Santa Maria del Fiore
Introducción
Se trata de la catedral de Florencia. Santa María de las Flores (Santa María dei Fiori) es una catedral gótica, iniciada en 1296 por el arquitecto Arnolfo di Cambio y continuada desde 1331 por Giotto di Bondoni, quién realizó su bello campanile exento, y posteriormente por otros arquitectos.
La catedral tiene planta de cruz latina con tres naves. Como es típico en el gótico italiano, tiende a la horizontalidad y a la policromía, al intercalar hiladas de piedra y mármol.Se tardó 25 años en completar la cúpula cuando la catedral llevaba ya 130 años en obras.
Tras finalizar las obras, resultó ser la catedral más grande de Europa, con una capacidad para 30.000 personas. En la actualidad sólo es superada, en tamaño, por la Basílica de San Pedro en el Vaticano, la Catedral de San Pablo en Londres, la Catedral de Sevilla y la Catedral de Milán.
Historia
La nueva iglesia fue diseñada por Arnolfo di Cambio en 1296 para ser el templo católico más grande del mundo.
Diseñó tres anchas naves que morían bajo la cúpula octogonal, con la nave central cubriendo la superficie de Santa Reparata. Sin embargo debido a la prosperidad en la que se encontraba inmersa la ciudad de Florencia famosa por sus comercios con la lana y la seda se decidió ampliar el proyecto de Arnolfo.
Para su ampliación no se introdujo ninguna modificación ni en el diseño ni en la estructura, simplemente se cambió la escala del proyecto original. Nadie reparó en aquel momento, debido a la euforia y riqueza que invadían la ciudad, en las dificultades técnicas que conllevaría cubrir el espacio central ortogonal que tras el cambio de escala era de 42 metros.
Tras la muerte de Arnolfo di Cambio la obras se ralentizaron y llegaron a detenerse hasta que en 1334, se nombró a Giotto como maestro de obras. Asistido por Andrea Pisano, continuó el diseño de Arnolfo di Cambio. Su triunfo mayor fue la construcción del campanario, pero murió en 1337, dejando inacabada la obra. Andrea Pisano continuó con los trabajos hasta que éstos tuvieron que abandonarse a causa de la Peste negra en 1348.
Superada la epidemia de la peste negra la población europea se vio reducida a la mitad por lo que la gente que antes de tan fatal acontecimiento contaba con algún poder lo vio incrementado, al igual que sus riquezas. Sencillamente había menos para repartir.
Ciertos mercaderes venidos a más que acumularon grandes riquezas comenzaron a prestar su dinero dando lugar a lo que podríamos denominar la primera banca. Fueron estas familias adineradas las que procuraron los fondos para convocar el concurso para cubrir la catedral de su ciudad.
El concurso para la cúpula
En 1418 fue convocado el concurso para cubrir la catedral de la ciudad. Se presentaron varias propuestas algunas de ellas totalmente descabelladas pero que fueron la única solución concebida por algunos de los arquitectos de la época para cubrir una luz semejante.
Se propuso situar una columna central para sostener la cúpula o incluso rellenar la catedral de tierra para luego ser moldeada y utilizada de apoyo para la construcción de la cúpula. Según el autor de esta propuesta una vez finalizada la obra los pobres de la ciudad se encargarían de vaciar la catedral de arena ya que durante el relleno se mezclarían monedas con la tierra.
Se cree que Brunelleschi llevaba ya años trabajando en este proyecto a la espera de que se convocase el concurso tarde o temprano y fue el único que consiguió presentar una propuesta firme con un plan de acción estudiado.
A él le otorgaron el premio con la condición impuesta por los gremios de que compartiese la dirección de la obra con Ghiberti. Brunelleschi aceptó muy astutamente la condición. Algunos años más tarde ya durante la ejecución de la obra Brunelleschi fingió caer enfermo durante varias semanas dejando a Ghiberti al mando de la obra. Cuanto más se extendía la ausencia de Brunelleschi más evidente se hacía la incapacidad de Ghiberti para llevar a buen puerto el proyecto y por eso fue a apartado cediendo en el 1423 la dirección de la obra a Brunelleschi en exclusiva.
El concurso para la linterna
En 1440 con la cúpula casi finalizada se decide convocar un nuevo concurso para decidir como deberá ser coronada la obra. Brunelleschi se siente ofendido por este hecho y presenta la maqueta de su propuesta que finalmente resulto también ganadora.
Situación
Santa María del Fiore está en la plaza del Duomo, en el centro histórico de Florencia, Italia. Enfrentada con el Baptisterio de San Giovanni y custodiada por el Campanile en esta plaza convergen numerosas calles comerciales de dicho centro, tales como Via del Servei, Via Ricasoli, Via Martelli, Via Ginon por la que se llega a la Basílica de San Lorenzo y Via Calzaiuoli, una de las arterias comerciales más importantes de la ciudad. Florencia es una de las joyas renacentistas de la región de Toscana, en Italia.
Concepto
La Fachada
La fachada original, diseñada por Arnolfo di Cambio y normalmente atribuida a Giotto, fue, de hecho, comenzada veinte años después de la muerte de Giotto. Esta primera fachada se debe al esfuerzo colectivo de varios artistas, entre ellos Andrea Orcagna y Taddeo Gaddi, y fue sólo completada en su parte baja, después fue abandonada. En 1587-1588 el arquitecto de corte de los Médici Bernardo Buontalenti, la demolió por orden del Gran Duque Francisco I de Médicis, ya que parecía no estar de moda en los tiempos del Renacimiento.
El concurso para una nueva fachada terminó con un gran escándalo de corrupción. Varios diseños nuevos fueron propuestos en años posteriores, pero los modelos no fueron aceptados. La fachada se dejó, por tanto, descubierta hasta el siglo XIX.
En 1864 se abrió un concurso para diseñar una fachada nueva resultando ganador Emilio De Fabris (1808-1883) en 1871. El trabajo comenzó en 1876 y se terminó en 1887. Esta fachada neo-gótica en mármoles blancos, verdes y rosas forma una unidad en armonía con la catedral, el campanario de Giotto y el Baptisterio, pero está excesivamente decorada.
La Cúpula
Pese a que desde sus inicios la cúpula de Santa María del Fiore estaba llamada a ser una de las mayores construcciones de la historia y pese a lo trascendental que resultó en materia de construcción se quiso integrar la obra con el resto de la ciudad.
Bien se hubiese podido optar por diferenciarla claramente del resto de construcciones, algo que por otra parte no hubiese resultado complicado debido a sus dimensiones. Sin embargo se optó por recubrirla de tejas de terracota al igual que las demás construcciones de la ciudad, desde los edificios públicos hasta las casas más humildes. De este modo la catedral pasa a ser una pieza más de la ciudad, importante eso sí, pero una más al fin y al cabo.
Quizá se pueda relacionar este hecho con la situación de la sociedad de la época donde algunos mercaderes de origen humilde habían conseguido grandes riquezas y un gran poder (los mismos mercaderes que habían financiado la obra de la catedral). Pasaron a ser gente importante dentro de la sociedad al igual que la catedral lo era par ala ciudad siendo el edificio de mayor envergadura, pero no dejaban de ser un vecino más.
La Linterna
La linterna, con sus 16 metros de altura y un peso aproximado del 10% de total de la cúpula, es una pieza clave en el conjunto arquitectónico. Hasta aquel momento las linternas eran pequeñas o inexistentes. Está inspirada en los templos circulares de la Roma Imperial y abierta a los vientos. Está diseñada como el remate indispensable a una cúpula apuntada y es una especie de punto de fuga de la perspectiva de la catedral.
Se podría decir que la linterna es un resumen de todo lo que sucede debajo de ella. Es como una maqueta de la catedral completa, con sus contrafuertes, diseñada en estilo gótico, con planta octogonal y consagrada a Santa María de las Flores al igual que la catedral.
Finalmente con la construcción de la linterna diseñada por Brunelleschi la cúpula pasa a tener la misma dimensión en planta que en sección, la misma altura que anchura, el mismo camino para los hombres que para Dios.
Construcción
El triunfo de Brunelleschi sobre sus competidores se debió en gran parte a su plan de ejecución minuciosamente elaborado en el que se tuvo en cuenta hasta el más mínimo detalle.
Introdujo también un sistema de construcción sin cimbras: la cúpula no se podía levantar con los medios técnicos disponibles (recordemos que una cúpula en construcción tenía que ser sostenida hasta llegar a la clave de bóveda, mediante grandes estructuras de madera que no se sabían construir). Evidentemente, cuando en el Trecento se construyó el tambor había en Florencia carpinteros capaces de armar cimbras de este tamaño, pero finalizado el tiempo de las grandes construcciones y con la tendencia al refinamiento decorativo, se había perdido el oficio para realizar trabajos de esta envergadura.
Brunelleschi hubiese podido intentar recuperar la técnica olvidada, pero optó por inventar una nueva técnica, no para construir cimbras sino para auto sostener la cúpula durante su construcción: la cúpula se iba cerrando a medida que iba subiendo.
Los andamios se anclaban al propio tramo de cúpula ya construido para ir elevándose. En un primer momento los andamios se colocaban en el lado interior mientras que a partir de un tercio de la altura total aproximadamente se empezaron a situar en la cara exterior. Los agujeros necesarios para anclar los andamios servirían más tarde para permitir la ventilación y la entrada de luz.
Estructura
Se trata de una cúpula apuntada y rematada por una gran linterna, con una estructura realizada con ladrillos, sobre una base octogonal y compuesta de dos cascarones paralelos. Tanto el interior como el exterior son apuntados siguiendo un arco con un radio de 6/7 del diámetro del octógono inscrito en su base. Como la capa interior, al tener un radio menor, se cierra antes, la anchura de la segunda capa aumenta con la altura. La diferencia de radios de curvatura contribuye a que las fuerzas se distribuyan siguiendo una curva llamada de pétalo de flor, con un punto de máximo tensión en el cual se colocó un anillo de refuerzo con vigas de madera para soportar las tensiones.
Entre ambas capas se encuentra la capa de aire con los nervios y anillos que forman la estructura de la cúpula. Esta capa vacía permite aligerar casi en un tercio el peso total de la cúpula, así como la existencia de dos galerías que permiten acceder a la linterna mediante una escalera en algunos tramos caracol, con peldaños estrechos y en otros vertical, sumando 636 escalones hasta alcanzar el balcón de la linterna. La combinación de las tres capas y la forma apuntada permite una reducción de peso de casi un 45 % respecto a una cúpula semiesférica. Desde el punto de vista mecánico y dinámico capas actúan como una sola.
La cúpula está formada por 24 nervios de ladrillos dispuestos en forma de espina de pez. Los ocho que recorren los vértices de la cúpula, son los nervios principales, ya que recogen el peso de la estructura. Dos nervios más por cara ayudan a repartir el peso de la cúpula. Este total de 24 nervios parten de un anillo de piedra y ladrillo en la base de la cúpula, el cual recoge sus esfuerzos y los transmite al tambor. Paralelamente al anillo de la base, hay once anillos formados por arcos de ladrillo entre nervio y nervio, que distribuyen las fuerzas tangenciales de manera uniforme y transmiten el peso de las estructuras a los nervios.
Los ocho nervios de piedra y mármol que se ven en el exterior son decorativos y no cumplen ninguna función estructural, ya que los nervios que aguantan la cúpula no se ven ni desde fuera de la catedral ni desde dentro. Sirven para definir los ocho triángulos que forman la cúpula y le confieren, rompiendo la indefinición de una cúpula monocroma, un volumen y consistencia que. de otra manera, hubieran quedado difuminados.
Materiales
Ladrillo, piedra y mármol son los materiales utilizados principalmente, aunque la cúpula cuenta también con tirantes de madera y anclajes metálicos.