Colorium
Introducción
Las zonas regeneradas en las ciudades del norte de Europa tienden a impulsar un nuevo tipo de arquitectura muy particular. Una gran laxitud en las restricciones, la creencia de que un diseño espectacular estimulará el desarrollo urbanístico, el abaratamiento entre otros factores, además de una cierta ostentación, son características que marcan estas áreas diseñadas especialmente para ser rescatadas de la decadencia post-industrial.
Estas zonas, cuyos vestigios a menudo permanecen latentes, despiertan el interés de los arquitectos experimentales y de sus arriesgados clientes.
El Proyecto
Colorium, un desarrollo especulativo de oficinas en los muelles de Dusseldorf junto al Rhin, jugó su papel en el rejuvenecimiento de esta dilapidada zona de la ciudad que derivó, en su transformación, en el llamado Mediahafen, concentrando una nueva generación de emprendedores del sector electrónico en la ciudad a alemana de la comunicación.
Colorium es una caja decorada que da respuesta precisa a las preguntas planteadas en su informe. La inteligente forma en que se ha manipulado la tecnología para conseguir un resultado único con un presupuesto ajustado tendrá unas consecuencias que superarán el ámbito de las técnicas de fabricación y que de seguir trascenderán fertilizando a toda la industria del sector. La complejidad generada por ordenador puede sustituir económicamente a la estandarización, no sólo en lo superficial, sino a través del proceso de edificación y en su trasfondo conceptual.
Situación
El proyecto se encuentra en una zona exindustrial y extremadamente restringida en la península de Speditionsstrasse, Dusseldorf, Alemania, anteriormente hogar de un silo frente al agua. La zona es conocida como MedienHafen, y ha sido remodelada en los últimos años para relanzarla como zona de innovación tecnológica.
Sobre la otra orilla del río y a pocos metros de Colorium, el arquitecto Frank Gehry realizó el conjunto de torres conocidas como el Nuevo Zollhof.
Concepto
En un contexto de este tipo, la torre proyectada por Will Alsop se ha convertido en un signo de lo nuevo, no sólo por sus colores, sino también por lo especial de su forma. El paralelepípedo es sobrepasado, de hecho, por una estructura roja que, con su desarrollo horizontal, avanza y rebosa del perímetro de la torre.
Su color rojo y la luz con que se reviste por la noche hacen que el edificio se parezca a una gigantesca lámpara. Formas y colores definen una imagen simple, pero de inmediata percepción, capaz de atraer la atención de los transeúntes, pero también de quien hoy visita el viejo puerto precisamente para admirar este nuevo icono de la arquitectura contemporánea.
La ausencia de un color dominante, entre el amarillo, el rojo, el verde, el blanco y el gris, confiere a las superficies de la torre un aspecto dinámico y lúdico, que se hace aún más vivaz por sus numerosas ventanas. Lateralmente, largas tiras blancas y negras interrumpen el coloreado collage, pero al mismo tiempo entran a formar parte del mismo. El contraste con el paisaje circundante es estridente e intencionalmente provocador; el color, encerrado en formas regulares y geométricas, se convierte en vehículo de una nueva idea de ciudad: menos usual y más cercana al deseo de los ciudadanos de emocionarse o asombrarse, admirando un edificio que es simplemente una sede para oficinas. En la base se encuentra la idea de Alsop de que la ciudad no es sólo un lugar físico, sino que sobre todo es parte integrante del imaginario de quien vive en ella, absorbiendo las emociones que es capaz de transmitir.
Descripción
El edificio de 18 plantas, con 400m2 de oficinas por piso ofrece espacios de uso mixto con algún “office-lofts” flexible para trabajos en vivo, un restaurante y un espectacular ático.
Fachada
La sofisticación arquitectónica y técnica se concentra en el aspecto del revestimiento. El sistema ortodoxo del muro-cortina origina un efecto único a través de una intensiva concentración de su potencial decorativo. Los paneles de vidrio, las ventanas y los tímpanos han sido montados en armazones prefabricados de aluminio. Los 17 tipos de paneles han sido coloreados con 30 tonos en un estampado concebido para romper la escala y la forma del perfil básico del bloque.
El arquitecto es un artista sutil en toda regla y, al igual que los vorticistas ingleses optaron por camuflar barcos en el mar y el cielo con pintura deslumbrante durante la I Guerra Mundial, Alsop emplea patrones que difuminan la legibilidad de las alturas del edificio, aumentando la escala de la relativamente pequeña estructura de 18 plantas. Los colores son limitados a las ventanas, y la matriz de pintura de pantallas de seda ha reducido la opacidad, facilitando la percepción de profundidad, reforzada por los reflejos creados por las superficies. La ambigüedad se mantiene acentuando la estructura central con una composición formada por paneles.
El edificio está rematado por una caja dotada de iluminación roja que oculta la planta y los armazones de acero, ambos componentes en voladizo sobre el frontal orientado al muelle. Esta caja completa el compromiso local y a largo plazo del edificio por asimilarse a su entorno, reflejando el agua y, por la noche, resultando visible desde la ciudad.
El mayor logro es la pragmática explotación de las tecnologías. El procesamiento de los conocimientos de la industria, y su habilidad para generar y aplicar una complejidad superficial han sido combinados con la experiencia moderna de construcción de fachadas. Desde la II Guerra Mundial, la sede de fabricación «Mittlestand» germano-suiza ha perfeccionado los sistemas de muro-cortina. El aluminio, que ocupa una alta posición en la tabla de los elementos, es fácilmente reactivo y en consecuencia resistente a la corrosión. Extruido mediante troqueles, es posible formar a bajo coste con este material secciones con perfiles complicados que encajan a la perfección con los armazones, ofreciendo además la máxima idoneidad para su transporte y ensamblaje. Los perfiles pueden incorporar sellados, lo que convierte inmediatamente a las junturas en resistentes al agua, a la vez que toleran el movimiento generado en la estructura subyacente.
En este ejemplo, los paneles se colocan con una media de 1 piso y medio al día, para conseguir un adecuado ajuste a las condiciones climáticas que permiten las mejores condiciones para estos trabajos, esencial para economizar los gastos de la construcción. Los ensamblajes horizontales se han instalado bajo los alféizares de las ventanas, alejados de las ménsulas a nivel del suelo, incrementando la complejidad. El edificio está ventilado de forma natural y cada panel que forma las ventanas permite su apertura, unas ventanas de guillotina pendidas por su parte superior que simplifican los ensamblajes de los parteluces y los sellados.
Los rellenos de doble acristalamiento, dotados de revestimientos de baja emisividad, están decorados usando una imprimación serigráfica. Este proceso mecanizado, que hace uso de una tinta viscosa reforzada con nylon, asciende por el edificio reproduciendo una plantilla de dibujo, quedando convertidas en pósteres de «arte de altura» en manos de los maestros holandeses de la tendencia De Stijl. Las tonalidades resultantes, con una cualidad cromática muy viva, y provistas de una gran definición, encuentran ahora una aplicación nueva en la apropiación de los motivos estéticos del grupo de artistas mencionado, y sus brillantes planos de color.
Reflejando la estética de los nuevos «puertos de medios de comunicación», los bloques de color hacen una referencia estética clara a los archivos de datos, como los créditos de las películas de la década de 1960 que denotaban el procesamiento computarizado.
El diseño se asemeja mucho a la carta de ajuste de la BBC, la primera imagen generada electrónicamente que supuso un icono de transición, como quedó reflejado en la célebre composición de George Hersee de 1967 titulada «card F» y que consistía en un collage efectuado a mano.
El tratamiento de la fachada del edificio evoca la estética de los medios de comunicación: la forma en que las fotografías son encuadradas y la manera en que son corregidas las perspectivas, asemejan a las que adornan las cubiertas de libros y revistas.
Estructura
El diseño del plano y la estructura son convencionales. Un armazón de hormigón con un perímetro circular de columnas se halla riostrado en un núcleo dispuesto a lo largo del lado sur. Las compartimentaciones estándar y flexibles dividen los suelos en un amplio abanico de espacios disponibles.
Materiales
Para levantar la edificación se usaron elementos como aluminio, hormigón, cristal y acero. Esta construcción suele encuadrarse dentro de la tendencia de arte denominada modernismo.
Este es un edificio plano, con un revestimiento de paneles de vidrio que puede resultar tan efímero como las cíclicas modas. El resultado ópticamente espectacular se ejecutó con epigrafías en 30 motivos geométricos diferentes, cada uno con aproximadamente 3 combinaciones de colores diferentes como una fachada de banda de aluminio.
Incluye un tratamiento químico seco que fija los colores, pero se predice que algunos serán desdibujados por el efecto del tiempo, con lo que la erosión de su paleta será muy interesante.