Puente de la Constitución

Introducción

El puente de Calatrava, posteriormente bautizado como El Puente de la Constitución, en conmemoración al 60 aniversario de la Constitución italiana, es el primero que se construye después de 125 años en esta ciudad. Se trata del cuarto puente que cruza el canal, conjuntamente el Puente del Rialto (1588-1591), el de la Academia (1932, reconstruido en 1984) y el Scalzi (de 1934).

Son pocas las intervenciones modernas que se han realizado en Venecia. Para que una obra se construya debe pasar por la aprobación de una serie de instituciones que velan por mantener la imagen que por siglos, ha caracterizado a la ciudad. Scarpa, Rossi, Nervi, Gregotti, Valle, Siza y Botta son algunos arquitectos modernos que han proyectado y construido en la isla.

Distinta suerte han corrido destacados arquitectos como Le Corbusier, Kahn y Wright, quienes han proyectado en Venecia pero sus obras no han sido realizadas. Esta detención en el pasado, y la cualidad acuática de la ciudad, es parte de lo que atrae a miles de turistas que diariamente visitan Venecia.

En 1995 se plantea construir un nuevo puente que cruza el Canal Grande. El arquitecto español, Santiago Calatrava, es el encargado del proyecto que pretende unir la estación ferroviaria Sta. Lucia con Piazzale Roma, punto de llegada de autobuses y automóviles que conectan la isla con el continente.

Las obras comenzaron el 18 de noviembre de 2002 y tenían que haberse terminado el 16 de febrero de 2004, con un presupuesto original de 6.7 millones de euros que finalmente pasó a ser de 10.7 millones. El aumento del presupuesto se ha debido en parte a la necesidad de tener que improvisar en el último momento un mecanismo para que las sillas de ruedas puedan acceder al puente. La obra se completó finalmente en Septiembre del 2008 bajo una gran polémica.

Situación

La construcción del arquitecto español Santiago Calatrava conecta la estación de tren Santa Lucía con el parking del Piazzale Roma, uniendo de este modo la única zona de la ciudad accesible con automóvil y lazo de unión con el continente de la ciudad de los canales, Venecia, en la región del Veneto, Italia.

Concepto

Los venecianos no lo llaman el puente de la Constitución, lo llaman el puente de Calatrava o el Dinosaurio, porque la estructura recuerda a la columna vertebral de un gigante del Jurásico.
Una vez le preguntaron por qué sus creaciones parecen inspiradas en la anatomía, y Calatrava respondió: “Miguel Ángel decía que la arquitectura depende de los miembros del hombre. Es por eso que alguien que no entienda de anatomía difícilmente será un buen arquitecto”.

Y es que aunque muchos no lo crean para Calatrava la tradición veneciana es importante y se encuentra presente en el proyecto. Para Calatrava la relación entre lo moderno y lo clásico es importante, porque cada época artística es un desarrollo de la anterior, «como el barroco al renacimiento». Calatrava destaca que ese equilibrio entre lo clásico y lo moderno se refleja en la presencia de los materiales, como la piedra y el bronce en recuerdo al pasado, y el cristal laminado, que permite ver la transparencia de las paredes laterales, o el vidrio de los escalones que deja pasar la luz hacia abajo, en alusión a lo moderno.

Estructura

El puente, una estructura de acero ligera y flexible que desde ciertos ángulos puede recordar el ala abierta de un ave, mide 101 metros de largo, con un span de 80m y un ancho que varía entre los 5.39m en cualquiera de los pies a los 9,38m en el punto medio, esta particularidad de que se vaya ensanchando a medida que se avanza fue pensada para que quienes lo visiten, puedan detenerse a contemplar el paisaje sin estorbar a los que quieran cruzar sin detenerse.

Tiene un vano de 80 mts, una altura de 3,2 m en el punto de partida y alcanza los 9.28m en el tramo medio.

La estructura de acero está pintada en un tono Rojo Venecia, el pavimento es de vidrio y piedra de Istria y las barandillas de vidrio con pasamanos de bronce.

El ingeniero general de la obra, Roberto Casarin, explica que el esqueleto de acero lo convierte en una obra viva, se dilata y se encoje con el cambio de la temperatura. Es un arco que descarga 1.700 toneladas en cada orilla. El proyecto prevé una tolerancia del terreno de cuatro centímetros.

La nueva pasarela ha sido construida sobre un suelo de fango, estudiado en detalle por expertos en geotécnica. Antes del montaje del puente, el terreno fue reforzado. «Si las bases se alejasen más de cuatro centímetros podría derrumbarse. Pero la probabilidad de que esto suceda es de una entre 87.000 millones. Las pruebas con el máximo de peso de carga sobre el terreno han demostrado que el puente se ha movido 13 milímetros».

Construcción del puente

La estructura metálica fue realizada en una cantería

Es bastante interesante la manera en que se lleva a cabo la construcción del puente. Se realiza por separado. Por una parte, en terreno, se construyen los cimientos que tienen más de 20 metros de profundidad. Por otra, la estructura metálica se realiza en una cantería “San Doná” de Piave en el Veneto. Una vez terminada será transportada por mar. Entrará al “Canal Grande”, pasando bajo el “Puente de la Academia” para finalmente ser depositado en su lugar definitivo.

Debido a la gran altura de la estructura, esta no pasa bajo el nombrado puente sin chocarlo. Es por esto, que se ha planeado la navegación para la noche de más baja marea del año, evento muy esperado por parte de los venecianos.

Materiales

La obra está realizada principalmente en acero,cristal de seguridad templado y piedra de Istria.

Esta “pasarela de luz”, como la ha definido su creador, cuenta con luces fluorescentes, pasamanos de bronce y barandillas y escalones de vidrio. En cada uno de los extremos la estructura de acero es rematada con una gran pieza de mármol.

Críticas

El Puente de la Constitución ha recibido numerosas críticas por parte de los habitantes de Venecia, no sólo por considerarlo un gasto innecesario en una zona donde ya existían otros puentes que atravesaban el canal, sino también por los materiales utilizados en su construcción, principalmente en los escalones, combinación de piedra y cristal, éste último material poco adecuado para una ciudad en la en invierno hiela o nieva, motivo que juntamente con la inclinación del puente ha provocado numerosas caídas y contusiones a quienes se deciden a cruzarlo en esa época del año. También se criticó la falta de acceso para minusválidos, situación que debió ser solucionada mediante una improvisación de último momento consistente en una cabina esférica colocada en uno de los laterales de estructura que rompe un poco la estética de la misma en uno de sus laterales, retrasando la terminación de la construcción y desbordando el presupuesto.

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