Arquitecto
Diseñado en
1858
Año de Construcción
1859-1860
Pisos
2
Ubicación
Bexleyheath, Londres, Reino Unido

Introducción

Esta es la casa campestre de William Morris, uno de los principales protagonistas del movimiento Arts&Crafts que se desarrolló en Reino Unido durante la segunda mitad del siglo XIX. Además fue el lugar de reunión del círculo de amigos de Morris y el sitio desde donde quisieron “transformar el mundo a través de la belleza”, oponiéndose a la industrialización de la época.

Situación

La Red House se encuentra en Bexleyheath, al este de Londres, Inglaterra.

Concepto

William Morris (1834-1896), diseñador, poeta y novelista, tenía una visión idealizada del pasado que contrastaba con la era en la que vivió, un mundo en rápida transformación movido por la industrialización. Morris veía como el mundo campestre se iba disolviendo a la vez que se creaban grandes urbes, surgía la producción en serie, proliferaban las fábricas y las ciudades se llenaban de polución. Así pues, al plantearse la construcción de su casa dio la espalda a la saturada Londres y buscó una parcela en un lugar más tranquilo, escogiendo finalmente un lugar en medio de una zona rural de frutales al este de Londres.

“A parte de mi deseo de producir cosas bonitas, la principal pasión de mi vida ha sido y es el odio hacia la civilización moderna” – William Morris.

Morris conocía la época medieval a través especialmente de los escritos de Chaucer y los cuentos del rey Arturo y Ginebra. El lugar escogido para su nueva casa se encontraba cerca de Watling Way, un antiguo camino de peregrinaje hacia la catedral de Canterbury y de la que los escritos de Chaucer, como los Cuentos de Canterbury, hablan.

Las catedrales medievales de Francia, así como las casas de campo de estilo Tudor con sus tejados escalonados y sus grandes chimeneas, fueron algunas de las referencias que inspiraron el diseño de la Red House. El gusto de Morris por lo medieval le llevó también a decorar el interior de las estancias con motivos de cuentos medievales. Era habitual ver a Morris con sus amigos reuniéndose en la Red House vestidos con ropas de inspiración medieval. Morris creó en ésta casa su propia Camelot, un lugar idílico separado del mundo industrial exterior.

“Hice que mi amigo me construyera una casa muy medieval en espíritu en la que viví cinco años, y me puse a decorarla yo mismo” – William Morris.

Esta casa es un ejemplo del gusto por lo medieval que surgió en el siglo XIX en contraposición a la industrialización, materializándose en obras de estilo neogótico. William Morris también formó parte del grupo de los Prerrafaelitas, artistas que se inspiraron en las obras de arte previas a la obra de Rafael Sanzio (1483-1520).

Historia

Philip Webb empezó a trabajar en el diseño de la casa durante un viaje en barco que hizo junto a William Morris y Charles Faulkner en 1858. Morris, Faulkner, Webb y Edward Burne-Jones, amigos desde la juventud, se propusieron dedicar su vida al arte después de visitar las catedrales del norte de Francia en 1855.

William Morris le encargó en 1859 a su amigo Philip Webb la construcción de la casa. Tan solo un año después el matrimonio Morris se mudaba a ella. Para Morris, la Red House debía ser un lugar para el arte, un lugar donde sus amigos pudieran pintar los temas medievales que tanto les gustaban.

La Red House se convirtió en el centro de reunión de este círculo de amigos, los cuales iban de visita durante semanas y se dedicaban a decorar la casa, pintando paredes y techos. Morris quería que la casa pareciera un joyero, pero para Dante Gabriel Rossetti ésta era “más un poema que una casa”. Durante las noches los invitados cenaban teniendo a Morris sentado en su silla decorada con motivos góticos como si se tratase de un rey de la Edad Media.

En la casa colaboraron, por lo tanto, muchas personas. Philip Webb no solo fue el arquitecto de ésta, sino que también diseño parte del mobiliario. El grupo de amigos colaboró para decorar, por ejemplo, la galería. Webb pintó los pájaros de la cristalera, mientras que Morris pintó las flores. Sobre ambos detalles, Burne-Jones pintó la figura de la Fortuna.

Fue en esta casa donde se formó “La firma” en 1862, más tarde llamada “Morris&Co”. La compañía se creó al no encontrar Morris nada que le gustase para decorar su casa. Así él, junto con amigos como Marshall y Faulkner, formó la compañía y empezaron a producir decoraciones murales, vidrio tintado, mobiliario y artesanía en hierro. Hoy en día Morris&Co sigue vendiendo papel para tapizar basado en los diseños originales de William Morris.

A medida que la Morris&Co prosperaba, Morris pasaba cada vez más tiempo viajando y trabajando. Pidió a Webb que diseñara una extensión para la casa para que la familia de Burne-Jones pudiera vivir junto a ellos y así ahorrar tiempo y dinero en desplazamientos. En 1864 la mujer de Burne-Jones perdió al bebé que esperaba debido a la escarlatina y el proyecto no siguió adelante. Morris comprendió que su sueño de una vida idílica en el campo era irrealizable por lo que, en 1866 vendió la casa a James Heathcote por 1.800 libras, quien la conservó hasta 1877. Tras él la adquirió Charles Holme (1889-1903), quien lanzó una revista sobre el movimiento de los Arts&Crafts. Más tarde la compró Henry Maufe (1903-1910), cuya mujer amplió los jardines de la casa. Thomas Hills la tuvo entre 1935 y 1952; y Ted y Doris Hollamby entre 1952 y 2003. Hoy en día la Red House pertenece a la National Trust.

Al vender Morris la casa nos dejó tan solo una pequeña muestra de su visión del arte, la cual nos permite hoy en día conocer algunos aspectos de la estética desarrollada por el grupo de los Prerrafaelitas.

Espacio

Exterior

La Red House debe su nombre al color de los ladrillos con los que ésta fue construida. Se encuentra en medio de un jardín y sobre sus paredes crecen enredaderas y rosales. Un elemento distintivo del exterior de la casa es el pozo con su tejado puntiagudo.

Vestíbulo

Alberga una de las piezas más importantes de la casa, un armario diseñado por Philip Webb, arquitecto de la casa. Esta pieza de mobiliario está decorada con un mural, obra probablemente de William Morris y Dante Gabrielle Rossetti. En el vestíbulo se puede ver el inicio del gusto de Morris por los patrones intrincados, presentes en gran parte de su obra posterior.

Comedor

El bufet, obra de Philip Webb, era originalmente de color rojo intenso. Acompañando esta pieza se encuentra una mesa con detalles de inspiración medieval. Las paredes de toda la estancia están compuestas por un zócalo panelado de madera y un tapizado con una composición muy intrincada en la parte superior.

Dormitorio

Aquí era donde dormían William y Janey Morris. Su pequeño tamaño se veía en su momento enriquecido por la profusa decoración consistente en tapices, que aportarían calidez, y las pinturas de las paredes realizadas por Morris y sus amigos. En 2013 se descubrió tras un armario parte de esta decoración original. Ésta consiste en figuras del Génesis pintadas sobre tela.

Salón

Esta es la sala mejor conservada de la casa y la que nos puede mostrar de la mejor manera el tipo de casa en la que William Morris vivió. Algunos restos de los patrones originales se han conservado bien al estar durante mucho tiempo escondidos tras muebles de inquilinos posteriores de la casa. Junto a una cómoda se encuentra un conjunto de tres pinturas murales pintadas por Edward Burne-Jones como regalo de bodas para William y Janey.

Estructura

La casa está compuesta por muros de carga y su planta se desarrolla en forma de ele. Cuenta con dos pisos. En el inferior se sitúan las estancias de servicio, el comedor y el salón; mientras que en el superior se sitúan las habitaciones, el estudio y otro salón.

Materiales

El color rojo de los ladrillos y las tejas es el que le da el nombre a la casa. En el interior se pueden ver pavimentos tanto de cerámica, en el vestíbulo, como de madera, en las estancias más nobles. Las vigas de madera de los techos se hacen visibles en la mayor parte de la casa. La escalera, también de madera, cuenta con decoraciones en forma de torreones medievales. El ladrillo rojo del exterior se hace presente también en el interior en chimeneas, punto focal de las estancias, y arcos de paso. En el interior de la casa también destaca el uso de azulejos y vidrio tintado.

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Fotos

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