con sus paredes curvas perforadas por huecos hexagonales, con sus camas colocadas sobre pedestales y su aproximación al ambiente de una caverna.
Arquitectura del sueño
Las dos torres cilíndricas que componen la construcción recuerdan una iglesia o un planetario más que una vivienda y algunos críticos de la arquitectura han supuesto que las formas cilíndricas entrelazadas y perforadas por las ventanas romboidales deben tener algún significado místico. Esta interpretación tiene ciertas bases en el hecho de que Melnikov tenía unas ideas muy particulares con respecto “al sueño” y a la “arquitectura del sueño”.
Originalmente, el dormitorio de la casa contenía tres formas fijadas al suelo siguiendo una organización simétrica, esculpidas en yeso duro y muy parecidas a tumbas, utilizadas como camas para los padres y los dos niños. Estaban parcialmente separadas entre sí por pequeños muros fijos y en la habitación, por motivos higiénicos, no había ningún otro elemento. La ropa se guardaba en el amplio vestidor común de la planta baja.
Descripción
Diseño
El diseño consiste en dos torres cilíndricas entrelazas, en color blanco de igual diámetro pero de diferente altura. En el lado sur un gran ventanal central se levanta desde el suelo hasta la terraza y en su tope se lee el nombre y oficio del usuario de la casa, «Konstantin Melnikov. Arquitecto». Sobre esta fachada principal se encuentra la entrada a la vivienda. En el cilindro posterior se distribuyeron de forma simétrica varias ventanas hexagonales que rodean todo el perímetro. En la fachada no se aprecian líneas verticales, cada hexágono coincide exactamente con un macizo entre dos vanos. El muro macizo se convirtió en una especie de celosía pero usando solamente ladrillos y mortero.
Circulaciones verticales
En el punto de unión de los dos cilindros se colocaron las escaleras que unen los tres niveles. Esta circulación vertical no parece muy bien resuelta, más bien es una exposición de diferentes modelos de escaleras. La sala de estar del primer piso se une con el estudio de la planta superior mediante una escalera de caracol, pero cuando realiza el descenso hacia el vestíbulo de la entrada, lo hace mediante un tramo recto. El tramo que conecta el estudio con la galería y la terraza es casi una escalera de mano.
Los obreros de la zona no tuvieron ninguna dificultad para construir la vivienda, ya que se resolvió utilizando habilidades y materiales ya utilizados en el pasado, como el ladrillo o los tejados planos capaces de soportar las abundantes nieves de los inviernos en Moscú.
Espacios
Las tres plantas de la vivienda son innovadoras, tanto en forma como en distribución. No deja de sorprender la aprobación de su diseño por las autoridades de planificación de la ciudad, ya que no era nada convencional, en una época en que la uniformidad era la tónica indiscutible.
Planta baja
En la planta baja de uno de los cilindros se ubican el vestíbulo, el comedor y la cocina. En la planta baja del otro el lavadero, el amplio vestidor, una salita y el baño.
Un eje une los dos cilindros desde la entrada hasta la parte final del segundo cuerpo y distribuye ordenadamente los espacios, sin embargo este orden se ve deliberadamente alterado con la ubicación de ciertos elementos. En primer lugar el comedor de la planta baja atraviesa oblicuamente dicho eje, o las escaleras colocadas lateralmente en la confluencia de los dos cilindros que obligan a observar las habitaciones superiores de forma oblicua y no frontalmente
Planta primera
En esta planta sólo se desarrollan dos estancias, el dormitorio que con su peculiar decoración ocupa toda la planta de uno de los cilindros y la otra, una amplia sala de estar.
La sala de estar es de doble altura y está iluminada por un gran ventanal orientado a la calle, rompiendo el muro circular, por encima de la cristalera de la entrada principal. Esta sala contrastata con el ambiente del dormitorio, en el otro cilindro, con techos bajos e iluminado por las pequeñas ventanas con forma de rombo.
Planta segunda
En esta planta se ubica el estudio, 50 m2 dedicados al estudio particular de Melnikov, también con doble altura, situado encima del dormitorio e igualmente iluminado por ventanas romboidales. El estudio cuenta con una galería que comunica con una terraza ubicada encima de la sala de estar. La terraza tiene vistas sobre el estudio y éste a su vez, las tiene sobre la sala de estar, creando un sutil equilibrio entre continuidad y separación.
Estructura
Cimentación
La cimentación se compuso de una zapata corrida de un metro de ancho que recorre el doble anillo perimetral, adaptada al ajustado presupuesto y a la mano de obra disponible. La obra fue enteramente realizada por el Sindicato de Trabajadores Municipales, bajo la supervisión de Mikhail Vasilevich, amigo de la infancia de Melnikov
La vivienda carecía de pilares, siendo el exterior de fábrica de ladrillos la propia estructura portante y su forma surge del análisis lógico y racional de su principal componente.
El cilindro es una forma muy estable que no necesita contrafuertes, y el rombo es la forma natural resultante en las aberturas de un muro de ladrillos cuando éstas están creadas por arcos de descarga en lugar de dinteles. Algunas de estas aberturas se convirtieron en ventanas, otras fueron rellenadas, dejando hornacinas hacia el interior, o para pasar ventilaciones u ocultas tuberías con forjados y tabiques. Los ladrillos no se cortaban, se dejaban con las hileras voladas para facilitar el agarre del estuco o enlucido.
Los forjados utilizados resultaron innovadores. En una planta de 9 metros de diámetro, las vigas convencionales resultaban antieconómicas, Melnikov ideó un armazón a base de delgados tablones de madera, rigidizados y arriostrados por suelos y techos de tableros machihembrados orientados en diferentes direcciones.
Materiales
En el momento de la construcción de esta casa experimental, el racionamiento de materiales por parte del estado era lo común. Por este motivo Melnikov incorpora una tipología eficiente para la construcción de la estructura con los recursos limitados disponibles, que a su vez le dan oportunidad para desarrollar su visión creativa.
La construcción fue realizada en madera y ladrillo. La cimentación prevista originalmente en hormigón vertido fue reemplazada por escombros apisonados y los muros exteriores e interiores acabados con yeso blanco. Los huecos que no fueron cerrados con cristales, se rellenaron con barro o escombros, agregando masa a un sistema de paredes que ayudan a mitigar las temperaturas extremas. El propio Melnikov señalaba: «La escasez nos hace buscar nuevas soluciones»
Melnikov utiliza una innovadora técnica para los suelos, tablones de madera con autorefuerzo ortotrópico, sin ninguna columna de soporte interno, en los cuales una densa estructua reticular proporcionaba la fuerza necesaria.
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