El Capricho
Introducción
Máximo Díaz de Quijano, cuñado de Eusebi Güell, más tarde nombrado marqués de Comillas por el rey de España, encomendó a Antoni Gaudí la realización de una residencia veraniega en la costa cantábrica, en la población de Comillas, España
El edificio fue bautizado con el nombre de El Capricho por su original aspecto. Dado que la propiedad se hallaba en un bosque de castaños en pendiente, el arquitecto tuvo que tener en cuenta la inclinación del terreno expuesto al norte, hacia un valle muy verde que desciende gradualmente hacia el mar.
Gaudí no dirigió personalmente la obra, sino que fue un compañero de carrera, el arquitecto Cristóbal Cascante i Colom (1857-1889), quien la ejecutó a partir de una minuciosa maqueta de Gaudí.
Concepto
Otorgó a la construcción una volumetría predominantemente horizontal y la orientó de forma que las zonas de día estuvieran abiertas al valle a través de ventanas de doble cristal.
El edificio se apoyaba parcialmente en un plano obtenido por el vaciado de parte del terreno, que a su vez contuvo con un alto y sólido muro en el jardín trasero de la casa, al que atribuyó la función de zona de descanso.
Las paredes exteriores de esta casa de aspecto sólido están insistentemente decoradas con franjas horizontales. La fachada de la planta baja destaca por los sillares de marcados relieves pétreos, que oscilan del amarillo-ocre al gris. En la primera planta de fachada principal y el resto de fachadas, la pared se compone de ladrillos macizos de distintos tonos decorados con hileras de baldosas de cerámica, la mayoría de ellas pintadas o con relieves de flores y hojas de girasol.
Espacios
La lógica de la distribución de los espacios interiores es análoga a la de la Casa Vicens: en el semisótano se hallan las cocinas y las dependencias del servicio. La planta baja dispone de salas de grandes dimensiones y un fumadero cubierto con pequeñas bóvedas falsas de estuco de inspiración árabe. Las paredes están revestidas de baldosas de cerámica pintada, en la parte inferior, y de papel en la superior.
La villa, pensada para albergar a muchos huéspedes, dispone de una serie de habitaciones con baño independiente, unidas, a través de un amplio distribuidor, a un salón común de doble altura, centro neurálgico de la casa.