Fábrica de Cerámica Solimene
Introducción
También conocida en la zona como El Palacio de la Cerámica, La Fábrica Solimene fue construida entre 1954-1956 por Paolo Soleri.
Esta obra que está adosada a la roca de la montaña se caracteriza externamente por la visión de miles de tubos cilíndricos de ladrillo en colores rojo y verde. La planta se desarrolla en un espacio continuo que estructuralmente sigue las diferentes fases de la elaboración de los productos cerámicos, desde la modelación de la arcilla en el torno hasta la decoración y posterior cocción.
Historia
En 1950, Paolo Soleri, arquitecto graduado en el Politécnico de Torino, regresa a Italia desde Estados Unidos después de haber trabajado con Frank Lloyd Wright durante 18 meses en Taliesin Oeste. Ya en ese entonces, mientras que a Wright le preocupaba principalmente la estética del trabajo, Paolo Soleri contrastaba un análisis cósmico, preocupándose del problema del hombre y su hábitat. Paolo Soleri critica duramente la Broadacre City de Wright, la expansión urbana que a su juicio conducirá a una sociedad anémica y letárgica. Por esta actitud subversiva fue expulsado de Taliesin en 1948.
En su deambular incesante por Italia, a bordo de un singular bus que utiliza como “casa-estudio” Paolo Soleri hace una parada en Vietri sul Mare para aprender el antiguo arte de la cerámica, es en una de esas reuniones con la familia de alfareros Solimene que le confían la construcción de la nueva fábrica.
Ubicación
Fue construida a la entrada de Vietri sul Mare, en la provincia de Salerno, al sur de Italia, municipio que forma parte de la Costa Amalfitana. Para llegar a la fábrica, desde el pueblo, es necesario atravesar un paso subterráneo artísticamente decorado con las cerámicas Solimene.
Concepto
La fábrica de cerámica Solimene no se asocia a ningún tipo o esquema formal preconcebido, este proyecto se encuentra dentro del mundo de la búsqueda y exploración de la arquitectura orgánica y expresionista.
No se puede dejar de lado una asociación con la obra de Gaudí, no sólo en la composición cerámica, también con la teoría de árboles petrificados del Parc Güell de Barcelona.
En otras ocasiones la observación desde el exterior de su fachada, que más que una piel parece una coraza, se asocia con la coraza de algunos animales prehistóricos.
Tipología constructiva
Soleri estudia la tipología constructiva y los patrones de distribución funcional en varios planos superpuestos o laderas escarpadas.
Es aquí donde aparece la comunicación mediante escaleras, bordillos y caminos externos señalizados en los diferentes niveles de terrazas, tan típicos en los asentamientos de la Costa Amalfitana, hasta llegar a la cota cero donde llega el producto terminado y preparado para la venta.
Paolo Soleri reinterpreta este ciclo, inspirándose nos sólo en el Museo Guggenheim de Nueva York o en Anderton Court Building, sino también en otros espacios abiertos de trabajo al estilo de Wright, como las oficinas de Edificio Johnson Wax en Racine o el Edificio Larkin en Buffalo, y lo transfiere no tanto al exterior del edificio, sino al interior, iluminado desde la fachada que mira al mar por grandes ventanas triangulares y desde el techo, con un numerosas entradas de luz cenitales que surgen como resultado de un suelo del terrado entrelazado.
Espacios
La superficie disponible es larga y estrecha y se obtiene por la excavación en la roca.
Dentro se divide en cinco plantas formadas por una gran rampa helicoidal que balconean hacia el centro, creando los diferentes espacios de trabajo.
En la planta baja se expone y vende el producto terminado y desde este nivel la rampa conduce a los diferentes niveles de procesamiento donde cada trabajador y artesano puede elegir libremente su lugar de trabajo, entonces deposita y termina la pieza.
Esta rampa está sostenida por grandes pilares inclinados. Siguiendo el tradicional sistema de producción de cerámica, con hornos de leña, donde el proceso se realizaba en vertical, comenzando en la planta más alta hasta llegar a la planta baja donde es decorada y cocida , Soleri desarrolla una planta ojival, articulada. La fábrica no se centra en un sólo espacio, sino en varios lugares a la vez.
Estructura
La estructura está formada por un “bosque” de pilares dendriformes (con forma de árbol) de hormigón, sin vigas, conectados y unidos por la rampa interna que recorre las cinco plantas. Estos pilares asemejan filas paralelas de árboles petrificados cuyas ramas se unieron en lo alto, sirviendo de apoyo a la brillante y perforada cubierta.
La fachada exterior dista mucho de encuadrarse dentro de las fachadas clásicas. Está formada por una serie de piezas cónicas con las puntas hacia abajo y ventanas romboidales, dispuestas sucesivamente como elemento estructural portante externo en conjunción con los amplios ventanales triangulares.
Materiales
Sin lugar a dudas uno de los elementos que distinguen y caracterizan este proyecto, es el «elemento revestimiento» utilizado en la fachada. Fondos circulares de ánforas, de vasos redondos de terracota, el clásico “mummarelle”, protagonista durante siglos en la arquitectura romana, botellas esmaltadas de verde o muchas otras piezas que incrustadas en el hormigón revisten y decoran la fachada.
Estos elementos de cerámica esmaltada ayudan no sólo con el aislamiento de las paredes, también en el mantenimiento de la fachada y en este caso con un carácter intrínseco de la obra. Su uso también proviene de una moderna reinterpretación de la utilización de la cerámica, elemento constante a lo largo de esta zona del litoral italiano.
El enrejado de la cubierta que contribuye a la luminosidad de la fábrica se ha realizado con un entramado de madera perforada y en la construcción de la rampa, pilares y estructura en general se ha utilizado hormigón armado.
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