Introducción
La Torre Kyobo se ubica en la capital de Corea del Sur, Seúl, siendo la nueva sede de la compañía de seguros que lleva el mismo nombre.
La obra se construyó entre 1999 y 2003, después de que el comitente y el arquitecto barajaran 17 proyectos con diferentes alturas y terminaciones. Es este uno de los más altos edificios del conglomerado urbano coreano, donde habitan cerca de 12 millones de personas.
Lejos de responder al prototipo de los rascacielos modernos, espigados y transparentes, la nueva torre Kyobo remite a una gran esfinge totémica, pesada y contundente, transformándose en una figura fuerte y emblemática dentro de la ciudad. Su autor aseguró que con esta obra quiso resistirse a la monotonía del lenguaje contemporáneo.
Marcado por una larga tradición en obras de menor escala, con la Torre Kyoto el arquitecto tuvo que enfrentar el desafío de adaptar su lenguaje a un programa poco habitual para él. El uso principal de la torre es de oficinas. A pesar de esto, se pueden apreciar gran cantidad de detalles constructivos similares a los que utiliza en edificios religiosos o culturales.
Situación
Se ubica junto a uno de los principales cruces de calles de la ciudad de Seúl. La implantación en este sitio y el contraste que genera con los edificios de cristal y acero del entorno lo convierten en un punto de referencia en la trama urbana. Incluso en el subsuelo, contiene una boca de metro que conecta con otros barrios de Seúl.
La fachada principal se orienta al este y se ubica sobre la avenida Kang Nam de Rode.
Concepto
El edificio emerge con una imagen maciza, compuesto por dos grandes volúmenes llenos y un corazón transparente.
El arquitecto buscó sacar el máximo partido a la forma y la textura de los materiales, eligiendo el ladrillo para revestir la estructura, material que se convirtió una vez más en el tema principal de la obra.
Espacios
La torre, de 26 plantas y 117 metros de altura, cuenta con un área pública y otra privada. En planta baja se encuentra el área pública, con una triple altura en el espacio central de la planta, que constituye el atrium y lobby del edificio. A ambos lados de este espacio funcionan dependencias de la compañía de seguros coreanas.
En las siguientes 23 plantas se ubican las oficinas de la compañía Kyoto. Los espacios de trabajo se organizan alrededor de áreas centrales. Se distingue aquí un enfoque racional en el diseño como espacio de oficinas, constituyendo un orden que se contrapone al caos de la ciudad.
El acceso se realiza por la fachada principal, en un recorte escalonado que deja ver columnas redondas con franjas blancas y grises, típicas de las obras de Botta.
Con el objetivo de darle una imagen maciza al conjunto, el prisma consta de sólo dos caras vidriadas, que tampoco se distinguen a simple vista. En esas fachadas, se construyó sobre el frente vidriado una trama de ladrillos que le da forma, como si se tratara de una falsa fachada.
Sobre la fachada principal, el edificio se distingue como dos volúmenes verticales, que a simple vista parecen torres gemelas.
Por su parte, las caras norte y sur son paramentos casi ciegos que expresan toda la opacidad del ladrillo, como queriendo negar las posibles vistas sobre esas orientaciones.
En el remate, un puente vidriado de 18 metros de longitud vuelve a unificar las torres en el último piso. Se ubica allí un salón para eventos. Este puente cumple además la función de otorgar luz al interior del edificio, que cuenta con muy pocas aperturas.
En las caras norte y sur, las torres están coronadas por terrazas cubiertas con estructuras vidriadas que las sobrevuelan. Esto protege a las oficinas más altas a la vez que las inunda de luz.
Materiales y Estructura
El ladrillo es el material predominante en la obra. La estructura es de acero con los núcleos de hormigón armado. Las fachadas de ladrillo revisten los paneles de hormigón prefabricado y la estructura.
