Arquitecto
Arquitecto Técnico
Cristóbal Cascante i Colom
Año de Construcción
1883-1885
Altura
20m
Área construida
720m²
Ubicación
Comillas, Cantabria, España

Introducción

Máximo Díaz de Quijano, cuñado de Eusebi Güell, más tarde nombrado marqués de Comillas por el rey de España, encomendó a Antoni Gaudí la realización de una residencia veraniega en la costa cantábrica, en la población de Comillas, España

El edificio fue bautizado con el nombre de El Capricho por su original aspecto, aunque su registro figura como Villa Quijano. Dado que la propiedad se hallaba en un bosque de castaños en pendiente, el arquitecto tuvo que tener en cuenta la inclinación del terreno expuesto al norte, hacia un valle muy verde que desciende gradualmente hacia el mar.

Gaudí no dirigió personalmente la obra, sino que fue un compañero de carrera, el arquitecto Cristóbal Cascante i Colom (1857-1889), quien la ejecutó a partir de una minuciosa maqueta de Gaudí.

El Capricho fue declarado Bien de Interés Cultural el 24 de Julio de 1969.

Ubicación

La emblemática casa se ubica a 50km al oeste de Santander, en la población de ComillasEspaña.

Concepto

Gaudí otorgó a la construcción una volumetría predominantemente horizontal y la orientó de forma que las zonas de día estuvieran abiertas al valle a través de ventanas de doble cristal.

Su diseño está influenciado por el arte oriental y la arquitectura árabe. La decoración del frente que da a la calle, con su pórtico columnado y su llamativa decoración, tienen como propósito demostrar la riqueza de sus propietarios, al igual que todas las casas de esa época y en ese lugar de veraneo. Ganancias obtenidas en sus incursiones en América y volcadas en las conocidas “casas indianas” que construían a su regreso.

Espacios

La lógica de la distribución de los espacios interiores es análoga a la de la Casa Vicens: en el semisótano se hallan las cocinas y las dependencias del servicio que se comunican con la planta noble y el desván mediante dos escaleras caracol.

La fachada de la planta baja destaca por los sillares de marcados relieves pétreos, que oscilan del amarillo-ocre al gris. Las paredes exteriores de esta casa de aspecto sólido están insistentemente decoradas con franjas horizontales.

El acceso principal se realiza ascendiendo unas escalinatas que llevan a un pórtico con columnas sobre las que se eleva una torre minarete que culmina con un templete sostenido por 4 columnas de hierro fundido y rodeado por una barandilla del mismo material.

El frente orientado al sur corresponde a los espacios privados de la casa y está ocupado por el dormitorio principal y el invernadero. Este último sirve como regulador de la temperatura para las otras estancias de la planta baja  que se adosan a él, al protegerlas del frio y los vientos del norte, creando un cálido microclima.

La planta baja dispone además de salas de grandes dimensiones como el salón de doble altura y un fumadero cubierto con pequeñas bóvedas falsas de estuco con inspiración árabe. Las paredes están revestidas de baldosas de cerámica pintada en la parte inferior  y de papel en la superior.

La villa, pensada para albergar a muchos huéspedes, dispone de una serie de habitaciones, con baño independiente, unidas a través de un amplio distribuidor al salón común de doble altura, centro neurálgico de la casa.

Estructura

El edificio con planta de 15x36m en forma de U alargada, un semisótano y un desván, se apoya  parcialmente en un plano obtenido por el vaciado de parte del terreno, que a su vez se contuvo con un alto y sólido muro en el jardín trasero de la casa, al que se le atribuyó la función de zona de descanso.

En la primera planta de fachada principal y el resto de las fachadas, la pared se compone de ladrillos macizos de distintos tonos decorados con hileras de baldosas de cerámica, la mayoría de ellas pintadas o con relieves de flores y hojas de girasol.

Materiales

Gaudí mezcla elementos de la arquitectura árabe, tales como azulejos, ladrillos vistos y cerámicas vidriadas con formas arborescentes y neogóticas. La torre cilíndrica de la entrada, en forma de alminar persa, está totalmente revestida con cerámica.

Las cerámicas con formas de girasoles son recurrentes en la decoración de paredes, al igual que sus vidrieras con motivos musicales y la utilización de hierro forjado. La cubierta original era de cerámica vidriada.

En el salón principal las ventanas son de guillotina y al abrirlas suena una música producida por campanas tubulares que hacen de contrapeso.

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