Arquitecto
Paisajista
Camilo Schneider, Furster Karl Hermann, Matern
Ingeniero
Karel Lotha
Año de Construcción
1928-1930
Pisos
4
Ascensores
1
Ubicación
Střešovice,Praga, República Checa

Introducción

Finalizada en el mismo año que Villa Savoye de Le Corbusier en Paris o la Mansión Tugendhat de Mies van der Rohe en Brünn, la Villa Müller fue encargada a Adolf Loos por el empresario Dr. Müller František y su esposa Milada, propietario de una empresa de construcción pionera en el uso del hormigón armado, por lo que la casa iba a ser una vitrina de especial relevancia.

Por recomendación del arquitecto Karel Lhota, Mrs Müller encarga el diseño de la villa a Adolf Loos, con quien Lhota había trabajado en varios de los proyectos realizados en Pilsen. Lhota ayudó en la realización del proyecto y en la elaboración del diseño espacial, como lo atestigua un contrato firmado por los arquitectos en los que se especifica la colaboración entre ambos en dicha obra.

Loos diseñó los interiores incluyendo en sistema de alumbrado y algunos de los muebles no empotrados y fue en esta casa donde mejor pudo expresar las ideas de su “Raumplan”. La severidad de la fachada externa, compuesta con un refinado equilibrio de “simetría asimétrica” en las aberturas de las ventanas, contrasta con la noble elegancia de los interiores, incluso en los espacios aparentemente secundarios.

La nacionalización llevada a cabo en el país después de 1948 tuvo un impacto decisivo en la historia de la familia y la Villa Müller. Muerto Frantiźek Müller en 1951, su viuda fue recluida a un pequeño apartamento dentro de la misma Villa y el resto de la casa convertido en oficinas para diferentes usos. Contrariamente a lo que suele suceder en estos casos con las alteraciones que se realizan sobre los inmuebles, el cambio de uso permitió a este monumento arquitectónico sobrevivir en un estado de conservación excepcional.

Después de la caída del gobierno comunista, Villa Müller fue devuelta a la hija del empresario quien la puso a la venta. Una campaña en los medios de comunicación, la intervención del Ayuntamiento, de activistas extranjeros y el gobierno local de Praga evitaron esta venta privada pasando a ser comprada por la ciudad. En 1995 pasó a la tutela del Museo de la Ciudad de Praga siendo proclamada Monumento Cultural Nacional. Entre 1998-2000 Villa Müller fue restaurada integralmente abriéndose oficialmente al público como sala de exposiciones y como Centro de Estudio y Documentación de Adolf Loos

Situación

La Villa se encuentra en la zona Střešovice, Praga 6, una de las zonas residenciales más exclusivas de la capital de la República Checa, al noroeste del centro, sobre un solar con pendiente y vistas al casco antiguo de la ciudad.

Concepto

 

La composición de los espacios interiores, principalmente residenciales, en la casa se basa en el pensamiento arquitectónico del todo singular de Adolf Loos, en el principio de la estructura espacial del plano, el llamado «Raumplan», el cual se plasma, entre otras cosas, mediante la comprensión de Loos de la economía y funcionalidad, que aplica en sus diseños para la vivienda social.

Villa Müller es la definición de casa moderna, según Loos, en una época en que los ricos y progresistas industriales fueron la fuente de las comisiones modernistas. Sin duda es un ejemplo perfecto de la revolución que supone su trabajo. En ella se aprecia cómo rompe con la clásica ordenación vertical de los pisos y crea habitaciones a varias alturas y espacios únicos, unidos por escaleras o elevador y ordenados alrededor de un eje imaginario.

 

Mientras que Frank Lloyd Wright trataba de perfeccionar la transición desde el interior hacía el exterior sin cicatrices, Loos trató de mantener lo más separados posible el espacio “público externo” y el “privado interno”: «El edificio debe ser tonto por fuera y sólo revelar la riqueza en el interior…» Mientras que las obras de Mies o Le Corbusier eran el centro de atención de los discursos internacionales sobre arquitectura, la Casa Müller únicamente fue alabada por su fachada cúbica. La creación de los espacios interiores no se entendió y se calificó de no moderna.

En la concepción de los interiores, Loos no actuó sólo como arquitecto, también lo hizo como psicólogo. Esta perspectiva fue beneficiosa para su creación ya que realizó los ambientes para personas específicas con sus necesidades individuales. La prioridad a la hora de concebir la casa fue que no era construida para quienes la veían desde exterior, sino para quienes la habitaban dentro.

Espacios

Los movimientos dentro de la casa evitan el centro, se entra a una habitación por un lado y se suele salir por otro sin que ello entorpezca la circulación, sus ambientes se hilvanan a través de esta “asimétrica simetría” constantemente desafiada por los desplazamientos de quienes habitan la Villa.

Para facilitar la vida a los habitantes de la casa, además de las numerosas escaleras, la vivienda cuenta con un ascensor.

Exterior

La vivienda se encuentra rodeada por un sólido muro de ladrillo visto rematado con rejas metálicas, con una entrada oculta a la vista hasta que a medida que nos acercamos aparece hundida en el porche de colores oscuros. Mirada de frente, la entrada de coches se ubica a la derecha de la casa. Desde fuera se puede apreciar la irregular distribución de las ventanas, que se corresponden con las habitaciones.

 

Como ya es característico en las obras de Loos en el porche de entrada cuenta la simetría como elemento compositivo, la puerta de acceso a la vivienda está desplazada hacia la izquierda, en el centro hay una amplia banca y en el lado derecho una puerta trampa por donde se permite el ingreso de la leña y el carbón, ésta última puerta un tanto oculta y elevada.

Villa Müller se distingue por su forma cúbica, con cubierta plana y terrazas, las ventanas irregulares y su fachada blanca y limpia, un volumen austero perforado lo estrictamente necesario, donde las necesidades internas lo necesitan, para proteger lo que hay dentro. En la última planta, la terraza tiene una “única ventana” en la pared del fondo para enmarcar la vista de la catedral de Praga. También se ha colocado una ducha y desde fuera se puede apreciar la jaula del ascensor.

El diseño del jardín fue una colaboración entre Loos y los arquitectos paisajistas alemanes Camilo Schneider, Furster Karl Hermann y Matern.

Interior

Fue en la planificación espacial interior donde Loos fue más innovador. Villa Müller es, a juicio propio Loos, su mejor aplicación de la ordenación del espacio o «Raumplan»:

“Mi arquitectura no es concebible por dibujos, sino por espacios. Yo no dibujo planos, fachadas o secciones… Para mí, la planta baja, primer piso, no existen … Sólo hay espacios continuos e interconectados, habitaciones, pasillos, terrazas … Cada espacio necesita una altura diferente …Estos espacios están conectados de manera que el ascenso y descenso no sólo sea imperceptible, sino a la vez funcional».

Loos utiliza los diferentes niveles del Raumplan para crear un cuidado «paseo arquitectónico» de afuera hacia adentro. Separó la zona reservada a la familia de la del personal usando su Raumplan y mediante escaleras que comunicaban el salón, el comedor, el gabinete de la señora y los dormitorios

En el interior, Villa Müller es a la vez más tradicional y original que en su parte externa. Los materiales son cálidos, ricos y reconfortantes, y los muebles de una mezcla deliberadamente ecléctica de estilos tradicionales.

Zaguan

Este es pequeño y de color verde oscuro. Las conexiones de servicio se disponen lateralmente con el fin de no interrumpir el eje visual que desemboca al recibidor.

Recibidor

La entrada se abre a un amplio guardarropas, con paredes blancas y una gran ventana, siempre en el mismo nivel. Al fondo una modesta escalera que gira en ángulo recto conduce hacia la sala de estar del segundo piso, desembocando entre pilares de mármol en una amplia sala de doble altura.

Salón principal

 

El recorrido de la escalera continúa más allá del comedor hacia los pisos superiores. El Raumplan ofrece vistas inusuales en todas las habitaciones.

El salón es el centro de la vida cultural de la familia y su círculo de amigos, con una altura de casi 3,80 metros ocupa la tercera parte de la superficie de la planta y está enmarcado por tres de las fachadas de la vivienda en una de las cuales tiene salida a un mirador. La composición de la sala es una muestra del original concepto del arquitecto a la hora de crear espacios. Está conectado con el comedor, un nivel más bajo y con el gabinete de la señora al que se accede mediante una escalera caracol, cuenta con chimenea

Concepción espacial

La escalera abierta del salón continúa hasta los pisos superiores. La realización de esta concepción espacial permitió la reducción de una pared entera a tres pilares de carga, creando de esta manera un espacio inusual, visualmente rico y articulado. La perforación del muro es un recurso que también permite que el mármol verde exponga toda su potencia expresiva en los laterales donde fue colocado.

Salón comedor

El comedor tiene dos paredes abiertas, hacia la sala de estar y hacia la escalera que conduce arriba, es interior y en contraposición a la luminosidad del salón predomina la sobriedad de la madera de caoba. En una de las paredes sólidas dos profundos cubos permiten la colocación de artículos decorativos.

Son tres los ejes ortogonales que definen su geometría de planta cuadrada, uno de ellos es la abertura hacia la sala de estar, otro lo vincula con el centro geométrico del salón de lectura de la señora Müller y un tercer eje se materializa en el centro de la mesa fija del comedor sobre la cual un cristal circular difumina la luz de cuatro lámparas creando un tensión vertical común.

Escalera

Es la primera vez que Loos combina un salón tipo francés con una escalera abierta, hecho que resulta de perforar la pared de respaldo. La escalera conduce a los niveles superiores a través de una caja de escaleras que recibe luz cenital, a través de una cristalera rectangular colocada en la terraza.

Cocina

Fue una cocina demasiado moderna para la época, representaba la “cocina americana” en la cual los accesorios fueron diseñados para facilitar la preparación de los alimentos y hacer a la familia el servicio lo más fácil posible.

Gabinete

 

El gabinete es la habitación más articulada de la casa. En ella Loos compone una sala relativamente pequeña según los principios de “Raumplan”. La divide en dos niveles horizontales: el superior dispone de un estrecho pasaje que desemboca en un nicho-esquinero, con asientos, donde la señora de la casa podría pasar el tiempo con las amigas y que balconea sobre el segundo nivel más bajo, concebido como una expansión de la escalera que llega desde los salones de estar y por el cual se accede al gabinete.

Desde este rincón de la casa se producen dos campos visuales que van más allá del propio recinto: desde el banco esquinero del nivel superior se proyecta un rayo visual al exterior, atravesando diagonalmente el espacio y desde el lugar de ingreso se otea la sala de estar y desde ella nuevamente el exterior.

Plantas superiores

En ellas se distribuyen los dormitorios, el principal con vestidor de hombre y de mujer, el de los niños pintado con colores vivos, amarillo, azul y suelos rojos que hacían juego con el color de los radiadores, el cuarto oscuro de fotografía, los baños y la biblioteca.

La casa disponía de dependencias para el abundante servicio doméstico con que contaba la familia Müller, una sala de calderas y un garaje con capacidad para dos coches.

Estructura

Debido a las dimensiones de la obra y a la discontinuidad de la estructura, provocada por el vacío central del hueco de escalera, los primero pilares pensados en los proyectos preliminares fueron reemplazados por una concepción estructural más compleja.

Los pilares comunes fueron reemplazados por cuatro columnas de concreto repartidas en una jaula rectangular alrededor de un eje central. Dos de estos pilares cuadrados afloran en el salón, los otros dos están ocultos a la vista, uno integrado en el hueco del elevador y el otro en el espesor de la pared. Este desplazamiento y trato de la estructura en los trabajos de Loos, atentan en muchos aspectos al clásico status de la estructura. La destacable forma de repartir las columnas, las vigas y los muros perimetrales de carga que soportan las plataformas del Raumplan no se entiende como sistema, la estructura no tiene coherencia interior ni presencia externa, cada elemento espacial es articulado como una unidad tectónica independiente, aunque ello conlleve, como sucede a menudo, agregar pilares no estructurales o vigas para mantener la estabilidad visual de la habitación.

 

Disposición geométrica

La planta está estructurada en seis grandes módulos rectangulares, 2×3 metros, el comedor corresponde a uno de ellos, incluyendo la pared perforada y la sala de estar a otros dos. La sección cuadrada de los pilares funciona como unidad modular mínima, 46×46 centímetros y está presente en toda la casa. Con relación a esta medida, la proporción del salón es de 22×12 y la de la planta general 24×36 metros.

Sobre la regularidad de esta plantilla existen pequeños desfasajes que coinciden casi siempre con las dimensiones del lado de los pilares, como el eje del salón y de toda la planta que no coincide con el eje de la escalera central ni con el eje de la fachada de acceso, siendo necesario un pequeño retranqueo en la arista del volumen para mantener la simetría exterior.

Las axialidades, presentes en toda la casa están permanentemente distorsionadas por las entradas a las mismas volviendo a recomponerse o transformándose y creando una simetría dinámica y en constante movimiento.

Materiales

El diseño espacial fue finalizado con lujosos acabados de mármol o piedra, como la piedra trevertina utilizada en el exterior de la entrada, maderas y sedas, combinando el innovador diseño arquitectónico con la concepción cultural que la clase media alta tenía de sí misma.

En el salón principal utilizó mármol cipolino jaspeado en verde para revestir paredes y columnas, madera de caoba en el comedor, baldosas de Delft en la biblioteca y madera de limonero para el gabinete de la señora.

Hall de entrada

Aquí también hay un interesante juego de colores contrastantes: las baldosas son de color terroso oscuro, las paredes pintadas de blanco con paneles de madera clara. El espacio se completa con un techo azul profundo

La sala incluye un guardarropa con clavijas y un espejo, puesto en un lugar amplio con cortinas japonesas

Corredor

El corredor llama la atención por su inusual armonía policromada, azulejos opacos teñidos de verde, suelos y frisos color terracota oscura. Loos consideraba que los elementos técnicos no debían ser sólo elementos funcionales sino que también merecían contribuir a la apariencia estética interior de la casa por lo cual colocó los radiadores de color rojo deliberadamente en un lugar visible.

Cocina

La grifería de la cocina era extremadamente moderna para la época. Los muebles, de madera blanda, estaban pintados de amarillo, tenía un montaplatos que vinculaba la cocina con el piso de arriba. Los pocos espacios de almacenamiento en la cocina se vieron reforzados por una gran despensa y un gran número de estanterías en el sótano.

Mobiliario

  • Sillones

Loos también diseñó parte del mobiliario, como dos sillones de forma similar y aspecto inusual colocados en el salón. Con fundas de terciopelo y colores contrastantes, verde oliva y un poco mayor para el dueño de casa y rosa para la señora.

  • Mesa

La pieza central del salón comedor era una mesa redonda fija de caoba con un centro de granito gris que apoya sobre una pierna octogonal, podía ser ampliada mediante la inserción de una o dos hojas con diámetro de 170 o 230 centímetros, con capacidad suficiente para 12 o 18 comensales. Varios tipos de asientos se concentran alrededor de la mesa.

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