Centro Maggie’s Glasgow

Introducción

El objetivo de Maggie’s Center es brindar un entorno de apoyo práctico y emocional para las personas con cáncer, sus familiares y amigos. Desde la apertura del primer Maggie’s Center en Edimburgo en 1996, la fundación Maggie’s Cancer Caring Centers ha crecido sustancialmente, encargando y desarrollando una serie de edificios innovadores diseñados por arquitectos de clase mundial.

Rem Koolhaas comentó: “…Nos conmovió que nos pidieran que diseñáramos un Centro Maggie y nos fortaleció la oportunidad de trabajar en una escala completamente diferente, con ambiciones diferentes y en un entorno diferente. Maggie’s es único y urgente entre los proyectos en los que estamos trabajando…”.

Si bien la arquitectura contemporánea tiene la reputación, merecida o no, de ser a veces fría o alienante, el objetivo de cada Centro Maggie, ya sea en Glasgow, Londres o Hong Kong, es proporcionar un espacio donde las personas se sientan cuidadas y como en casa. Un espacio cálido, receptivo y acogedor para los enfermos y sus familiares. La construcción de Maggie’s Glasgow, patrocinada por miles de personas pertenecientes a la organización benéfica Walk the Walk, se completó en un año y en 2012 fue galardonado con el RIBA Award y el Andrew Doolan Best Building in Scotland.

Ubicación

En 2007, Maggie’s Centre se acercó a OMA para diseñar un nuevo centro en los terrenos del hospital Gartnavel en Glasgow, Escocia, cerca del Beatson West of Scotland Cancer Centre, dentro de un entorno natural y rodeado de bosque.

Concepto

Los Centros de Maggie se basan en el precepto fundamental, que a menudo se pasa por alto, de que la arquitectura excepcional y los espacios innovadores pueden hacer que las personas se sientan mejor, despertando así la curiosidad y la imaginación fundamentales para sentirse vivos.

Con este concepto, el estudio de arquitectura OMA diseñó un espacio formado por una secuencia de figuras rectangulares e irregulares, interconectadas en planta. Éstas crean áreas claramente distinguidas, minimizando la necesidad de pasillos y permitiendo que los espacios fluyan. 

El plan ha sido organizado para que los espacios se sientan casuales, casi despreocupados, permitiendo que sus ocupantes estén cómodos, como en casa. Al mismo tiempo, el diseño también brinda espacios para momentos más personales, ya sea en el entorno íntimo de las salas de asesoramiento o en rincones más pequeños y espacios privados.

Espacios

Rem Koolhaas y Ellen van Loon diseñaron un edificio de un solo nivel formado por habitaciones entrelazadas que rodean un patio interior ajardinado y sirven de refugio para quienes lo utilizan.

Aparentemente dispuestos al azar, el edificio es en realidad una cuidadosa composición de espacios que responde a las necesidades de un Centro Maggie, alejándose de la típica arquitectura de un hospital institucional. Siguiendo este concepto, es internamente donde la arquitectura realmente destaca.

El enfoque adoptado por los Centros de Maggie se basa principalmente en la intimidad y la informalidad y el edificio lo expresa hábilmente de varias maneras. En primer lugar, hay una notable falta de recepción. De hecho, el área que tiene el impacto más prominente al entrar es la cocina al costado, bañada por la luz del día desde sus ventanas de altura completa que proyectan vistas grandiosas del paisaje urbano justo en el corazón del interior.

Con una cubierta plana y niveles de piso que siguen la topografía natural, el edificio es a la vez introvertido y extrovertido. Cada espacio tiene una relación con el patio interior o con el bosque y la vegetación circundante, mientras que ciertos momentos se pueden vislumbrar algunas vistas de la ciudad de Glasgow. 

Los materiales están inteligentemente desplegados para reforzar la sensación de tranquilidad y calma hogareña. Las paredes de hormigón a la vista brindan un acabado suave y pulido a los interiores y logran permanecer frescos sin ser opresivos. Las paredes corredizas, forjadas con madera pálida de tilo, brindan un contraste vívido y suave. 

Jardín

El elemento más poderoso utilizado por Koolhaas en este edificio es la naturaleza. Se trata de un edificio perfectamente plegado en el paisaje. Más que cualquier otro espacio, el patio interior proporciona un lugar de santuario y descanso.

El patio-jardín ofrece el gesto más ostensiblemente orgánico. Rodeado de paneles deslizantes y paredes de vidrio, el jardín se precipita incluso en la grieta más profunda del edificio como un espacio de reposo verde y abierto.

Esta potente relación con la naturaleza es la herramienta más eficaz para dar a la arquitectura un aspecto tan poderosamente humano y tranquilo. 

Habitaciones

Las habitaciones varían en altura, con las áreas más íntimas programadas para usos privados como el asesoramiento y zonas más abiertas y espaciosas para uso comunitario: un gran espacio multiusos, una cocina, un comedor, aseos y oficinas. 

El borde norte del edificio se compone de tres salas de asesoramiento, así como una sala de usos múltiples más grande y una pequeña «sala útero”, un espacio similar a una gruta de paredes ondulantes de olmo, envuelto con un banco curvilíneo e iluminado desde un óculo en el techo. 

Las habitaciones en general son sencillas, creando una sensación de aislamiento y comodidad reforzada en algunos casos por las altura más bajas de los techos y el hecho de estar semienterradas en el paisaje, con chimeneas flotando en las paredes.

Baños

Entre los requisitos necesarios en los Centros Maggie figura como “muy importante” el diseño de los baños. Éstos deben ser «lo suficientemente grandes como para acomodar una silla y una estantería» y «lo suficientemente privados como para llorar», un lugar seguro donde sentirse aislado para poder expresarse en privado.

Oficina del personal

La habitación más alejada de la entrada, en la parte oeste, alberga la oficina del personal. Tan abierta y accesible como las otras áreas, su pared en forma de L se retira de la fachada exterior para proporcionar un corredor sutilmente en rampa, el espacio de transición del mundo social y doméstico a la esfera privada más apartada de las salas de asesoramiento. Es un lugar para hacer una pausa, proporcionando un paso de distanciamiento en el camino de lo público a lo privado. También es una de las pocas áreas protegidas visualmente del resto del centro.

Estructura 

El edificio de una sola planta se concibe como una serie de rectángulos irregulares entrelazados y dispuestos en torno a un pequeño patio. Las paredes exteriores del marco de hormigón armado in situ están formadas por paneles de altura completa de hormigón o acristalamiento, los cuales proporcionan una sensación esculpida y minimalista. El surgimiento audaz de este pabellón anguloso y nítido contra su fondo boscoso es austero e intrigante y proporciona el primer vistazo de la poderosa relación entre la forma construida y el paisaje natural que es una parte tan crítica en este edificio.

Aprovechando la pendiente del sitio, las habitaciones descienden hacia el sur y hacia el norte a través de suaves rampas, creando diferentes niveles de intimidad a través de alturas de techo que cambian sutilmente. Toda la estructura está unificada por un techo de losa continua de hormigón de 35cm de espesor que une los espacios en un mismo plano y que vuela en algunos lugares de la fachada para crear pequeñas terrazas externas. Estos voladizos en algunos puntos vuelan 8m, según los requerimientos.

En algunas salas la losa del techo ha sido perforada con grandes círculos creando claraboyas que permiten la entrada de luz natural.

Vislumbrada a través de los árboles, con su acristalamiento de altura completa, techos en voladizo y profundos sofitos, la construcción tiene ecos de una Case Study House según algunos críticos de arquitectura. 

Materiales

En el diseño del edificio se consideró la sostenibilidad y los problemas ambientales a través del uso de materiales.

Madera

La madera de origen local, utilizada principalmente en una sala de asesoramiento íntima, crea una atmósfera hogareña y doméstica, un respiro acogedor de la arquitectura típica de un hospital convencional. La madera también aparece en un troco de árbol utilizado como banco y colocado al lado de la puerta corrediza de cristal que da acceso al centro.

En el interior se han utilizado listones de madera contrachapada de haya colocados a ras de techo y que siguen la dirección de las habitaciones. También se ha utilizado madera de haya para paneles completos o puertas correderas.

La biblioteca está definida por una esquina de estanterías de madera, el comedor por un banco bajo en forma de L contra la pared.

Los lavabos están forrados con laminado de nogal y la pequeña “sala útero” con madera de olmo.

Hormigón y vidrio

El uso predominante de vidrio resistente y hormigón visto tiene como objetivo mantener y ofrecer durante muchos años el aspecto fresco y alegre del edificio. 

Los suelos interiores son de hormigón negro pulido y las fachadas exteriores de hormigón visto distribuido en grandes placas combinadas con paredes de vidrio. Las paredes vidriadas de suelo a techo ofrecen vistas de los árboles circundantes, entrada de luz natural y una directa conexión con la naturaleza.

La cocina, que siempre es la habitación más importante en un Maggie’s Centre, pues la vida gira en torno a una acogedora taza de té, está enmarcada por una pared de resina translúcida de altura completa con gabinetes de almacenamiento, iluminada desde una claraboya oculta en la parte trasera con un tono azul pálido.

Acero y aluminio

Algunas salas, como la del personal, tienen paredes revestidas con acero pulido.

Las cristaleras de suelo a techo no llevan marcos, las ventanas y puertas utilizan marcos de aluminio en color negro o gris.

Arte

El artista contemporáneo Callum Innes ha obsequiado al centro con tres pinturas al óleo de 205x100cm.

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