Arquitecto
Año de Construcción
1908-1909
Ubicación
Chicago, Illinois, Estados Unidos

Introducción

La última y mejor de las casas en la pradera de Wright, la casa Robie, parece proyectada para una llanura, antes que para la estrecha parcela en esquina donde está emplazada en Hyde Park, un suburbio de Chicago.

En el momento en que se construyó, su forma exageradamente horizontal debió parecer una extraña aparición entre sus convencionales y erguidos vecinos.

Una de las razones del enorme éxito que tuvo esta casa radica en las exigencias explícitas del cliente.

Deseaba una casa protegida contra incendios sin espacios cerrados en forma de “bloques” y sin los elementos decorativos habituales, como cortinas o alfombras compradas, etc. Como ingeniero, Frederick C. Robie, quería además una casa que funcionara como una buena máquina. La situación en un ángulo del terreno explica en gran parte su forma, muy similar a la de otras “Prairie Houses”.

Situación

La casa Robie tambien conocida como «The Robie house» se encuentra en una esquina, en el barrio de Hyde Park, cerca a la Universidad de Chicago. Concretamente en 5757 Woodlawn Avenue, Chicago, Illinois,  Estados Unidos.

Descripción

Exteriores

No tiene fachadas, no cuenta con muros exteriores o ventanas «normales», ni tampoco con entrada principal. Ocupa prácticamente toda la parcela, el poco espacio que queda libre se incorpora a la composición estratificada global mediante muretes y jardineras de obra. La horizontalidad se ve reforzada por los alféizares, los dinteles de las ventanas y los remates de piedra, así como también por la fábrica de delgados ladrillos con juntas de mortero rehundidas.

Método compositivo

El método compositivo de Wright en aquella época consistía en organizar formas simétricas agrupadas asimétricamente.

La base de la composición es un largo bloque de dos plantas, aparentemente simétrico, con una cubierta de poca pendiente y unos atrevidísimos voladizos en ambos extremos. En la planta primera de la fachada sur, la que da a la calle, hay una serie continua de balconeras de una hoja que abren a un balcón en voladizo, como la cubierta de un buque. El balcón arroja una profunda sombra sobre una serie similar de ventanas de la planta baja.

La simetría es una ilusión, ya que la terraza elevada del extremo occidental de la casa, situada sobre un semisótano, está equilibrada por el muro del patio de servicio abierto en el extremo oriental. Pero es sólo un factor en una ecuación más compleja.

Encima del bloque principal, una segunda planta de dormitorios, también con ventanas, balcones y cubierta inclinada, crea el eje transversal excéntrico que pone en movimiento toda la composición. A un lado emerge una gran chimenea que ancla todos los planos horizontales por debajo de ella. Más allá, en el extremo oriental del edificio, otra cubierta inclinada cubre el ala dedicada a un garaje de 3 coches y al personal de servicio.

Concepto

La vivienda fue diseñada para Frederick C. Robie, un fabricante de bicicletas, quien no quería que su casa fuera de estilo victoriano. Su programa era moderno: necesitaba un garaje, y un cuarto de juegos para los niños. También pidió que la casa sea a prueba de incendios y que las habitaciones no resultaran «cajas» y que no contuvieran decoración agregada.

Espacios

Wright rechazaba el criterio existente hasta entonces de los espacios interiores cerrados y aislados entre sí. En contraste diseñó espacios en los que cada habitación o sala se abría a las demás, por lo que obtenía gran transparencia visual, profusión de luz y sensación de amplitud. Para diferenciar una zona de otra, recurría a divisiones de material ligero o techos de altura diferente, evitando los cerramientos sólidos innecesarios. Así Wright estableció por primera vez la diferencia entre «espacios definidos» y «espacios cerrados».

El mérito principal de Wright en el diseño de esta casa es haber roto con la idea la casa como una caja conteniendo habitaciones que eran otras cajas aisladas. Por el contrario, el espacio interior es fluido y transparente, permitiendo el ingreso de luz sin obstrucción de las vistas. Esta «explosión de la caja» permite un gentil retranqueo de las masas que se despliegan a lo largo y ancho del terreno.
La composición en planta se basa en dos barras adyacentes que se mezclan en un volumen central, presidido por el volumen de la chimenea, en torno a la cual los ambientes se disponen e interconectan.

La volumetría aprovecha las amplias terrazas y aleros para lograr una morfología maciza y contundente pero a la vez hueca y ligera. Este juego de grandes aleros y terrazas sería utilizado por Wright en la Casa de la Cascada.

La casa se organiza en dos alas, manteniendo la zona pública hacia la calle y la zona de servicios en la parte más interna.

Planta baja

Sala de juegos y sala de billar que definen la zona más pública de esta planta, separadas por una chimenea. En ambos ambientes Wright optó por exponer el sistema de vigas estructurales en el techo, con el fin de dar mayor sensación de altura a los ambientes.

En esta planta también se ubican la maquinaria calefacción, el lavadero, la despensa y el garaje para 3 automóviles. El acceso a la casa se encuentra en este nivel, situado lateralmente, conduciendo a través de escaleras hacia la planta principal.

Segundo nivel

En la segunda planta, el ala de servicios está compuesta por la cocina y las habitaciones de los sirvientes. Pero sin duda los ambientes más interesantes de la casa son la sala y el comedor, dos ambientes separados por la chimenea pero vinculados visualmente. Dichos ambientes gozan de una gran amplitud espacial, sin paredes que obstruyan la visual del exterior, la que recuerda la amplitud de la pradera y a la vez permiten el ingreso generoso de luz al interior. Sin embargo, gracias a los aleros, están diseñados de tal forma que protegen la privacidad de los habitantes al interior.

A este nivel subimos por la escalera central, desembocando en uno de los más célebres interiores domésticos del siglo XX: una gran sala larga y baja, como el salón de un barco, alegremente iluminada por balconeras, orientadas a mediodía.

El espacio está dividido en dos zonas, la de comedor y la de estar, el elemento que simboliza para Wright la vida familiar y el arraigo a la tierra.

La chimenea que tiene una presencia masiva en el ambiente no supone una obstrucción, dado que es posible rodearla y percibir la continuidad del techo a través de una abertura rectangular en su parte superior. A su vez, el techo está dividido en paneles, cada uno de ellos equipado con dos tipos de iluminación eléctrica: globos de vidrio a cada lado de la zona central, más alta, y bombillas ocultas tras los enrejados de madera, en las zonas laterales, más bajas.

A ambos extremos de este dilatado espacio se disponen sendas tribunas triangulares que configuran unas zonas más íntimas para estar o para comer. Estas tribunas apenas son perceptibles desde el exterior debido a la intensa sombra arrojada por los amplios aleros en voladizo. Estas cubiertas no podían construirse en madera, de hecho, se sostienen mediante dos vigas ocultas de acero que se extienden a todo lo largo del bloque principal.

Tercer nivel

Las habitaciones se encuentran en este nivel, dominando la casa como una especie de torre al estilo belvedere.

Materiales

La vivienda está envuelta en el ladrillo romano y piedra caliza.

Para lograr aquellos enormes aleros, Wright fue pionero en la utilización de acero en la estructura de la casa, a través de dos grandes vigas que discurren longitudinalmente a lo largo de la misma, anclándose a la chimenea. Wright optó por cubrir las zonas laterales de las vigas, dejando un área de mayor altura en el centro, lo que produce un efecto espacial en ambos ambientes.

El uso de tiras de madera perpendiculares al sentido de la habitación y de bombillas eléctricas dispuestas rítmicamente reducen la sensación de longitunalidad del oblongo espacio. Sendos ambientes terminan en una proa angulada que refuerza aún más la idea de que el espacio se extiende hacia el exterior.

Muebles

Todos los muebles fueron diseñados por Wright, especialmente famosos se hicieron la mesa y las sillas del comedor.

La mesa reposa, en los cuatro ángulos, sobre cuatro columnas con lámparas de vidrio de color y recipientes para composiciones florales. Este diseño se debió a una idea clara: las composiciones florales y los candelabros que suelen colocarse en el centro de la mesa constituyen una barrera visual entre los anfitriones y los huéspedes. Aquí, por el contrario, la decoración y la iluminación se encuentran situadas en los ángulos, dejando completamente libre le centro de la mesa.

Planos

Fotos

Librery of Congress