Año de Construcción
1994
Ubicación
Gales, Gran Bretaña

Introducción

Durante veinticinco años un parlamentario británico millonario, Bob Marshall-Andrews, pasó las vacaciones en un viejo barracón del ejército. Indudablemente, el valor de la construcción se hallaba en su ubicación: Sobre el acantilado de un parque natural en la costa sudoeste de Gales. Éste es un entorno idílico, altamente protegido, por lo que lo común es denegar la licencia de obras a los vecinos.

A pesar de estas circunstancias, y consciente además del posible escándalo de favoritismo, el parlamentario contactó con el estudio de arquitectura Future System con el fin de sustituir el viejo barracón por una casa donde vivir su retiro. El énfasis del encargo era conseguir a toda costa un proyecto legalizado.
Hacía años desde que el matrimonio Marshall-Andrews compró aquel terreno. En él se alzaba un barracón militar abandonado, que tiempos atrás fue utilizado como refugio, y que ellos rehabilitaron para pasar las vacaciones con sus dos hijos.
Con el paso del tiempo, la estructura comenzó a entrar en ruina, y fue entonces cuando decidieron encargar a Jan Kaplicky y Amanda Levete, arquitectos fundadores de Future System, la nueva casa para sus vacaciones.

Situación

El terreno perteneciente a Bob Marshall-Andrews y su esposa Gill queda a tan sólo ciento cincuenta metros del mar, sobre el acantilado Druidston, frente a la bahía St Bride. Es un lugar espectacular, enclavado en medio de uno de los parques más bellos de Gales, que se ha mantenido intacto desde 1949. Se extiende a lo largo de una costa abrupta de más de trescientos kilómetros, que se identifica por un carácter diverso, desde sus altos acantilados a las largas playas abiertas, las bahías protegidas, sus marismas y las dunas. El parque puede recorrerse por el sendero que lo cruza a lo largo y desde el mismo se divisan las islas cercanas, que también están protegidas.

Concepto

Lo restrictivo de la normativa vigente en el parque natural sobre cualquier tipo de construcción había llegado a generar entre los vecinos la creencia de la imposibilidad de actuar sobre el paisaje. Con ello, los arquitectos afrontaron la casa desde un diseño que no restase atención alguna a los principales protagonistas: la naturaleza y su fauna. Ése sería el único modo de conseguir el anhelado permiso de obras.

Para evitar el riesgo de obtener un dictamen desfavorable por parte de las autoridades locales, los arquitectos proyectaron una casa que no pudiese ser tachada de guardar distancia con el paisaje. Su planteamiento fue el de construir hacia abajo, excavando para reforzar al máximo su relación con el terreno.

Los arquitectos respondieron, por tanto, creando una casa apenas visible en el paisaje. Desde lo lejos, la casa adopta la forma de un montículo con un frente acristalado al mar.

Espacios

La planta de la vivienda es muy sencilla, con una informalidad que refleja el estilo de vía de sus habitantes: Un estar en torno a una chimenea central y con vistas al horizonte. Es un interior de curvas orgánicas que surgen como continuación de la naturaleza circundante. Dentro de él, un único espacio con sólo las unidades prefabricadas separando los dormitorios de la zona de día, y en ésta, un gran sofá construido desde donde se tiene una relación constante con la naturaleza, con los pájaros en los acantilados, con la luz cambiante y con el color del mar.

Estructura

Primeramente, Kaplicky y Levete excavaron el lugar y sobre el mismo tendieron una cubierta formada por una membrana de paneles contrachapados, con perfil aerodinámico, sobre la que se plantó césped. La estructura consiste en vigas de anillos de acero que sujetan el techo y eliminan, por tanto, la necesidad de columnas interiores.

Materiales

El frente de la vivienda es de vidrio, dibujado por una delgada estructura de acero inoxidable.

Planos

Fotos