Arquitecto
Fundador
Rafael Masó i Pagès y Santiago Masó
Año de Construcción
1911-12
Reformado en
1918-19
Altura
10m
Ancho
16m
Pisos
5
Ubicación
Calle Ballesteries, número 29. Girona, Cataluña, España

Introducción

La actual Casa Masó es el resultado de la unión de cuatro viviendas, adquiridas por la familia Masó a mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, donde Rafael Masó ordenó y unificó los interiores de los pisos y el exterior de las fachadas. Su aspecto actual es parecido a como estaba en aquel entonces. Es la casa donde nació y creció el arquitecto, hasta que contrajo matrimonio en 1912, con su esposa Esperança Bru.

Originalmente, en la planta baja del edificio, se encontraba la Impremta Masó, que ofrecía servicios generales de impresión de libros y documentos, y también donde se imprimía el Diario de Gerona, fundado por el padre del arquitecto, Rafael Masó i Pagès, el mismo que encargó a su hijo después de que obtuviera el título de arquitecto en 1906, la reforma y adecuación de la casa para las necesidades de una familia numerosa como la suya. En el interior de las viviendas se conservan el mobiliario y diferentes objetos de aquella época. Actualmente, la Casa Masó es uno de los símbolos del movimiento Novecentista y sede de la Fundación Rafael Masó, y una de las casas más especiales de la ciudad de Girona, abierta al público.

Situación

La casa se encuentra ubicada en la calle Ballesteries número 29, de Girona (Cataluña), en el casco antiguo de la ciudad, zona conocida por los gerundenses con el nombre de Barri Vell. Las casas situadas a lo largo de la calle Ballesteries, además de comunicar sus fachadas en esta calle, se asoman por encima del río Onyar, que atraviesa la ciudad de Girona, generando una especie de unidad entre ellas. Pero la fachada de la Casa Masó, destaca sobre las demás viviendas, por gozar de una mayor anchura, perspectiva y por las galerías que Masó decoró con cerámica amarilla de La Bisbal d’Empordà, que contrasta con la pintura blanca del resto del edificio.

Concepto

Masó experimentó en la casa propuestas que en el futuro se convertirían en referencias icónicas de la mayoría de las obras del arquitecto y del movimiento Novecentista. El Novecentismo fue un movimiento considerado antimoderno, ya que apostaba por la tradición y el clasicismo; pero al mismo tiempo coexistía con la voluntad moderna de principios del siglo XX, como el movimiento del Modernismo. En Casa Masó el arquitecto introduce formas, colores y materiales de cultura propia, haciendo una reivindicación de la nobleza y de la cultura artesanal. Masó intenta relacionar la arquitectura moderna internacional con la preservación de la tradición y cultura local. Esta voluntad, la podemos ver expuesta en la Casa Masó.

La casa está situada en la Calle de les Ballesteries en Girona. Las viviendas de esta calle, eran habitadas por artesanos. Estas casas a menudo estaban divididas en dos partes: la planta baja destinada al taller y al negocio familiar, y la planta superior para la vivienda de los artesanos. Pero la Casa Masó, antes de la primera reforma y unión de las cuatro casas que la constituyen actualmente, sería la excepción de la calle desde mediados del siglo XIX, ya que era ejemplo de una residencia burguesa. Des de finales del siglo XIX, la planta baja es destinada a los negocios de la familia, como la Impremta Masó.

Los primeros cambios en la casa realizados por el arquitecto empezaron en 1911, con la previsión de destinar la primera y segunda planta a vivienda para padres y hermanos, y la tercera y cuarta para él y su futura familia. A partir de aquí y con la integración de las otras casas, Rafael Masó realizó las reformas necesarias hasta llegar a la actual Casa Masó.

Descripción

La actual Casa Masó es el resultado de la unión de cuatro casas que la familia Masó fue adquiriendo a lo largo de los años. Esta unión se puede observar en las dos fachadas: la fachada de la calle de las Ballesteries y la fachada con vistas al río Onyar.

Fachada interior

La fachada interior sufrió dos reformas importantes antes de llegar a la actual. De la primera reforma en 1911 destaca el gran portal de la entrada y la tribuna del tercer piso. En la segunda reforma de 1918 se reforzó el aspecto tradicional del edificio, abriendo tres ventanales en forma de arco y con sillares en la fachada de la planta baja. Posteriormente, uno de estos tres ventanales fue remodelado en puerta de acceso. También se podría destacar el balcón de la primera planta.

Fachada exterior

Durante las reformas interiores entre 1911 y 1918, Masó también unificó la fachada exterior, convirtiéndola en la más ancha de las casas del río Onyar Se caracteriza por su color blanco, que unifica la totalidad de la estructura de las cuatro casas, destacando de las demás. Podemos ver también adornos en cerámica amarilla originaria de La Bisbal d’Empordà. Para reforzar la unión simbólica de la vivienda, todos los marcos de las ventanas y las persianas son de color azul, creando un contraste entre el amarillo de la cerámica y el blanco de la fachada.

Interior de la casa

El interior de la casa está basado en la austeridad y simplicidad, de estilo tradicional. También se caracteriza por su mobiliario, diseñado también por Rafael Masó, formado por piezas muy cuidadas y de gran calidad.

Espacios

La entrada principal fue reformada al 1911 introduciendo elementos propios de la historia, de la religión y de la arquitectura, con la intención de remarcar el prestigio de su familia en la nueva sociedad burguesa de la época. Con la combinación de materiales y formas, como las texturas y los colores, Masó consiguió que la entrada tuviese un aspecto moderno, a partir de materiales tradicionales.

Al entrar al vestíbulo del primer piso, nos ofrece una atmósfera de arropamiento y bienvenida, gracias a la calidad de la madera y por la presencia de tonalidades crema y chocolate. Hablamos de un espacio amplio y ordenado, conseguido a partir de la repetición de elementos verticales y por la luz que entra por una claraboya, de acuerdo con la estética novecentista. Este espacio tiene muchas referencias a la arquitectura de interiores de Charles Rennie Mackintosh, especialmente su Art School en Glasgow.

El comedor es uno de los espacios donde Masó pudo expresar el concepto novecentista del hogar. Confortable, con especial atención a los pequeños detalles formando una atmósfera cálida y armoniosa. Uno de los elementos que más destacan son las bandas de carrizo que cubren las paredes del comedor, rematadas por un estante de madera que recorre toda la sala, y donde se exponen piezas de cerámica antigua como platos y albarelos. También podemos destacar los elementos diseñados por el propio arquitecto, como la lámpara y los vitrales.

Las galerías de la casa son un mirador privilegiado con vistas al río Onyar. Para este espacio, el arquitecto diseñó unas jardineras de metal y madera, decoradas con una geometría sencilla. Eran espacios destinados a la costura y al bordado. Masó también diseñó iniciales y decoraciones florales para servilletas, sabanas, cojines, pañuelos, que bordaron sus hermanas y su madre.

La cocina y la escalera de caracol eran utilizados por el servicio que se ocupaba de las labores y administración de la casa. La cocina es austera y sencilla. La escalera de caracol era usada por el servicio para acceder a sus habitaciones y a las diferentes dependencias de la casa, sin utilizar la escalera principal, destinada a la familia Masó.

El mobiliario de la biblioteca y del despacho fue diseñado también por el arquitecto, después de que su hermano, Santiago Masó, heredara la casa de sus padres. De los muebles destaca la gran estantería, con funciones de biblioteca. En estos espacios, podemos ver los intereses literarios y políticos de la familia Masó, rodeados también de esta atmósfera austera. Actualmente, la biblioteca está a disposición de los investigadores.

En la sala de estar se expone muestras de la colección de pintura que poseía la familia Masó, adquirida gracias a la afición que tenía el padre de Rafael Masó por la pintura catalana de la época. En ella, podemos ver cuadros de pintores como Modest Urgell, Joan Brull, Antonio Graner, Baldomer Gili Roig y Iu Pascual. También destacan algunos muebles, como una butaca decorada con bordados, llegada desde Cuba con Gaudenci Masó, abuelo del arquitecto.

Los muebles de las habitaciones fueron diseñados por Rafael Masó en 1924. Son muebles elaborados a partir de formas geométricas, que nos muestran las preferencias de Masó por un trabajo austero, artesanal y tradicional. 

La escalera interior está dotada de verticalidad y geometría. En ella se ve como el arquitecto introduce la concepción de Arts & Crafts, que podemos observar en toda la casa. El recorrido de la escalera es acompañado por unas baldosas de cerámica amarilla. En una de las paredes podemos ver un plafón de cerámica, con la imagen de la Virgen del Carmen, nombre de la esposa de Santiago Masó.

El baño fue diseñado casi en su totalidad por el arquitecto en 1918, cuando su hermano Santiago Masó adquirió la cuarta casa, que se integraría en la actual Casa Masó. La combinación de materiales, formas y tonalidades, como la textura y el color de la cerámica y los mosaicos, junto con el vitral de la puerta y la ventana, dotan al espacio de una sensación de calidez e higiene. Esta voluntad de refinamiento en un espacio privado e íntimo como es el baño, no era habitual en la decoración de las viviendas de esta clase.

Estructura y Materiales

La actual Casa Masó se elaboró a partir de la unión de cuatro casas ya existentes. La primera viviendadata del siglo XV, y desde ese entonces ha sufrido diversas reformas y remodelaciones, y ha pasado por diferentes familias hasta llegar a la familia Masó. La casa ha pertenecido a los Masó durante 180 años, des del segundo tercio del siglo XIX hasta principios del siglo XXI.

De la estructura principal y original, solo se han conservado las paredes maestras. Las vigas son de hierro y madera. A partir de las diferentes remodelaciones que se han realizado a lo largo de los años, se han nivelado los suelos y los techos de los pisos de la casa, proporcionando de esta manera una uniformidad de la unión de las viviendas.

Para la realización de la actual Casa Masó, el arquitecto se sirvió de la mano de los artesanos y ceramistas, y utilizó materiales tradicionales como la cerámica, el vidrio, la piedra, la madera o el hierro, que reforzaban la voluntad de austeridad y tradición de Masó. La estructura de la casa está hecha a partir de ladrillo, hierro y madera. También se utilizaron estos materiales para la realización de pavimentos, techos, escaleras, barandillas y puertas. Las ventanas están elaboradas a partir de una estructura de madera y vidrio, y algunas de ellas están decoradas con vitrales de colores, a partir de los diseños de Rafael Masó, proporcionando al hogar una atmósfera cálida y agradable, a partir de las tonalidades conseguidas gracias a la luz del sol.

Los pavimentos de la casa son mayoritariamente de mosaico hidráulico, procedente del catálogo de la Casa Escofet, y son diseño de diversos artistas. En el caso del cuarto de baño el pavimento es un diseño de Rafael Masó para Escofet. También se utiliza la cerámica proveniente de La Bisbal d’Empordà, un material muy popular y muy utilizado en aquel entonces; en toda la casa podemos ver elementos hechos a partir de este material, como remates y elementos de decoración.

Planos

Fotos

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Alzado de la fachada principal para la reforma de 1918
Alzado de la fachada al rio para la reforma de 1918
Fachada al rio
Fachada al rio
Vestíbulo
Despacho
Arrimadero en la escalera
Mueble del dormitorio
Comedor
Vitral en la puerta del baño
Vitrales del comedor