Crystal Palace
Introducción
A día de hoy las exposiciones universales son consideradas muchas veces como una mera excusa para que una ciudad reciba ciertos fondos y ayudas y pueda renovar su imagen de cara al mundo, convirtiéndose durante unas pocas semanas en centro de atención a nivel internacional.
Sin embargo el origen de las exposiciones universales era otro ligeramente diferente. El evento, que durante gran parte de su historia y sobre todo durante el siglo XIX era considerado todo un acontecimiento, era el lugar donde las grandes potencias militares podían ir a exhibir los productos, animales, e incluso personas de aquellos parajes exóticos que habían conquistado en tierras lejanas en los últimos años. En una era imperialista donde el poder de una nación se medía por el número de colonias que poseía las exposiciones universales eran toda una muestra de poder a la que los ciudadanos de las clases acomodadas acudían a contemplar los últimos descubrimientos realizados por las campañas de ultramar y las nuevas adquisiciones de su nación.
La arquitectura por su parte siempre ha sido utilizada como símbolo de poder por la gente más rica y las naciones, por lo que las exposiciones universales se convirtieron en el escaparate perfecto para mostrar al mundo, no sólo el estado de las colonias, sino también la arquitectura más vanguardista y atrevida de la que el país anfitrión era capaz. Fruto de este contexto surgieron obras históricamente tan relevantes como la Torre Eiffel en París o en este caso el Crystal Palace en Londres.
El Crystal Palace fue el encargado de acoger la primera gran Exposición Universal. Al concurso para el proyecto se presentaron 245 propuestas, de las ninguna resultó ganadora por su inviabilidad. La organización se vio sin tiempo para reaccionar y decidió abrir una puja entre los constructores de la ciudad para desarrollar un edificio simple y duradero que pudiese ser construido en el plazo requerido. Debido a que la pujar ya había sido clausurada y adjudicada al contratista Joseph Paxton tuvo que asociarse con él para poder llevar el proyecto a cabo que finalmente se finalizó en un periodo de 9 meses.
Durante la Exposición el Crystal Palace cumplió las expectativas ampliamente viendo pasar por su interior a más de 6 millones de visitantes. Posteriormente fue utilizado para eventos similares durante 60 años, convirtiéndose en lo que a día de hoy se podría denominar un “recinto ferial”. También fue en el Crystal Palace donde en 1910 se coronó al rey Jorge V de Inglaterra. Más adelante, durante la Primera Guerra Mundial, el recinto se reconvirtió en la Royal Navy, un centro de entrenamiento teórico para las tropas. Desde entonces y hasta 1936, cuando un incendio terminó por colapsarlo, la estructura fue cayendo en desuso y su deterioro era ya apreciable.
Ubicación
El emplazamiento original del Crystal Palace fue el conocido y céntrico parque londinense de Hyde Park. Allí fue donde se construyó y donde sirvió a su propósito original, albergar la Exposición Universal de 1851.
Posteriormente sin embargo, en el 1854, fue desmontado y trasladado a la zona del sur de Londres conocida como Upper Norwood. Aprovechando el traslado se modificó ligeramente el diseño original, ampliando su capacidad. Fue en el Upper Norwood donde permaneció hasta su destrucción por un incendio en 1936.
Concepto
El concepto sobre el que se basa el proyecto está directamente influenciado por la amplia experiencia que poseía Joseph Paxton como diseñador y constructor de invernaderos. Durante años Paxton había trabajado como jardinero en los jardines de Chatsworth al servicio del Duque de Devonshire. Allí pudo experimentar con la construcción de grandes invernaderos con estructura de hierro y vidrio adquiriendo unos conocimientos y una experiencia que se trasladaron directamente al Crystal Palace.
El concepto de invernadero no sólo resultó de lo más apropiado para la mejor conservación del material importado de latitudes mucho más cálidas como eran las colonias, sino que además supuso un antes y un después al trastocar conceptos tan básicos y asentados como el de la intimidad o la robustez.
Históricamente los edificios más importantes habían estado marcados por una imagen potente y pesada fruto de las limitaciones constructivas de la piedra. La piedra era símbolo de poder, de calidad y de durabilidad, en contraposición a otros materiales como la madera, más ligera pero también más efímera y perecedera.
La estructura de hierro y cristal de Crystal Palace parecía flotar en el aire a ojos de los espectadores. Se trataba de una estructura gigantesca como pocas existían por aquel entonces, y toda ella parecía estar constantemente al borde del colapso debido a su esbelta estructura y paredes frágiles. Sin embargo se trabaja de un edificio de poder, la última tecnología del imperio, una garantía que nadie dudó en tomar, dando por lo menos una oportunidad a esa nueva arquitectura, que o bien resultaría un fracaso o se convertiría en pionera de una nueva época.
Sus paredes de cristal se convirtieron rápidamente en una obra de arte viva que pintores y poetas se apresuraron a plasmar en pinturas y versos. El vidrio era un material transparente que permitía ver a través de él, sin embargo bajo la influencia de los rallos del sol uno sólo podía ver en el su propio reflejo, permaneciendo el interior un enigma. La experiencia desde el exterior era otra completamente diferente, la sensación de estar siendo visto aún a sabiendas de que muchas veces el interior permanecía invisible para los paseantes del parque. En el siglo XIX donde la privacidad era un valor mucho más preciado de lo que puede ser en el siglo XXI esta experiencia supuso todo un reto para la sociedad, quienes lo aceptaron rápidamente, incluso con entusiasmo, como un divertimento más de cara a la vida social de la ciudad.
Espacios
Desde el exterior el edificio se percibía como una imponente estructura de 600 metros de largo por 120 de ancho y 34 de altura.
En su interior el espacio era continuo y sin interrupciones. Un gran pasillo central actuaba a modo de eje principal albergando a ambos lados los distintos bienes de la exposición. Una fila de pasillos secundarios paralelos al principal permitía al visitante adentrarse un poco más a investigar sobre aquellos objetos que llamasen especialmente su atención.
El programa se dividía en dos plantas, siendo la segunda de mucha menos superficie ya que contaba con un gran espacio central abierto que asomaba sobre el eje principal de la planta baja.
Desde el interior sin duda el Crystal Palace fue en su época el edificio más luminoso al que el público había podido acceder nunca, ya que tanto pareces como techos eran de vidrio, permitiendo que la luz fluyese libremente al interior, en ocasiones incluso de forma algo excesiva y descontrolada.
Estructura y Materiales
La estructura del Crystal Palace se convirtió en revolucionaria no sólo por su dimensión y concepto, sino también por estar realizado íntegramente a base de materiales estandarizados y modulares.
La estructura portante se realizó íntegramente en fundición de hierro y hierro forjado ya que en aquel entonces era el metal con el que la industria estaba más familiarizada.
Una serie de filas de pilares se alineaban sobre el perímetro generando los pórticos que daban estabilidad al conjunto. Entre ambas familias de pórticos se extendía el eje principal del recinto, que estaba coronado por una monumental bóveda de cañón de 600 metros de longitud.
En la construcción también se podían apreciar las primeras vigas en celosía diseñadas para minimizar su peso garantizando su resistencia y que se utilizaron para generar los distintos forjados.
Las cifras logradas durante la construcción de esta estructura fueron realmente asombrosas:
- 3300 Columnas portantes
- 3300 Conductos de drenaje
- 2224 Vigas principales
- 24 Millas de canalones de madera
- 3800 Toneladas de hierro fundido
- 700 Toneladas de hierro forjado
- 83612 Metros cuadrados de vidrio
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