Arquitecto Técnico
Jan Piet Kloos
Arquitecto reforma
Hervé Baptiste
Año de Construcción
1928-1938
Reformado en
2010
Ubicación
París, Francia

Introducción

Boceto

El comité creado por el embajador holandés en París en 1926, Dr. Loudon, fue el impulsor del proyecto para la construcción de una casa holandesa para los estudiantes de esa nacionalidad que cursaban sus estudios en París. El comité consiguió los fondos necesarios y la construcción comenzó en 1928. Abraham Preyer, un caballero americano originario de los Países Bajos, hizo una donación muy generosa en memoria de su hijo Arthur quien murió en combate en Francia el 18 de agosto de 1918. Los trabajos fueron abandonados temporalmente entre 1933 y 1937 debido a los difíciles tiempos económicos. La construcción se terminó gracias a las contribuciones financieras de Francia y los Países Bajos, y el edificio abrió sus puertas el 2 de diciembre de 1938 en una ceremonia encabezada por la princesa Juliana y el príncipe Bernhard.

El Colegio Holandés, también denominado Fundación Juliana en honor a la princesa, y único edificio diseñado por Willem Dudok en Francia e influenciado por Frank Lloyd Wright y el movimiento De Stijl , es considerado monumento histórico desde el 2005 y considerada una de las obras maestras de la arquitectura de la Cité Internationale.

La coincidencia con parte de la construcción del Ayuntamiento y Cementerio de la ciudad de Hilversum, hizo que el seguimiento directo por parte de Dudok fuera casi imposible, delegando los planos de ejecución y la dirección de la obra en el arquitecto holandés Jan Piet Kloos. Las normativas francesas exigían también la presencia de un arquitecto francés en la ejecución del proyecto, recayendo el trabajo en David Ernest Picard, tras cuya muerte en 1935 fue continuado por su socio Tarbé de Saint-Hardouin.

Restauración

Hervé Baptiste, arquitecto jefe de monumentos históricos, y un equipo de científicos franco-holandesa fueron los encargados de restaurar el edificio y devolverle su antigua gloria. Los trabajos de restauración, para los cuales la Cuidad Universitaria realizó un llamado a patrocinadores que lo financiaran, se iniciaron en 2010 y volvió a reabrir sus puertas en 2012

Situación

El Colegio, después de muchos debates sobre su emplazamiento definitivo, se construyó en un terreno ubicado en la esquina del Boulevard Jourdan y la rue Emile Faguet, rue de la Tombe Issoire en 1927, el extremo occidental de la franja norte destinada a edificaciones dentro de la Ciudad Universitaria, en la zona sur de París, Francia. Su lado norte mira al Boulevard Jourdan, el oeste a la rue Emile Faguet delimitando lateralmente el conjunto de la Citè, el lado sur mira el Colegio de Indochina y el este enfrenta el Colegio de Armenia.

La Ciudad Internacional Universitaria de París está situada en el XIV Distrito de la capital francesa, entre la Puerta de Gentilly, al este y la Puerta de Orléans al oeste. Sirve de límite al norte el Bulevar Jourdan y al sur el Bulevar Periférico.

Concepto

El colegio Neerlandés, diseñado por el arquitecto Willem Marinus Dudok, demuestra el dinamismo arquitectónico holandés de 1930. Único en Francia, el edificio representa la concepción propia del arquitecto sobre la modernidad.

En el proyecto inicial se hizo hincapié en el concepto de “institución singular” dentro de la Ciudad Universitaria, poniendo mayor énfasis en su función como centro de estudios que en su papel residencial, para lo cual además de dormitorios para los residentes y personal, salas de estudios diversas, biblioteca y sala de conferencias se consideró la posibilidad de construir una serie de talleres para las actividades de los artistas, pero nunca llegaron a realizarse.

La construcción del Colegio Neerlandés quedó enmarcada por la concepción general de la Cité Internacional Universitaria de París, un espacio compartido por jóvenes estudiantes de nacionalidades diversas, al cual se agregó la pretensión del ministro francés de educación de que sirviera como lugar de entendimiento y comprensión dentro del clima internacional siguientes a la Gran Guerra.

Dudock opinaba que “la arquitectura era el arte de delimitar espacios” y en el colegio holandés deja constancia de su concepto, desarrollando una llamativa sintaxis de volúmenes, llamando la atención la acentuación de las esquinas, principalmente la noreste, donde se ubica la entrada principal y que recuerda al edificio del Ayuntamiento de Hilversum, realizado al mismo tiempo, o la utilización de techos planos que según afirmaba daba más libertad para la composición en planta. En este proyecto Dudock deja constancia de su particular manera de crear composiciones espaciales que ofrecen encanto y dan una lógica respuesta funcional, mediante la utilización de sencillos elementos formales cúbicos.

Espacios

El Colegio Holandés fue pensado originalmente para albergar 100 estudiantes holandeses, indonesios o franceses. A través de los años, algunas de las zonas comunes se convirtieron en habitaciones adicionales. Estos cambios, junto con la sustitución de gran parte de la madera han alterado el edificio original.
El colegio desarrolla una organización básica centrada en torno a un patio o vacío central, una oportunidad de encontrar dentro del colegio un lugar abierto de calma y tranquilidad, con un estanque, apartado del bullicio exterior de la Citè Estudiantil. Existe otro patio secundario destinado a ventilación.

 

Exterior

El uso persistente de ángulos rectos, sus formas geométricas superpuestas y el uso libre de elementos decorativos encarnar las ideas arquitectónicas modernas de la década de 1920. Sin embargo, algunas partes de la construcción remontan claramente a la cultura holandesa más tradicional. La torre en la esquina, que señala la entrada principal, se inspira en los campanarios medievales que se encuentran en aldeas al norte de los Países Bajos.

Debido a problemas de presupuesto, Dudok no pudo revestir la fachada exterior con ladrillos amarillos, como el Ayuntamiento de Hilversum, según era su deseo, debiendo ser remplazado por revoque arenoso pintado de ese color. En la esquina noreste y coronada por la torre se encuentra la entrada principal a la que se accede subiendo una escalera que conduce al rellano de entrada cubierto por una gran losa que ejerce de marquesina y a cuya derecha se ubica la puerta de entrada.

Interior

En el interior, el edificio se presenta como un conjunto de masas que excluye cualquier tipo de decoración al aire libre: los volúmenes horizontales se organizan alrededor de un patio central interior que sirve como pozo de luz, contrastando este acogedor aviento con el exterior, más austero.

Planta baja

Una vez en el vestíbulo de entrada se encuentra, separada por cristales, la oficina del conserje, por la que hay que pasar obligatoriamente antes de continuar la galería que se une, en ángulo recto, con el vestíbulo y rodea el patio interior por dos lados. Al lado de la portería también se encuentra la casa del conserje.

La única decoración interior es el impresionante mural del gran vestíbulo, realizado por Hordjik y Doeve que representa la “grandeza colonial del Imperio”.

En la zona este se encuentra la sala de reuniones, con doble altura y columnas portantes circulares visibles, tras las cuales aparece una galería abierta a la sala.

En la sala hay un estrado y se complementa con una sala anexa. A un lado y a otro de la sala hay escaleras y ascensores secundarios ya que tanto los ascensores como las escaleras principales se han ubicado en una torre especial, característica distintiva dentro de la construcción.

En el lado opuesto del hall se ubican las salas de estudio. Los servicios generales de la planta baja, economato, comedor para el personal, local de ropa de cama, menaje y oficinas, se disponen longitudinalmente en el lado oeste, al lado de una de las galerías y se conectan con el sótano mediante una escalera. Sobre el lado sur los apartamentos del director y del secretario.

Patio interior

 

El patio interior está un poco por debajo del nivel del suelo de la planta, permitiendo de este modo la entrada de luz a los sótanos. El estanque, rodeado de jardineras, está colocado en uno de los ángulos y su fondo es colorido. Pese a la ubicación del estanque, en un ángulo, el patio mantiene una orientación hacia la gran sala coincidente con la frontalidad general del edificio, debido a detalles como la escalera de acceso y el muro de separación.

Otras plantas

Las instalaciones para los estudiantes ofrecen 129 habitaciones, 94 estándar individuales, 24 estándar dobles, 5 apartamentos tipo estudio, 1 apartamento de 3 habitaciones y 5 apartamentos de dos plantas con cocina completa.
Cada habitación está equipada con nevera, acceso ilimitado a Internet de alta velocidad y una línea telefónica directa.

En el ala norte se ubican las habitaciones de estudiantes masculinos con su propia escalera junto a la entrada, en la oeste estudiantes femeninos con una escalera opuesta a la anterior en el ángulo noroeste. Las habitaciones dobles se ubican en la zona sur.

Espacios comunes

Los residentes en el Colegio Holandés disponen de una sala de estudio con cinco ordenadores, una sala de televisión, una sala de lavandería, cinco cocinas comunitarias con hornillos, microondas y horno, sala de juegos y un bar Wifi equipado.

Estructura

Aunque más compacto y concentrado, el edificio, al igual que en el Ayuntamiento de Hilversum, se compone de cuatro cuerpos escalonados y con volumetrías variables que se ensamblan alrededor de un patio central.

La estructura de hormigón armado fue diseñada con los soportes a ras de fachada, quedando exentos sólo algunos de ellos en la planta baja, pero éstos fueron interiores al espacio y no entraron en relación con la delimitación mural del mismo.

Con frecuencia los paneles acristalados y la tabiquería acometieron directamente sobre sus ejes y en cualquier caso, nunca intentaron evitarlos según el juego lecorbuseriano de la planta libre.

Materiales

Al igual que en el Ayuntamiento de Hilversum la construcción es de mampostería, hormigón armado y vigas de acero, con divisiones internas de tabiquería, pero a diferencia de éste las fachadas, por cuestiones presupuestarias, no pudieron ser recubiertas con ladrillos amarillos como pretendía Dudok. En su lugar se utilizó un revoque arenoso tintado con el mismo color.

Ventanas

En los ventanales se utilizó carpintería metálica de muy diversos tamaños, adaptadas tanto a las exigencias interiores como a los elementos expresivos externos, característica de las obras del arquitecto, torres, marquesinas, salientes. Las carpinterías exteriores fueron pintadas en un amarillo arenoso similar al de las fachadas.

Sobre las fachadas de las calles Bvd. Jourdan y rue Faguet las ventanas de los dormitorios fueron dispuestas en franjas continuas y en los dormitorios que dan al patio interior, de forma longitudinal pero individualizadas, con cristaleras formadas por pequeños cuadrados. En la planta baja uno de los laterales que encuadra el patio interior fue cubierto con grandes ventanales verticales y rejas. En algunos casos los ventanales están a ras de fachada y en otros remetidas en el muro.

El patio interior está rodeado por jardineras y el fondo del estanque cubierto con pequeñas piezas de gres en color azul, verde y oro.

Planos

Fotos